CUESTIONES ANTROPOSOFICAS |
Por Andrés Piñán | |
Podemos
atribuir a Rudolf Steiner (1861-1925) el mérito de haber sido el
primero, a principios del siglo XX, en introducir y tratar el tema de la
meditación en el intelectualizado mundo de Occidente, situándolo en el
centro de los esfuerzos humanos en la senda de la búsqueda espiritual.
Los
caminos de la concentración y la meditación, recorridos de forma
apropiada, son los medios para transformar las facultades anímicas del
pensamiento, sentimiento y voluntad, con lo que se le abren al ser
humano nuevas posibilidades de experiencias y acceso a realidades
suprasensibles.
Para
Steiner se llega al conocimiento a través de la actividad del pensar,
en donde reside un órgano germinal de percepción interior, y no a través
de nuestras percepciones sensorias. No podemos conocer si no tenemos
una idea clara de lo que percibimos y establecemos relaciones entre los
hechos observados, lo cual sólo podemos hacerlo mediante nuestro
pensamiento, y dado que éste viene enturbiado por las impresiones de los
sentidos, debemos separarlo de dichas impresiones sensoriales.
Con
nuestra conciencia normal de vigilia, que está estrechamente unida a
nuestra corporalidad, no se puede penetrar realmente en los mundos
espirituales, ya que esto requiere poder tener experiencias al margen
del cuerpo, un pensar libre que no esté ligado a los sentidos. ¿ Es esto
posible?. Al dormirnos y quedarnos inconscientes estamos relativamente
fuera del cuerpo, y con los sueños ya podemos intuir que existen otras
formas de conciencia distintas a las de la vigilia. Con la muerte y
destrucción del cerebro la conciencia debe transformarse para que sean
posibles nuevas percepciones (suprasensibles) al margen del cuerpo.
El
camino marcado por Rudolf Steiner busca intensificar la conciencia
fortaleciendo el pensar, de forma que éste pueda independizarse del
cuerpo físico, que el paso a lo suprasensible pueda ser un proceso
consciente. Por consiguiente, en la disciplina mental aconsejada por
Steiner se intenta lograr el fortalecimiento anímico de la vida mental
aislando el pensamiento de todo el proceso respiratorio e incluso de
toda atadura corporal.( Señala el peligro que para el hombre
contemporáneo supone el efectuar ejercicios con los que se altere el
ritmo respiratorio , ya que pueden ocasionar graves alteraciones de la
personalidad.)
A
diferencia de otros tipos de meditaciones, en las que el objetivo es el
logro de una progresiva beatitud y experimentar la existencia como
felicidad, evitando el pensamiento consciente para penetrar en la
profundidad del ser, Steiner propugna “el fortalecimiento del
pensamiento consciente, para que la conciencia expandida ilumine la
oscuridad del ser”. Ante meditaciones que descansan en la “pasividad
espiritual, dejando vagar el espíritu”, con el consiguiente
debilitamiento de la autoconciencia y en contra del desenvolvimiento
autónomo del ser espiritual del hombre, aboga por el pensar como
actividad que tiene que realizar el Yo. “ En el pensar el Yo se
experimenta a si mismo, experimenta su existencia espiritual”.
¿Qué
motivos podemos tener para practicar la Meditación?. Según Steiner,
mediante el trabajo meditativo que conduce a la senda del conocimiento
espiritual, se anticipan experiencias que, de otra forma, sólo se
vivirían tras la muerte o en futuras reencarnaciones, lo que permite
llevar los frutos de anteriores etapas de desarrollo, pero en forma
individual elaboradas por el Yo. De ahí la importancia de que el ser
humano se vincule conscientemente con su propio destino , ya que así
podrá participar activamente, tras pasar el umbral de la muerte,
colaborando en el mundo espiritual y ayudando a las Jerarquías en su
actuación sobre la totalidad de la evolución humana.
El
mundo que percibimos con nuestros sentidos es un reflejo del invisible
mundo espiritual , en el que residen las autenticas fuerzas que lo
gobiernan. Por medio de la meditación podemos desarrollar nuestro propio
potencial espiritual. Al margen de los motivos egoístas que pudiéramos
tener para obtener satisfacción o engrandecimiento mediante la práctica
de la meditación, el único motivo válido es el deseo de servir mas
eficientemente a la evolución de la humanidad y del mundo que nos rodea
, y en definitiva ayudar al mundo espiritual a través del amor. Se
puede servir a la humanidad efectuando trabajos remunerados que la
sociedad valora y necesita, o mediante trabajos de voluntariado, ayuda
social, etc. A este respecto Steiner resaltó que “lo verdaderamente
importante no es el servicio externo inmediato que la sociedad necesita,
por muy valioso y necesario que éste sea, sino especialmente el
servicio a las necesidades mas profundas, al mundo como totalidad,
incluso al mundo espiritual, en el que tenemos nuestro verdadero hogar”.
La única recompensa a este servicio es la de adquirir todavía mayores
responsabilidades: la compensación por el amor entregado a la humanidad y
al mundo será la de ser capaces de dar aún mas.
¿Es
posible, hoy día, aprender a meditar sin la guía de un maestro?. ¿ Es
posible enseñar a meditar de modo que la libertad e independencia del
ser humano no se vean restringidas, sino incrementadas?. Steiner afirmó
que no es necesaria la presencia de un maestro. Marcó una senda
práctica con base en la libertad individual, una guía suave en el mundo
de la meditación, como camino para lograr una mayor libertad y autonomía
para toda la humanidad moderna. La educación de la propia razón produce
el mejor de los maestros. Se cede al discípulo el control de los
ejercicios, lo que requiere que éste sea escrupulosamente honesto
consigo mismo para no perderse en ilusiones de supuesto progreso. En
este sentido, el desarrollo de la conciencia individual es un requisito
previo para el conocimiento espiritual.
La
meditación, para Steiner, nos puede conducir gradualmente hacia una
conciencia del mundo espiritual, mundo que nos está vedado a nuestra
conciencia normal de vigilia ya que no podríamos soportarlo sin la
debida preparación , sin el desarrollo de las necesarias cualidades de
energía interior y perfeccionamiento. Se nos advierte que lo que vamos a
encontrar en el camino de la experiencia meditativa es algo muy sutil,
muy diferente a las impresiones de los sentidos. No debemos hacernos una
idea preconcebida del mundo del espiritu. La experiencia espiritual NO
son visiones, sueños, fantasias o experiencias ilusorias propias del
subconsciente. Al utilizarse modos de expresión copiados del lenguaje
del mundo sensorio, pueden fácilmente equivocarnos. Steiner afirma que
“el mundo espiritual es de la misma sustancia de la que están hechos los
pensamientos”, por ello la meditación debe estar relacionada con los
pensamientos y así puede conducirnos a la conciencia de dicho mundo.
Para él, la verdadera meditación consiste en que el Yo emprenda una
actitud pensante totalmente lúcida basándose en ciertas
representaciones, con lo que se produce un especial estado de ánimo que
va abriendo, poco a poco, los órganos de percepción suprasensibles.
El
pensar no es solo el desarrollo del poder mental, sino que encierra una
esencia cósmica. Las impresiones y sensaciones que tenemos las hemos de
comprender mediante nuestro pensar. Perderíamos toda certidumbre vital
sin la confianza natural que tenemos en nuestro sano juicio con el que
esclarecemos la naturaleza de cualquier asunto. Con rigor y precisión en
el pensar podemos ver la luz ante cualquier situación de la vida.
En “El umbral del mundo espiritual” Steiner pone un ejemplo de meditación basado en la naturaleza del pensar:
“
¿Qué soy yo en la corriente infinita del suceder universal, con mi
sentir, mis deseos y mi voluntad, algo que en el fondo solo me afecta a
mi?. El pensar relacionado con este suceder universal te acoge a ti y a
tu alma; tu vives en este acontecer si permites que su esencia se
introduzca en tu pensamiento. No solo pienso yo, sino que algo se está
pensando dentro de mi, mi alma es simple escenario donde el mundo se
despliega como pensamiento, pensando me siento uno con la corriente del
suceder universal.”
La
concentración repetitiva en estos pensamientos vigoriza energías
anímicas que se convierten en órganos perceptores de lo espiritual y sus
verdades, según Steiner.
Por
consiguiente, el correcto procedimiento meditativo debe basarse,
primero en un pensamiento comprensible acorde con la vida y el
conocimiento ordinario, y después en su ahondamiento repetidas veces
,unificándose con él.
No
obstante, Rudolf Steiner advirtió de los peligros que pueden derivarse
de la transformación de la conciencia humana a través del proceso de
interiorización producida por la meditación, sin el robustecimiento de
las fuerzas morales del ser humano ( véase su libro “Como se adquiere el
conocimiento de los mundos superiores”). Considerando la trascendencia
que puede tener la Meditación, cabe preguntarse si estamos preparados
para practicarla. En este sentido, afirma que no se logrará nada valioso
con su práctica, que no será efectiva, e incluso puede ser dañina, si
no hay la debida preparación previa. Para ello, Steiner, eminentemente
práctico, diseñó seis ejercicios preparatorios básicos o introductorios,
sencillos pero no fáciles, con el objetivo de purificar el alma y
fortalecer la salud anímica del hombre, previos al proceso meditativo.
En
la búsqueda de los caminos espirituales es necesaria la adquisición de
ciertas cualidades, en especial la concentración y pensar con claridad,
en la educación de la voluntad y en el dominio de nuestras emociones. La
ejercitación de estas cualidades dotan al alma de firmeza, seguridad y
equilibrio, necesarios para el desarrollo del Yo superior.
Se
puede llegar a algún tipo de vivencia y clarividencia suprasensible a
través de experiencias místicas, estados de trance y éxtasis,
espiritismo y mediumnismo, etc, en los que se aparta al Yo y se lo
abandona a estados de relajación y desvinculación del cuerpo, sin el
control del poder de un juicio claro. Sin embargo, para Steiner, lo
importante es mantener la autoconciencia como centro de la
individualidad en el camino de la vida espiritual, basado en un pensar
claro, racional e independiente y en el profundizar en la visión del
mundo.
DESCRIPCIÓN DE LOS EJERCICIOSEJERCICIOS PREPARATORIOS PARA LA MEDITACIÓN
Como
hemos visto anteriormente, el lanzarse a la meditación sin la debida
preparación puede ocasionar serios peligros psicológicos, como pueden
ser el mezclar la realidad con la fantasía, la falta de discernimiento
entre la verdad y el error, la confusión y pérdida de la capacidad de
saber guiar la propia vida, la falta de arraigo, el caer en todo tipo de
obsesiones y fobias, o en el exceso de orgullo, intolerancia,
prejuicios y supersticiones, etc.
Steiner
estableció normas para fortalecer el carácter del aspirante en sus
aspectos positivos evitando los posibles peligros citados anteriormente.
Es algo muy serio con lo que no se debe jugar ni ser tomado a la
ligera. Con la meditación se están liberando auténticas energías
poderosas y por ello el trabajo meditativo debe ser cuidadoso y
sistemático.
Los ejercicios preparatorios, que se detallan a continuación, deben practicarse regularmente, siguiendo el orden establecido:
-Dominio de los pensamientos.
-Dominio de la acciones(voluntad) -Control de emociones y sentimientos(ecuanimidad) -Cultivo del positivismo y tolerancia -Apertura y receptividad -Armonía y perseverancia.
Se comienza por practicar a diario el primer ejercicio hasta que
sintamos cierto dominio del mismo ( al menos durante un mes ). Después,
siguiendo ejercitando el primer, se empieza con el segundo durante otro
mes. Tras cierto dominio de los dos primeros, se comienza con el
tercero, al mismo tiempo que se siguen ejercitando los dos anteriores, y
así sucesivamente. Realizados correctamente serán una fuente de energía
interior. Al cabo de seis meses de practicarlos, en general, estaremos
listos para practicar la meditación.
DESCRIPCIÓN DE LOS EJERCICIOS
1.-Dominio del Pensamiento
Ejercicio a realizar a diario, preferentemente a la misma hora. El
propósito es ejercitar el dominio del pensar,la adquisición de un modo
de pensar perfectamente claro y la concentración, evitando toda
asociación mental involuntaria. Hay que ser capaz de evitar, aunque solo
sea durante cinco minutos al día, el “hormigueo confuso de los
pensamientos”. Para ello, por propia voluntad y durante el tiempo
elegido, se escoge un concepto o pensamiento sencillo (por ej. el
concepto silla) y partiendo de él se vinculará todo lo que se nos
ocurra, sin desviarnos del mismo ( su utilidad, el proceso de
fabricación, tipos y formas diferentes de sillas, materiales que se
utilizan, etc.) manteniéndolo con viveza en el alma durante todo el
tiempo que dure el ejercicio.
El propósito de este ejercicio es aprender a mantener continuamente los
pensamientos a voluntad durante un tiempo fijado. Lo que importa es
“estimular el autónomo poder mental”, para lo cual es mejor escoger un
pensamiento de poco interés e importancia, con objeto de que no pueda
arrastrar por si mismo el pensar.
Con este ejercicio, practicado correctamente, adquirimos un sentimiento
de seguridad y firmeza mental, aprendiendo a cultivar un sentimiento de
pensar claro y firme por propia experiencia personal, un pensar
objetivo y controlable, evitando el dejar vagar al azar los pensamientos
que continuamente acuden a nuestra mente.
2.-Dominio de las acciones(voluntad).
Steiner afirma que el alma del discípulo en el camino espiritual no
solo debe dominar su pensamiento, sino también su voluntad, sus
actuaciones. Debe acostumbrarse a obedecer a sus propios mandatos y no
desear lo ilusorio.
Normalmente actuamos casi inconscientemente. Tenemos una vaga idea de lo que hacemos , influidos por causas externas e internas, sin prestar la debida atención a lo que hacemos. PRÁCTICA DE LA MEDITACIÓN
En este ejercicio, a realizar al menos durante un mes y simultáneamente
con el anterior, debemos darnos la orden de ejecutar una acción que
podamos llevar a cabo a diario y a la misma hora ( puede ser una acción
sencilla, por ej, a las doce del mediodía voy a golpear una mano con
otra tres veces). Su realización requiere esfuerzo y perseverancia, sin
importar cuantas veces se nos haya olvidado. Después de un tiempo nos
daremos cuenta de que ya no nos olvidamos de hacerla en el momento
preciso, es como si algo interiormente nos avisara de que “ es la hora
de tu acción”.
Se debe hacer consciente este ejercicio junto con el sentimiento del
cumplimiento de la acción elegida voluntariamente. Así podemos darnos
cuenta de lo que se necesita para establecer un hábito y conocer la
fuerza interna de nuestra voluntad.
3.-Dominio de Sentimientos y Emociones.
En la disciplina espiritual, según Rudolf Steiner, y en lo que se
refiere al mundo de los sentimientos y emociones, es necesario que el
alma adquiera cierta serenidad y control sobre las manifestaciones de
placer y dolor, alegría y tristeza. No se trata de que nos volvamos
indiferentes ante lo que sienten los demás, o apáticos ante lo que debe
alegrarnos o hacernos sentir tristes, sino que debemos procurar dominar
la expresión de dichas emociones, controlar en cierto modo nuestros
sentimientos. Podemos tratar de expresar plenamente el placer y el
dolor, pero sin “perder el autodominio mediante expresiones
involuntarias de lo que se siente”. No se trata de reprimir el dolor
justificado o la repugnancia ante lo malo o desagradable, sino de evitar
el llanto incontrolado o los arrebatos de cólera, y en especial dominar
las emociones negativas ( rabia, desesperanza, miedo, etc.) Se trata de
ser conscientes de nuestra vida sentimental, de ser ecuánimes,
imparciales y de actitud equilibrada y tranquila.
Podemos practicar este ejercicio siempre que detectemos que una emoción
se adueña de nosotros, aplicando conciencia a lo que sintamos y al
control que estemos teniendo, y así enriqueceremos nuestro sentir: por
ej, en una situación peligrosa tendremos miedo, pero no nos dejaremos
llevar por el pánico, sufriremos dolor sin perder la razón, tendremos
éxito sin engreimiento, etc..
La práctica constante de este ejercicio produce una sensación
relajante, de fuerza tranquila que nos inunda. Se puede introducir este
ejercicio en el tercer mes, colocándolo como norma central de nuestra
conducta.
4.-Cultivo del Positivismo y la Tolerancia.
Afirma Steiner que únicamente son eficaces, para cualquier disciplina
que busca el desarrollo espiritual, las cualidades que seamos capaces de
adquirir mediante la auto-educación, independientemente de las que
poseamos de forma innata. Otro medio necesario para educar el
pensamiento y las emociones es el de ejercitar el desarrollo del
positivismo: lo erróneo, la fealdad y la maldad, no deben impedir nunca
el ver lo verdadero, la belleza y la bondad. No se trata de cerrar los
ojos ni carecer de discernimiento, sino de adquirir la capacidad de que
lo negativo no nos impida ver lo positivo.
Agréguese este ejercicio en el cuarto mes, siguiendo practicando los tres anteriores.
Con su práctica, nos haremos conscientes de todos los prejuicios,
actitudes, sentimientos y pensamientos destructivos que tenemos
continuamente, procurando poner el énfasis en los aspectos positivos de
todas las cosas. Con este ejercicio podemos darnos cuenta de la falta de
atención que normalmente prestamos a las cosas mas sutiles que existen
en todos los seres, y nos muestra el hecho del efecto aniquilador que
ocasionan en lo anímico todas las emociones negativas y todos los
sucesos borrascosos.
Su ejercitación continuada nos sumirá en un sentimiento de
bienaventuranza en relación con el mundo que nos rodea, dispersándose
los sentimientos de soledad y aislamiento que podamos tener e
incrementándose nuestra tolerancia.
5.-Actitud de Apertura y Receptividad
En el quinto mes podemos ejercitar el enfrentarnos a toda nueva
experiencia que se nos presente en la vida con total ausencia de
prejuicios. Las experiencias y conocimientos anteriores no deben ser
impedimento alguno para admitir nuevas verdades. Debemos estar
receptivos a cualquier cosa o situación a la que no estemos
acostumbrados, tratar de ver el mundo con los ojos de un niño, libres
del condicionamiento y de las ideas preconcebidas que nuestra cultura y
educación nos han dado. . De todo puede aprenderse algo nuevo si somos
capaces de ser receptivamente imparciales para nuevas experiencias, sin
dejarnos condicionar por las vivencias pasadas, absteniéndonos de
pensamientos críticos innecesarios, prejuicios y actitudes
despreciativas.
Con la práctica de este ejercicio nuestra conciencia aumenta en fuerza y claridad.
6.-Armonía y Perseverancia
Con este ejercicio, normalmente a realizar a partir del sexto mes,
debemos tratar de equilibrar e integrar en nuestra vida de todos los
días los cinco ejercicios anteriores, armonizándolos con
perseverancia. Que los resultados alcanzados al ejercitarlos lleguen a
formar parte de nuestra propia naturaleza, con lo que va configurándose
en nuestra alma una actitud de conciliación que nos puede capacitar
para trabajar en el mundo, contribuyendo a su mejoramiento y progreso.
PROCESO DE LA MEDITACIÓN
Steiner concibió los ejercicios anteriormente descritos como
salvaguardia contra influencias negativas o dañinas para el alma y
refuerzo de las cualidades anímicas positivas, necesarias para la
práctica de la verdadera meditación.
Para una meditación efectiva se requiere un apropiado estado de ánimo:
de devoción y reverencia hacia la Verdad y hacia la percepción de la
propia naturaleza interna (intuición). Según Steiner, las grandes
verdades superiores de la existencia solo tendrán pleno significado si
nuestra mente está preparada para recibirlas con reverencia y asombro,
con quietud interna y disciplina mental, expresión de nuestro amor por
el mundo.
En su concepción de la meditación utiliza la concentración en
determinados pensamientos, que han de ser vivificados internamente para
transformarlos en intensos sentimientos. Con ello se fortalece nuestra
capacidad de concentración, haciéndonos internamente mas activos y
capaces de despertar en nosotros nuevos sentimientos generados en
libertad.
Steiner recomienda , para la introspección, profundizar en ciertas
representaciones simbólicas, concentrándonos en un solo símbolo ( por
ej, el símbolo de la rosacruz ) mediante una construcción puramente
mental que “libere al alma de todo apego a lo físico”, para
posteriormente poner plena atención a los sentimientos que surgen. Se
apela a la voluntad a través de la conciencia.
Entre los ejercicios de Meditación que Steiner ejemplificó destacan los
que hacen referencia a tomar conciencia de dos tipos de fuerzas:
1.-La asociada al crecimiento, al vivir y al gozo, a la germinación, a
la salida del sol, a los sentimientos de poder y armonía.
2.-La asociada a la decadencia, al marchitamiento y muerte, a la salida
de la luna, a la cualidad de degradación, a la vejez, al sentimiento de
serena reflexión.
Por otra parte, Steiner señala que la meditación debe formar parte de
nuestra vida como algo agradable a realizar y como servicio y ofrenda al
mundo espiritual y podemos sentir que ese mundo lo acepta.
El sendero meditativo exige, en primer lugar, un nuevo cultivo
consciente de todo el mundo de los sentidos, de la luz, sonidos,
colores, etc, despertando al máximo nuestro organismo sensorio, y en
segundo lugar requiere el aplicar un sentido de meditación respecto a
todo el mundo de las percepciones sensoriales. Por ej, ante el sonido
emitido por un animal podemos cerrar los ojos e intentar captar el
sentimiento que surge en el alma; ante la belleza de un cuadro podemos
intentar captar anímicamente lo que sentía el que lo pintó, es decir,
prestar atención a los matices sutiles del sentimiento, vivenciar las
cosas con sentido artístico, etc.
Frente
a todo el mundo de las percepciones hemos de saber llegar a vivencias y
sentimientos ético-sensoriales, a través de comportamientos meditativos
asumidos en nuestra vida diaria.
Afirma Steiner, que es así como la meditación puede , poco a poco,
conducirnos a la conciencia de mundos inadvertidos de fuerzas vitales y
en los que nos hallamos sumergidos. Ahora bien, nos da una regla
fundamental a cumplir por todo el que practique cualquier forma de
meditación y entrenamiento exotérico: “Todo conocimiento perseguido solo
para enriquecernos personalmente desviará del verdadero camino. El
conocimiento perseguido para la madurez interior, ennoblecimiento humano
y desarrollo cósmico, significará un paso hacia delante”.
Andrés Piñán
Lic. Filosofía
Bibliografía recomendada de R.Steiner
La iniciación, o ¿Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores? Ed.Antroposófica, Buenos Aires. La Ciencia Oculta, Ed. R.Steiner, Madrid Teosofía, Ed.Antroposófica, B.Aires. La Filosofía de la Libertad, Ed. Antroposófica, Mejico.
Extraido de: http://www.revistabiosofia.com/index.php
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