Dom Antoine Joseph
Pernety nació el 13 de Febrero de 1716 en Rouanne. Al terminar los estudios
primarios ingresó en la congregación benedictina de San Marcos.
Su notable aptitud para los estudios no pasaría desapercibida por sus
superiores, que lo destinaron a la Abadía de Saint-Germain-des-Pres a fin de
que perfeccionara y ampliara sus estudios. En la biblioteca de esta abadía
encontró valiosos textos alquímicos que despertaron en él una afición que
mantendría a lo largo de su vida.
En 1758 compuso sus dos obras magnas: «Las fábulas egipcias y griegas,
desveladas y reducidas al mismo principio» y el «Diccionario mito-hermético»[1]
Al año siguiente embarcó, acompañando a Louis de Bougainville, hacia las Islas
Malvinas con objeto de establecer allí fundaciones coloniales, retornando
a Francia a finales de 1764.
Los dos años siguientes fueron decisivos para él: víctima de una profunda crisis
en el seno de sus convicciones religiosas abandona los hábitos y se instala en
Avignon, donde participa activamente en la Masonería de Rito Escocés y Antiguo,
de la que es fundador del grado28-29,
«Caballero del Sol y Príncipe Adepto», iniciación que transcurre ritualmente en
el Paraíso.
Sobre esta misma época crea su propia orden iniciática, el «Rito Hermético». En
1767 Federico II el Grande le propone para el cargo de Conservador de la
Biblioteca Real de Berlín; Pernety acepta y se instala en Prusia, donde
permanecerá 16 años; pero parece ser que originalmente el encargo iba destinado
a su primo, el Abad Jacques Pernety, del que conocemos una obra bastante
curiosa.[2]
Los años que permaneció en Berlín son la etapa mejor documentada de su vida: su
cargo le aseguraba un modo de vida muy satisfactorio en lo material,
permitiéndole desarrollar una actividad intelectual particularmente rica[3]. Estudioso y apasionado de la obra de
Swedemborg, que fallecería en 1772, tradujo al francés la más importante de sus
obras «Las maravillas del cielo y el infierno». En 1770 compuso un pequeño
manual para uso interno del Rito Hermético, el «Ritual alquímico secreto»[4] y en 1776 un tratado que dedicará a
Federico II, «Del conocimiento del hombre moral por el hombre físico».[5]
El caso es que en 1783, una entidad con la que decía estar en contacto, «La
Santa Palabra» le conmina a abandonar Prusia y a instalarse de nuevo en
Avignon.[6]
Dejará Berlín el día 10 de noviembre de ese mismo año dirigiéndose a Praga para
visitar el colegio de Cabalistas de esa ciudad, verdadera meca del esoterismo.
A continuación orienta sus pasos hacia Görlitz, ciudad natal del teósofo Boheme
y posteriormente, a París.
A finales de 1784 le encontramos en Valence, en casa de su hermano, Jacques
Pernety, donde permanecerá hasta 1786. Reencuentra al Marqués Vernety de
Vaucroze, que le propone un retiro en Berradides, a algunas leguas de Avignon.
Desde que llegó a Francia sus esfuerzos se centraron en reorganizar su orden,
bajo el nuevo nombre de «Rito de los iluminados»; la orientación alquímica de
este grupo es obvia, como demuestra el hecho de que en sus filas militaran
alquimistas más o menos conocidos: el Abad Buyton de Moreau «Brumore», el
polaco Grabianka, La Richardiere y, muy posiblemente, el filósofo Saint Baque de
Bufor.[7]
En 1786 sus obras fueron reeditadas, la orden contaba con un centenar de miembros y era muy popular en el mundo del esoterismo bajo el nombre de los «iluminados de Avignon». Sin embargo, las reacciones consecutivas a una escisión en el grupo propiciaron que la Inquisición tomara parte activa en el asunto; detenciones, fugas, interrogatorios no se hicieron esperar. En 1793, la justicia dispersa a los últimos hermanos y arresta, por error, al mismo Pernety. Cuando recupera la libertad reemprende sus estudios alquímicos y lucha por recomponer la orden aunque sin éxito.
En 1786 sus obras fueron reeditadas, la orden contaba con un centenar de miembros y era muy popular en el mundo del esoterismo bajo el nombre de los «iluminados de Avignon». Sin embargo, las reacciones consecutivas a una escisión en el grupo propiciaron que la Inquisición tomara parte activa en el asunto; detenciones, fugas, interrogatorios no se hicieron esperar. En 1793, la justicia dispersa a los últimos hermanos y arresta, por error, al mismo Pernety. Cuando recupera la libertad reemprende sus estudios alquímicos y lucha por recomponer la orden aunque sin éxito.
Antoine Dom Pernety, fallece en Avignon, el 16 de octubre de 1796.
[1] . Les Fables égyptiennes et grecques,
dévoilées & réduites au mème principe, avec une explication des
hiéroglyphes, et de la guerre de Troye. 2 Vols. Chez Deladain, libraire, París,
1758. (Para la traducción de las Fábulas hemos hecho uso de la segunda edición,
de 1786).
Dictionnaire Mitho-hermétique, dans lequel on trouve les allégories fabuleuses
des poëtes, les métaphores, les enigmes et les termes barbares des philosophes
hermétiques expliqués. Chez Deladain, libraire, París, 1758. (Existe una
traducción de este importante diccionario realizada por Santiago Jubany, en
Ediciones Indigo, Barcelona 1993).
[2] . En 1765, en Avignon, introdujo su
rito hermético dentro de la logía de los «Sectarios de la Virtud». Dentro del
escocismo tambien es fundador de los grados de «Masón Verdadero», «Masón
verdadero en la vida recta» y «Caballero del Iris».
[4] . Rituel Alchimique Secret, du grade de
vrai Maçon Academicien. Existe una traducción italiana del mismo, en facsímil,
publicado por Edizioni Rebis, 1981.
[5] . Esta obra estaba seguida en un
segundo volumen, de las Observations sur les maladies de l’Ame pour servir de
suite au précédant, Berlín, 1777.
[6] . La orden exacta que recibió se
conserva en el Manuscrito de la Santa Palabra (Ms. 3090) en la Biblioteca del
Museo Calvet, en Avignon: «Tu marcharás, tu buscarás, la obra te seguirá, tu
partirás... Ya llega el día en que irás al lugar escogido para poner los
cimientos de Su nuevo Pueblo...» (Mensajes del 18 y 21 de mayo de 1781). Sin
embargo, retornó a Berlín sin haber hallado lo que buscaba y no abandonará
definitivamente esta ciudad hasta 1783.
[7] . Del que conocemos unos comentarios a
la hermética Tabla de Esmeralda Posiblemente, sea el autor de la Concordancia
Mito-físico-cábalo-hermética.
Extraido de: http://humanadivinitas.blogspot.com.es/