miércoles, 14 de diciembre de 2011

Concepción, embarazo y parto a la luz del ocultismo

Este libro está dirigido a las personas que creen y saben que el ser humano es mucho más que un cuerpo físico. A los que saben y sienten que tenemos un origen divino, que traemos una serie de valores y un propósito a este mundo, y a los que siguen el sendero de la tradición esotérica y espiritual perenne. Y, siguiendo ese camino espiritual, han decidido traer al mundo un nuevo ser, un espíritu evolucionado que encarnará, y desean darle lo mejor para que su entrada en nuestro mundo material se produzca de la mejor manera. Que no pierda eso sagrado que trae y a la vez aprenda y experimente lo que el plano físico le proporciona al espíritu, experiencia que con el tiempo ha de transmutarse en sabiduría.

También encontrarán los lectores aspectos relacionados con: cómo crear un ambiente sano en el hogar, la sexualidad sagrada, los misterios de la vida psíquica del bebé durante su gestación, el parto natural o la maternidad y la paternidad: todo esto a la luz de la ciencia esotérica. Además de una recolección de muchos años de lo que diferentes tradiciones espirituales, en especial las de occidente, nos han dejado al respecto de la concepción, el embarazo, el alumbramiento o la educación, dando claves concretas para problemas cotidianos y otorgándonos una guía que ayudará en el esclarecimiento de conflictos que están a la orden del día en la vida moderna. En definitiva, es una guía para conciliar la vida espiritual con la vida familiar, creando un vínculo de armonía entre ambas formas de afrontar la vida.



Autor: Zeraus Tador, F.
Tema: Filosofía Oculta, Embarazo, Educación, Pedagogía
Formato: 13,5X21 cm.
Páginas: 128
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-95919-23-6


martes, 13 de diciembre de 2011

PLUTÓN

Aunque haya sido descubierto solamente hace unos 40 aÑos, y de movimiento muy lento, el planeta Plutón ha reunido ahora una considerable y aparente confiable cantidad de información astrológica sobre sí mismo. Al insertar Plutón en mapas natales viejos, y usando las claves que nos fueron dadas en la mitología, ha sido posible acomodar muchas palabras claves y frases claves que permiten a los astrólogos a interpretar correctamente la influencia de este planeta en cualquier signo, casa y aspecto.

Esas palabras claves son numerosas e incluyen unas muy conocidas, tales como transformación, transmutación, redención, regeneración, degeneración, muerte y renacimiento, unidad, cooperación, dictadura, desaparición, mundo inferior, gangster, coerción. Se verá que estas son mayormente conectadas con la octava casa, la casa de las herencias y de la muerte.

En la mitología, Plutón era el Dios del mundo inferior, llamado Hades, o el Infierno de la ortodoxia, donde quema el Fuego Eterno. Este fuego corresponde al sexo, la fuerza procreadora. Cuando es analizado, Plutón indica todas las fases del sexo y, siendo las actividades del sexo las más fuertes en cuanto a vida y muerte, así este planeta bien puede ser llamado la estación generadora de la familia planetaria. Creemos que no debería ser llamado estrictamente un maléfico, pero más vale como un intransigente, sin dar favores pero exigiendo beneficios.

Plutón bien puede ser asignado al mundo inferior, porque la palabra quiere decir riqueza, siendo aplicada a él porque el grano, la riqueza de los tiempos antiguos, fue mandado desde abajo de la tierra como un regalo de él. Plutus, el Dios de la Riqueza era representado como ciego, indicando que cuando el hombre enfoca su atención en cosas materiales, falla de ver las cosas de más valor alrededor de él. Ciertamente, "el amor al dinero es la raíz de todo mal".

Nuestra palabra plutócrata es derivada de Plutón, y quiere decir poder o dominación a través de riqueza de fuentes otras que del propio trabajo. Tal riqueza está comprendida dentro de la jurisdicción de la octava casa, la posición zodiacal natural de Escorpión. Proviene de herencias, legados, primas, ganancias inesperadas, seguros, y fuentes similares. Ha sido ganada en una encarnación previa y viene de fuentes escondidas como una herencia en la vida presente.

Plutón y Prosperina, su esposa, gobernaban sobre los Espíritus de los muertos en el Mundo Inferior; aquí tenemos una analogía directa con la octava casa, soberana de la muerte. Plutón y Prosperina están correlacionados con los principios masculinos y femeninos de la Naturaleza, los principios de la procreación.

Otra correlación con asuntos de la octava casa se hace evidente cuando consideramos la función de Ceres, Diosa del Grano y la madre de Prosperina, de quien deriva la palabra cereal. En el ciclo de crecimiento del grano, como en la mayoría de las plantas, una planta vieja muere, pero la semilla de la cual brotó es enterrada y se regenera - de la muerte viene el renacimiento.

Plutón, generalmente aceptado como regente, o coregente con Marte, del signo Escorpión, gobierna los órganos excretorios que controlan el sistema depurativo del cuerpo, igual que el sistema municipal de alcantarillado. Aquí vemos a Plutón en el papel de regenerador y transformador, para todos los asuntos excretorios, cuando sepultado en la tierra, es transformado, regenerado, o redimido, y reaparecerá, como el ave Fénix, en otras formas.

En su lado positivo, Plutón trabaja para la unidad a través de organización. La regeneración de cuerpo y mente toma lugar cuando se discontinúa la gratificación de los sentidos, las fuerzas vitales ascienden a través de la columna espinal serpentina como un fluido o gas, vitalizando la glándula pineal, que se halla bajo el dominio del espiritual Neptuno. Entonces los hombres pueden remontarse a grandes alturas por la fuerza de una mente renovada. Como resultado, la soberanía de Plutón es convertida o transferida al signo Aries (gobernado por Marte), el asiento del pensamiento y de la glándula pineal.

En su parte negativa, Plutón engendra tiranía, dictadura, y organización para el propósito de dominación. De esta manera Plutón influencia a los seÑores del mundo inferior, gángsters y asesinos. Localizado en la octava casa de un horóscopo natal, puede indicar una muerte misteriosa, posiblemente por cirugía, o después de una desaparición.

En sus aspectos adversos, Plutón ha sido comparado con el "Guardián del Umbral" (el compuesto de la entidad elemental creada en los planos invisibles por nuestros malos pensamientos y actos no transmutados en vidas pasadas). En sus aspectos positivos, ha sido comparado con el Sanctasanctórum. Ningún planeta puede manifestar condiciones más depravadas o drásticas, o, a la inversa, mayores alturas exaltadas de espiritualidad.

Las cualidades esenciales de la "naturaleza espiritual" de un planeta, deben coincidir con las cualidades esenciales del signo que rige. Por lo tanto, en un estudio sobre Plutón, es necesario examinar también el signo Escorpión, considerando la abundante información auténtica que nos ha llegado a través de los siglos pasados, y de la cual Plutón y Marte son generalmente aceptados como coregentes por los astrólogos más destacados.

Como signo fijo y de agua, Escorpión puede ser comparado al hielo, comprimido e inmovible. Como un significador emocional, siente en su forma más intensa. Es la fuente de deseo-poder de la cual toda la humanidad deriva su pábulo emocional, para ser transmutado a través del amor para la regeneración de la Vida. De esta fuente, todas las cosas vivientes derivan su expresión creativa y su perpetuación. Por haber usado este poder en muchas maneras durante muchas encarnaciones, todos los seres tienen una gran extensión de deseo-potencial "sumergido", invisible en la vida presente, que deriva directamente de nuestra asociación de esta reserva. Muchos pensadores se han referido a esta asociación mutua como el "inconsciente colectivo".

En términos de punto de vista convencional, ortodoxo, podemos decir que Escorpión representa o simboliza la "fuente del mal". Esto expresa la actitud de la gente que ven la vida como blanco o negro-esencialmente bueno o esencialmente malo. Semejante concepto ha sido, y todavía es, necesario, porque sirve como un indicador para la conducta de la humanidad evolucionante.

No obstante, mientras el hombre evoluciona, su consciencia amorosa se hace más espiritualizada y su inteligencia más desarrollada. Su amor a sí mismo se convierte en amor por el cónyuge y los descendientes, y finalmente en "amor fraternal". Las fuerzas de la sexualidad son elevadas en calidad vibratoria para extenderse a niveles de poder creativo y mental. A través de todo esto, la consciencia del individuo madura y sazona convirtiéndose en deseo de mejoramiento, en expansión de mayores relaciones con el universo y otra gente y, últimamente, por sabiduría y la realización de ideales. Así que, la vida no es "enteramente negra" o "enteramente blanca", pero es un proceso de desarrollo. Escorpión, a través de las pautas de la octava casa, hace posible que la extensión de la experiencia se convierta en las trascendentes expresiones de la novena, décima, undécima y duodécima casa-las que gobiernan la mente, el estado social, las amistades y las penas.

Escorpión aparece como malo solamente a la mente de los que ven la maldad como un "ente estático". Cuando se le mira en un contexto más dinámico, Escorpión es la fuente de todo el amor, de toda la aspiración, y, a través de la satisfacción de relación- experiencia, la fuente de toda sabiduría.

Existe un factor psicológico desagradable envuelto en la vibración de Escorpión que debe ser considerado, y este es la frustración del impulso generativo retenido. Esto crea una congestión en la naturaleza de deseo que resulta en innumerables enfermedades emocionales, nerviosas y mentales que pueden afligir a la humanidad en casi todas las fases del desarrollo. Es verdad de que hay unas pocas personas encarnadas en cualquier tiempo que no requieren esta forma particular de desahogo, pero estas son muy escasas.

Es natural y saludable que la gente, hablando en forma general, sienta la satisfacción del impulso de apareamiento en la compaÑía de una relación amorosa. No muchos Egos están fisiológicamente y emocionalmente listos para una vida de soltería, y sería peligroso, individualmente y a la sociedad, para la mayoría de la gente, de emprender tal vida en el presente estado de desarrollo. Esto, no obstante, no tiene el propósito para discutir el uso indiscriminado de la fuerza sexual para el propósito de propagación o placer. La misma fuerza, cuando es conservada, puede ser transmutada en fuerza espiritual y liberada en forma de creatividad mental y epigénesis. Para las personas que están conscientes de la verdadera naturaleza y meta final del agente creativo llamado ahora "fuerza sexual", y de la manera de canalizarla para arriba, no hay necesidad de pasar por la experiencia de la frustración y de las enfermedades que ocurren cuando es retenida enteramente.

No obstante, un Escorpión (o Plutón) insatisfecho en el mapa natal-o sea, una configuración en la cual no aparece de que esta fuerza será soltada legítimamente ni para la propagación o para propósitos procreativos-indica la posibilidad de que la persona puede inclinarse a expresiones de crueldad, falta de honradez, asesinato y otros impulsos destructivos como un substituto de satisfacción por esta cosa que, en su naturaleza de deseo, clama por gratificación. Así como el cuerpo físico hace erupción de furúnculos por motivo de condiciones tóxicas retenidas, así la consciencia puede hacer erupción con toda clase de impulsos negros para liberar un potente impulso de deseo. La historia del desarrollo de la humanidad como un organismo sexual está lleno con capítulos de miedo, perversión, enfermedad, y locura, porque tanta gente ha vivido emocionalmente bajo normas que abarcan desde un falso puritanismo hasta la promiscuidad, completamente eliminados del proceso natural de experiencias y sanas y amorosas satisfacciones.

Finalmente estamos comenzando de llegar a las raíces de estas enfermedades emocionales y estamos forzados a la conclusión de que la vida no puede ser vivida bien a menos de que esté basada sobre una modalidad de sanos, constructivos, amorosos y felices escapes. El remedio para enfermedades emocionales, se halla en la educación espiritual bien informada, además de la determinación vitalizada de vivir vidas sanas, expresivas, hermosas y amorosas, en relación con uno mismo y con otros. De esta manera la reserva de deseo es transmutada y expresada en tal forma para convertir a la evolución, así como a la cancelación de deudas kármicas, en consciencia espiritualizada.Así las lecciones más significantes que Plutón enseÑa serán aprendidas, y el potencial más alto de Escorpión será realizado con el desarrollo de mentes puras, pensamientos puros, y vida pura. Entonces los aspectos adversos del planeta y del signo serán impotentes para afectarnos, y seremos capaces de un tremendo crecimiento espiritual bajo sus benignas influencias.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

DESCENSO DE LA VIDA DE CRISTO EN OTOÑO

Pasamos actualmente por el equinoccio de otoño, en el que el Sol físico deja el hemisferio septentrional tras haber provisto a las necesidades de la vida para el año siguiente; y la

corriente espiritual en cuya cima va la vida que ha de hallar expresión física en el año que viene, está en
camino de nuestra tierra. El medio año
que está directamente ante nosotros es la parte santa del año. Desde la
Inmaculada Concepción al místico
Nacimiento, en Navidad (mientras aquella ola camina hacia nosotros) y
desde esta última fecha hasta la
Pascua de Pentecostés (durante su egreso al exterior) un cántico
armonioso, rítmico y vibratorio,
maravillosamente descrito en la leyenda del Místico Nacimiento como un
"hosanna" cantado por un coro
angelical, llena la atmósfera planetaria y obra sobre todos nosotros como
un impulso a la aspiración
espiritual. Naturalmente que no en la misma medida sobre cada uno, sino
de acuerdo con sus características
generales.

Hay algunos que no experimentan en lo más mínima esta corriente
espiritual a causa de su depravación,
pero opera igualmente en, sobre y con ellos y con el tiempo todos
responderán. Otros hay que están tan
engreídos en sus compras y ventas, su matrimonio, sus amores y sus
ambiciones, que no se aperciben de ella
más que al hallarse en su máxima fortaleza, es decir, por Navidad, y aun
entonces la experimentan
únicamente en forma de un espíritu de super - sociabilidad y generosidad;
gustan de celebrarla y hacer
regalos. Una clase más adelantada siente esta ola de santidad desde el
principio de su descendimiento y se
da cuenta del importante efecto de su armonía y ritmo aumentando sus
esfuerzos en dirección al desarrollo
de su alma. Así se benefician realizando los mayores esfuerzos durante
los meses que separan el otoño del
equinoccio de primavera. Es como si nadaran con la
corriente.

Por esta razón dedico la presente carta a llamar su atención hacia este
fenómeno anual. Que tengamos o noconsciencia
de él las poderosas vibraciones espirituales de la ola de Cristo que da su vida, permanece en la atmósfera de la Tierra durante los meses de invierno y podemos usar de
ellas para mayor ventaja nuestra si
nos son conocidas y redoblamos nuestros esfuerzos en tal sentido que si
no nos hemos apercibido del hecho.

Hagamos, pues, un inventario escrupuloso de los pecados que más
fácilmente nos afligen a cada uno en
particular, ya que está comenzando la época más favorable del año para su
absolución. Estudiemos
igualmente las virtudes de que carecemos y veamos su necesidad de
cultivarlas, pues este es el momento
más propicio para esta labor sistemática y cuidadosamente trabajando en
los santos meses del invierno,
podemos avanzar a grandes saltos en nuestros esfuerzos para conseguir
nuestras aspiraciones espirituales.

Una vez señalado nuestro trabajo personal miremos a nuestro alrededor, en
nuestro circulo de relaciones, si
alguno busca la luz espiritual y si alguien prestaría atención a nuestras
enseñanzas. Esto requiere un claro
discernimiento, pues no tenemos el derecho de forzar la introducción de
nuestras ideas en oídos mal
dispuestos, como no lo tendríamos, ni podríamos justificarnos el tocar un
tambor en sus habitaciones
durante una o dos horas cada día. Si vemos que no escuchan amablemente lo
que pretendemos decirles, es
mejor dejarles; pero hay muchos que podrían despertar a la vibración
espiritual de Cristo en los meses de
invierno, con los cuales no se podría obtener los mismos resultados en
verano. Es por esto que confío en que
todos aprovecharemos los próximos meses en forma altamente beneficiosa
desde el punto de vista
espiritual.

MAX
HEINDEL

lunes, 26 de septiembre de 2011

La Obsesion

La obsesión es un estado en el cual un espíritu desencarnado ha tomado
posesión permanente del cuerpo de una persona, después de haber expulsado a su
dueño. Pero algunas veces ocurre que un individuo que tiene algún vicio, como el
de emborracharse, presenta como excusa que está obsesionado. Cuando quiera que
una persona dice semejantes cosas, casi siempre se puede tener inseguridad de
que eso no es más que un pretexto. Un ladrón que ha robado algo aquí en el mundo
físico no va a divulgar su robo; ni una entidad obsesante tampoco va a ir
proclamando ese hecho. A esas entidades no les importa absolutamente de lo que
se piense del hombre cuyo cuerpo han robado, ni tienen motivo para divulgar su
condición y arriesgar un exorcismo.

Hay una manera infalible para determinar si una persona está posesa: por
medio del diagnóstico del ojo. "'Los ojos son las ventanas del alma". Solamente
el dueño verdadero es capaz de contraer y dilatar el iris del ojo. Si un
individuo realmente está poseso, el iris de sus ojos no se dilatará cuando entra
en un cuarto oscuro o cuando se fija en un objeto lejano. Asimismo, no contraerá
cuando sale al sol o cuando se fija en letras pequeñas. En resumen, el iris de
los ojos no responde ni a la luz ni a distancia cuando una persona está posesa.
Sin embargo, hay una enfermedad llamada "ataxia locomotriz" en la cual el iris
no responde a la distancia, pero sí responde a la luz.

Los espíritus apegados a la Tierra sienten atracción a la región inferior del
mundo de deseos, la cual interpenetra los éteres del mundo físico. Dichos
espíritus están en estrecho contacto con las personas terrestres que se
encuentran en mejores condiciones para adelantar sus proyectos infames.
Normalmente, permanecen en este estado apegado a la Tierra por cincuenta,
sesenta o setenta y cinco años, pero se ha sabido de casos muy raros en que
tales espíritus han permanecido así por siglos. Las investigaciones de Max
Heindel tienden a indicar que no hay límite a sus acciones o al tiempo que
pueden quedar apegados a la Tierra. Pero durante este período de tiempo, están
acumulando muchos pecados, el sufrimiento por los cuales no pueden escapar,
porque su cuerpo vital imprime en su cuerpo de deseos un archivo de sus malas
acciones. Cuando se desprenden de la Tierra por fin y entran a la existencia
purgatorial, se enfrentan con la justa recompensa que bien merecen.
Naturalmente, este sufrimiento aumenta según el tiempo que hayan seguido en sus
prácticas nefandas después de la muerte del cuerpo denso, lo cual es otra prueba
de que "aunque los molinos de Dios muelen muy lentamente, lo hacen excesivamente
menudo."

Cuando el espíritu por fin ha abandonado el "cuerpo de pecado" -- para
llamarlo así -- y sube al Segundo Cielo, dicho cuerpo no se desintegra tan
rápido como lo hace normalmente el cascarón de la gente normal. Esto ocurre
porque el enlace de los cuerpos vital y de deseos dan al cuerpo de pecado una
consciencia personal e individual que es notable. El cascarón no puede razonar,
pero tiene una astucia tal que da la impresión de que está animado por un
espíritu, por un Ego, y esto le capacita para llevar una vida individual por
muchos siglos. Entre tanto, el espíritu liberado entra al Segundo Cielo, pero
por no haber hecho nada en la Tierra para ameritar una estancia larga en ese
lugar o en el Tercer cielo, se queda sólo lo suficiente para crear un nuevo
ambiente para sí y luego vuelve a renacer mucho más temprano de lo normal a fin
de satisfacer sus ansias para la vida carnal que tanto le atrae.

Cuando este espíritu vuelve a la Tierra, es natural que el cascarón de su
vida anterior, se adhiere a él y se quede con él durante la vida entera como un
demonio. Las investigaciones al respecto han probado que esta clase de entidad
sin alma era muy común durante los tiempos bíblicos. Fue a ésos a los que se
refirio nuestro Salvador cuando habló de los demonios, siendo ellos la causa de
las posesiones y enfermedades descritas en la Biblia. La palabra griega "daimon"
los describe con precisión.

Se nos dice en el Concepto Rosacruz del Cosmos que el hombre es un espíritu
triple que funciona en tres cuerpos, sólo Uno de los cuales puede verse con los
ojos físicos. San Pablo dice en 1 Corintios 15,40, ". Y Cuerpos hay celestiales,
y cuerpos terrestres." Y en 15:44, "Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
Las Enseñanzas Rosacruces reconocen los cuerpos natural y espiritual,
mencionados por San Pablo, Pero también sostienen que estos dos cuerpos son
interpenetrados por un cuerpo invisible llamado el cuerpo vital, el cual
mantiene la salud del cuerpo denso, restaurando y componiendo lo que el hombre
ha destruido por sus deseos durante el día. Asimismo, sostienen que cada cuerpo
del hombre corresponde a cierto mundo invisible que le rodea y que el mundo y el
cuerpo correspondiente están compuestos de la misma clase de materia. Los
diferentes planos de existencia -- el químico, el etérico y el de deseos -- son
de diferentes densidades y se interpenetran. Por ejemplo, en el mundo de deseos,
la densidad de la materia la hace actuar de una forma similar a la del humo; lo
más pesado se adhiere a las regiones bajas de la tierra, mientras lo más puro y
ligero asciende en el aire.

Durante la vida física, el hombre desarrolla sus cuerpos invisibles
constantemente Por sus Pensamientos, deseos y emociones. Si sus deseos le hunden
en una vida sensorial, si pasa su tiempo con placeres inútiles para su propia
satisfacción, si no aspira a otra cosa que no sea el dinero, entonces su cuerpo
de deseos puede compararse con el humo negro y pesado. Después de pasar a la
vida de ultratumba, es atraído hacia aquella región que se llama la región
purgatorial, la más cercana al mundo físico. En este lugar tiene que purgarse de
todos sus deseos impuros; tiene que limpiar su cuerpo de deseos antes de poder
subir a la región superior llamado el Primer cielo.

Si se condujera a un hombre culto y sensible, que ha llevado una vida pura y
decente, a un barrio bajo de una ciudad grande y se le obligara a vivir en tal
ambiente, sufriría, se enfermaría y volvería con los de su misma clase en la
primera oportunidad. Igualmente, si a un hombre bajo y degradado que siempre ha
vivido en un ambiente de suciedad, entre gente deshonesta, se le colocara en un
palacio en medio de gente culta, estaría muy incómodo y volvería a su antigua
guarida tan pronto como sea posible.

Las condiciones son similares en el mundo de deseos. El hombre que ha llevado
una vida pura y espiritual, al morir, se queda en la región del mundo de deseos
por muy poco tiempo. Tan pronto como se desprende de su cuerpo físico, sube a la
materia más fina de este mundo. Pero el hombre que no ha conocido la pureza, que
no ha pensado en el más allá, es como el humo negro y pesado: se adhiere al
plano físico. Prefiere frecuentar sus antiguas guaridas, sobre todo si alberga
rencor contra alguien y quiere vengarse; entonces quedará apegado a la tierra
hasta que logre la venganza. Andará cerca del lugar donde vive su enemigo, o
donde hay sesiones espiritistas hasta que consigna influenciar a alguna persona
débil y negativa a llevar a cabo su plan de venganza. Muchas veces se lee en el
periódico de un ladrón o asesino que alega ante el juez que se le sobrevino una
sensación de repente y no pudo más que cometer el crimen -- alguna fuerza le
obligó a hacerlo. Los espíritus incorpóreos frecuentemente se sirven del pobre
borracho y lo fuerzan a beber, porque en esta forma los degenerados del mundo de
deseos reciben cierta satisfacción.

Es un hecho interesante que los espíritus elementales subhumanos a veces se
apegan a ciertos individuos, a una familia, o aún a una sociedad religiosa. Sin
embargo, los vehículos de estos elementales no consisten de un "cuerpo de
pecado" compuesto de un cuerpo vital y de deseos enlazados, sino del éter
obtenido de un médium de una naturaleza relativamente moral. Puesto que el éter
así obtenido está en descomposición y les es difícil conservar su vehículo,
demandan a quienes sirven que les alimenten con comidas e incienso. Por supuesto
que estos espíritus no pueden asimilar los alimentos físicos, pero viven a base
de los humos y olores que emiten, aparte de los humos del incienso. Lo anterior
es un ejemplo del hecho de que un ideal noble no nos protege cuando violamos las
leyes de Dios, de igual manera que no podemos evitar una quemadura si colocamos
la mano sobre una estufa caliente, sea cual sea nuestro motivo. Pero cuando un
médium está movido por deseos nobles y por una devoción religiosa intensa, es
difícil que las entidades malévolas se apoderen de su cuerpo vital por mucho
tiempo. Se cansan rápidamente del esfuerzo y buscan otra víctima que sea más de
conformidad con su propia naturaleza.

En la infancia, la sangre suele subir de temperatura hasta un nivel anormal.
En años posteriores, durante el período de crecimiento, frecuentemente es al
revés, pero durante la desenfrenada e impetuosa adolescencia, las pasiones y los
enojos muy a menudo echan afuera al Ego por recalentar la sangre. Con razón
decimos que la ebullición de cólera hace que la persona "pierda la cabeza," o
sea que la incapacita para el razonamiento. Esto es precisamente lo que pasa
cuando la pasión, la rabia o la cólera recalienta la sangre, así expulsando al
Ego de sus cuerpos. Está bien dicho de un individuo en tal estado que "ha
perdido control de sí mismo." El Ego se encuentra fuera de sus vehículos y ellos
están privados de la influencia directiva del pensamiento, cuya actividad en
parte es la de servir de freno al impulso. El gran peligro de tales arranques es
que algún espíritu incorpóreo puede tomar posesión del cuerpo antes que el dueño
vuelva a entrar en él. Esto se llama la posesión. Sólo el hombre que es ecuánime
y que no permite que su sangre se recaliente puede pensar como debe.

Cuando alguien muere durante una pelea o con ira y deseos de venganza,
seguirá apegado a su enemigo por algún tiempo. A veces ocurre que un espíritu
incorpóreo incita a una persona negativa del mundo físico a llevar a cabo la
venganza de aquél y cometer el crimen que aquél quiere.

En los años venideros, cuando la humanidad sea más iluminada y cuando los
jueces, abogados y jurados tengan más conocimientos del estado posterior a la
muerte, no condenarán al criminal porque comprenderán que el asesino a quien se
le da la muerte sin la retrospección y a quien se le arroja al Mundo de Deseos
sin preparación, puede ser de mayor peligro para la sociedad de lo que sería en
carne y hueso. Sin cuerpo, el cuerpo está como un animal salvaje fuera de su
jaula. Tiene mayor campo de acción para llevar su vida de criminal, aunque no
pueden verlo los que "tienen ojos para ver, pero que no ven. " Si en vez de
abrir la jaula y liberar el animal, las autoridades intentaran enlansarlo --
colocándolo donde se le puede enseñar una vida mejor -- salvarían a muchos de
los crímenes que cometerían bajo la influencia de los espíritus invisibles que
están apegados a la Tierra y que todavía albergan odios y deseos. Así es que la
pena de muerte, en vez de servir como un freno, realmente fomenta el
crimen.

La humanidad está escandalizada por la oleada de crímenes que está
recorriendo el mundo entero. Ningún país está libre de su influencia, sobre todo
en las ciudades grandes.

Muchas veces se pregunta, "¿Cuál es el origen de esta degeneración?" El
ocultista puede dar la razón. El conoce las condiciones en el Mundo de Deseos.
Sabe que la región inferior de este mando está llena de espíritus apegados a la
tierra que están en estrecho contacto con el mundo físico. Estos espíritus
tenían odios y deseos fuertes cuando fueron arrojados a una nueva vida. Tales
espíritus todavía albergan sus bajos deseos y buscan la satisfacción.

En el Mundo de Deseos hay también muchos espíritus nobles que comprenden las
condiciones y que se quedan en la región inferior con el propósito expreso de
ayudar a los débiles, enseñándoles y llevándolos por vías más rectas. Pero igual
que los trabajadores sociales de las ciudades grandes en el mundo físico, estos
auxiliares pueden alcanzar solamente a un número limitado. Hay personas
terrestres nobles e inegoístas que, mientras están fuera del cuerpo cuando están
dormidos, prestan ayuda amorosa a estos auxiliares invisibles. En este campo
están muy activos los Probacionistas de la Fraternidad Rosacruz. Ellos también
hacen trabajo social en la región purgatorial.

Si un espíritu malévolo obtuviera satisfacción de sus bajos deseos influyendo
a una persona débil o un médium de quien pudiera aumentar su naturaleza
inferior, le sería necesario más tiempo para superar sus deseos y quedaría
apegado a la Tierra hasta que fuera totalmente purgado. Si un hombre muere antes
de superar su naturaleza inferior, vive con gente parecida por algún tiempo para
satisfacer sus ansias por el tabaco, el licor o la sangre. Aún el lujurioso
puede obtener algún placer influyendo a otros a que ejecuten actos sensuales, a
fin de que pueda gozar de la satisfacción experimentada por ellos.

Así como el espíritu abandona su cuerpo terrestre al morir, de la misma
manera descarta su cuerpo de deseos cuando termina sus experiencias en el Mundo
de Deseos. Después, pasa al Segundo Cielo.

El cascarón de deseos descartado por el asesino o el lujurioso requiere mucho
más tiempo para desintegrarse que el de un alma avanzada. El cascarón, o sea el
cuerpo de deseos descartado, en el cual se ha inculcado una consciencia
individual, es atraído a los con quienes el Ego había formado lazos o sea con
quienes estuvo relacionado en la vida terrestre. Estos cascarones pueden ser
usados por elementales quienes se apegan a algún médium y se hacen pasar por
Lincoln, Wagner u otro personaje famoso que sin duda ha pasado al Segundo Cielo
desde hace muchos años.

El suicida, aquella pobre alma que por desaliento destruye su cuerpo físico,
es uno de los más desgraciados de los espíritus apegados a la Tierra. El ha
destruido el templo que era la morada del Dios viviente.

El hombre durante su vida terrestre prepara el material con el cual construye
la matriz o el arquetipo del cuerpo que va a usar en su próxima vida. Cada
órgano está fortificado o debilitado según sus actos en la presente vida. Ignora
que sus excesos o abusos reaccionarán y le dejarán con un cuerpo debilitado en
una vida futura. Una vida casta y sencilla construye un cuerpo sano. "Así como
sea lo que el hombre siembre, así será la cosecha que recogerá."

Vemos que la muerte no transforma al hombre; un pecador no se convierte en
santo por el hecho de descartar su vestidura exterior. Aquello que el hombre ha
sembrado en su vida, debe cosecharlo algún día, en algún lugar, pero tiene la
oportunidad de arrepentirse y purgarse de sus pecados mientras se encuentra en
la región inferior del Mundo de Deseos. 0 bien, puede optar por quedarse en esta
región después de la muerte, vampirizando a los demás y frecuentando los nidales
que le atrajeron durante su vida terrestre. Puede robar quizás el cuerpo físico
a alguna pobre alma débil, para seguir con su vida libertina y satisfacer sus
bajos deseos. Pero alguna vez tendrá que pagar por las ofensas cometidas; en
algún tiempo, por sufrimiento y tristezas, tendrá que limpiarse de todos sus
pecados y acercarse a Dios en su cuerpo purificado y espiritualizado.

Nadie que mantenga una actitud mental positiva puede llegar a estar poseso,
porque mientras se hace valer su individualidad, esto es suficiente para impedir
que venga algún intruso. Pero siempre hay gran peligro en las sesiones
espiritistas, donde los asistentes se ponen en estado negativo. La mejor manera
para evitar la posesión es la de siempre mantener una actitud positiva. Alguien
que tenga inclinaciones negativas no debería jamás asistir a sesiones
espiritistas, servirse de bolas de cristal o usar ningún otro método para evocar
los espíritus. Esto es perjudicial en todo caso, pues los que han pasado al más
allá tienen su trabajo que hacer y no se debería hacerlos volver acá.

lunes, 8 de agosto de 2011

Mozart: El Gran Mago

Quisiera recomendarles este libro sobre la vida de Mozart que cuenta con la singularidad de centrarse en su vida iniciática, su pertenencia a la masonería y con personajes como Mesmer, Cagliostro, ,etc.

El libro, titulado Mozart: El Gran Mago, está escrito por Christian Jacq conocido por sus novelas sobre el Egipto faraónico y algunas dedicadas a la masonería. Seguramente él mismo, como masón, conoce bien la historia de esta Orden y otros movimientos iniciáticos en Europa, cosa que plasma a través de los cuatro volúmenes que componen esta biografía espiritual.


Editado por planeta, cada uno de los cuatro libros se centra a su vez en cada una en una de las partes de la vida del gran músico que sin duda supo traer lo sublime a nuestro mundo a través de su música.


En definitiva, una obra fácil de leer, que nos aporta una visión más amplia y profunda sobre Mozart, ideal para pasar un rato agradable a la vez que conoceremos las motivaciones ocultas que inspiraron muchas de sus composiciones.

martes, 2 de agosto de 2011

PSICOLOGÍA Y SALUD

Lo que nutre a una cosa contribuye a la formación de su sustancia. El cuerpo físico recibe su nutrimento del plano físico; el alma es nutrida por las influencias que proceden del alma del mundo; el intelecto se nutre, crece y se ensancha en el plano intelectual. Un cuerpo mal nutrido se enferma; un alma que sustenta con deseos mórbidos y anhelos desordenados se deprava; una mente alimentada con teorías falsas, errores y supersticiones, se empequeñece, se pervierte y se vuelve incapaz de mirar al sol de la verdad. El alimento del alma es tan substancial para ellos, como lo es el alimento material para el cuerpo material, el cuerpo, alma y espíritu, siendo tres estados eternos UNO manifestado en tres planos de existencia diferentes, y siendo gobernados por una ley fundamental única.

Lo que el estomago es para el cuerpo la memoria lo es para la mente. Ambos están relacionados: un estomago dispéptico es causa de una memoria defectuosa y de un genio irritable; una índole irritable es causa de indigestión y olvido; el olvido puede producir la desatención, la irritabilidad y la dispepsia. El alma, el cuerpo y la mente son uno en el hombre, y las enfermedades que existen en el uno, puede causar impurezas en los otros; cada pasión en el hombre, cada superstición en la que cree firmemente, es capaz de envenenar su cuerpo y producir cierta enfermedad.


La creencia en la salvación facilitada hace al hombre indolente, la insolencia produce la falta de dominio de si mismo, la cual es causa de la falta de resistencia a las influencias dañosas en el plano físico. Repetidas calamidades físicas pueden hacer a un hombre cobarde, y su cobardía le impide abandonar una doctrina que por intuición sabe que es falsa. La cólera es dañosa no solo a la salud del cuerpo, sino que destierra a la razón perturbando la mente; la ira no solo causa la miopía mental, sino también la física, y con frecuencia un oído defectuosos es la causa de un carácter receloso.


De esta manera se pueden hacer innumerables comparaciones y encontrar analogías, y podríamos citar casos para probar la exactitud de esta teoría, si nos lo permitiese el espacio, y si fuese necesario probar argumentos y hechos la verdad de la unidad del todo, la cual ha de ser evidente para todo aquel que se tome la molestia de buscar en sí mismo la respuesta a semejantes preguntas.

Empero lo superior no puede obra sobre lo inferior sin un eslabón intermedio que los una; el espíritu no puede obra sobre el cuerpo sin el eslabón conexivo del alma, ni el alma sobre el cuerpo, sino por medio de la vida. No podemos preparar por medio del amor un plato de sopa para un mendigo que padece de hambre; pero el amor mueve la voluntad y ocasiona acciones que la mente dirige, y así puede cocerse la sopa después de todo, gracias al poder del amor o caridad. La mayor dificultad para comprender las leyes ocultas, proviene del hecho de no poder percibir las causas remotas, ni tratar de enlazarlas con los efectos últimos, sin la capacidad de ver a través de la red intrincada de causas intermedias entre las dos extremidades.




FRANZ HARTMANN

lunes, 1 de agosto de 2011

ANTIGUOS TEXTOS MASONICOS Y ROSACRUCES

Sin duda emparentadas entre sí, la Masonería y la Orden Rosa-Cruz son tal vez los movimientos esotéricos más importantes surgidos en Occidente durante los últimos siglos. Su influencia en la cultura y sociedad europea son indiscutibles y muchas de las personalidades más significativas en el campo de las artes, la filosofía y la ciencia pertenecieron a una o a ambas organizaciones secretas.



Este libro contiene los dos documentos con los que la orden Rosa-Cruz se da a conocer a principios del siglo XVII: la Fama Fraternitatis y la Confessio Fraternitatis, así como las caras Rosacruces de Karl Von Eckartshausen, uno de los místicos más significativos del siglo XVIII. Igualmente incluye tres de los textos masónicos antiguos más famosos. Dos de ellos, procedentes de finales del siglo XIV y principios del XV, se refieren a los orígenes míticos de la Masonería: el manuscrito Cooke relata la historia del arte de la construcción antes del Diluvio Universal y el Regius cuenta un supuesto viaje de Euclides a Egipto donde fundaría una escuela de geometría y construcción. El tercero, el manuscrito Íñigo Jones es de un época muy posterior pero no por ello está exento de gran interés.

jueves, 28 de julio de 2011

LA SENDA DEL CORAZÓN, por Papus

Conozco un hombre sencillo que nunca ha leído un libro y que, sin embargo, puede resolver los más famosos problemas de la ciencia mejor que muchos científicos. Hay gente humilde sin calificaciones académicas ni experiencia médica para quienes el cielo es tan accesible que los enfermos son sanados a petición suya y los malvados sienten que sus corazones se consumen en amorosa bondad con su contacto. Juana de Arco nunca había leído un tratado sobre estrategia ni visto un campo de batalla pero derrotó en su primer intento a los grandes estrategas de su tiempo! ¿Como pudo ser esto? Es muy sencillo: porque ella se sometió completamente a la Voluntad Divina y no cuestionó al Invisible como hubiese hecho un adepto del plano intelectual.


Debiera uno entonces maravillarse con la embrollada forma en que los críticos miran a estas criaturas animadas por la "viviente luz del Padre" y que son generalmente conocidas como místicos?


Ellos (los adeptos del plano intelectual) no pueden comprenderlos porque tratan de medir facultades universales con las limitadas capacidades de sus cerebros. Porque no puede entenderlo, el crítico insulta al místico y lo tiene en menosprecio, mientras que el místico ora por su atormentador y continúa con su labor de amor.


El sendero del desarrollo espiritual es sencillo y recto hacia delante: "Vive siempre para los demás y nunca para ti"; "Haz a los demás como quieres que se te haga en todas las cosas"; "Nunca hables o pienses mal del ausente"; "Haz lo difícil en lugar de hacer lo que deseas"; - estas son algunas de las fórmulas de la senda mística que conduce a la humildad y la oración.


Existe una forma de purificación física muy querida por el corazón del adepto del plano intelectual: es el vegetarianismo, que debilita la atracción de lo físico. Pero esta purificación no significa nada sin embargo, si al purgar el cuerpo de la influencia animal, no purgamos el cuerpo astral del egoísmo y el influjo de la vanidad, ---cien veces más dañinos que los impulsos nacidos de comer carne. Cuando un hombre piensa que sabe algo y se coloca a si mismo a la par de los Dioses, trabajando para conseguir su salvación personal y se retira en una torre de marfil para purificarse, por qué ha de dársele algo? Piensa que tiene lo que necesita y se considera a sí mismo como una persona pura y conocedora de todo. Pero cuando un hombre es sencillo y sabedor de su debilidad, y conoce que su voluntad carece de importancia si no se conforma con las acciones del Padre Celestial, cuando no está preocupado con su pureza personal ni con sus necesidades sino con el sufrimiento de los demás, entonces el cielo lo reconoce como uno de sus "niños pequeños" y Cristo manda que sea conducido hacia él.



Una madre que ha trabajado toda su vida por educar no sólo a sus propios hijos sino a los de gentes más pobres que ella es mayor delante del Eterno que el teólogo pedante y el así llamado adepto tan orgulloso de su pureza. Esta es una verdad instintiva que impresiona a la gente sin necesidad alguna de demostración porque es una verdad aplicable a todos los niveles. Por tanto que el estudiante aspire a la simplicidad en lugar de la pedantería y se cuide de los hombres que se presenten como perfectos porque "cuanto más alto más dura es la cada!" La Senda Mística requiere así de una ayuda incesante en todas las etapas de la evolución y la perfección.


En el plano físico, ayuda de amigos y maestros que enseñen mediante el ejemplo; en el plano astral, auxilio de los pensamientos de devoción y de caridad que iluminen el sendero y permitan soportar las pruebas por medio de la paz del corazón; por último, en el plano espiritual, asistencia de los Espíritus Guardianes fortalecidos por los sentimientos de piedad hacia todos los pecadores y de indulgencia por todas las debilidades humanas as como orar por todos los ciegos obstinados y por todos los enemigos. Es entonces, que toda la sombra terrenal desaparece lentamente, que el velo es levantado por un momento y que el Divino sentimiento de saber que nuestras oraciones son escuchadas llena el corazón de coraje y amor.

Habiendo alcanzado ese punto el místico no puede entender la necesidad de las llamadas sociedades eruditas, incluso de aquellas dedicadas al ocultismo, ni de libros tan numerosos, necesarios para explicar cosas tan simples. Es muy cauteloso con las sociedades y los libros y se retira más y más en comunión con el desamparado y el miserable. Acata y no lee más, ora, perdona y ya no tiene más tiempo para juzgar y criticar. El intelectual, observando semejante hombre, se pregunta ante todo mediante que libros ha alcanzado aquel estado, también a que tradición pertenece y por último, en que categoría ha de colocarse para... juzgarlo mejor! Busca la "palabra mágica" que el místico usa para curar a voluntad las más malignas enfermedades, por la forma de hipnotismo que le permite influenciar las mentes de otros de tal manera, incluso a remota distancia, y por el propósito egoísta detrás de todo.


Y como el intelectual no encuentra en los libros una respuesta a estas preguntas, y como necesita una explicación para reconquistar su serenidad mental, se dice a s mismo muy gravemente o al círculo de sus admiradores: "Posesión!" o un "Místico!" o "Simple Sugestión!"...y todo está dicho. El intelectual, de este modo se hace un poco más vano y el místico, ---un poco más humilde.


Y mientras que el estudio, la lectura y el tiempo son necesarios para progresar en el plano intelectual, nada de esto es necesario para progresar en la senda mística. Puede ser recorrida casi hasta el final y en una hora de nuestro tiempo terrestre como lo hizo Swedenborg en el primer día de su visión y como lo hizo Jacob Boehme, o puede tomar 19 años incluso antes que su entrada sea descubierta, como fue el caso de Willermoz y muchos ocultistas. La razón es que la puerta hacia esta senda no es abierta por el buscador sino por sus guías invisibles y por la fuerza de su ser espiritual. Por tanto, no hay nada ms fácil ni nada más difícil que seguir esta senda.



Está abierta a todos los hombres de buena voluntad y ningún otro hombre es digno de ella. La entrada es tan baja que sólo los niños pequeños pueden entrar. Como aquellos que acuden a esta puerta son con frecuencia hombres altos y orgullosos que piensan que está por debajo de su dignidad empequeñecerse, la entrada permanece por mucho tiempo invisible para ellos.


Papus
(Gerard Encause)

martes, 26 de julio de 2011

A Los que Lloran a Sus Muertos

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mateo 5:4)


Estas palabras del Gran Confortador que visitó la Tierra hace dos mil años, vienen a la mente de todos durante la fiesta de Pascua, que trae alegría a millones, ya que la Humanidad está despertando, cada día más, a su verdadero significado.


La Pascua, que se celebró una vez por unos pocos cristianos, ya no es sólo una festividad cristiana. Ya no está reservada a los que aceptan el pan y el vino consagrados de las manos de sus sacerdotes. Se ha convertido en un gran día de alegría para los pueblos de todas las naciones y para los seguidores de todas las religiones; incluso para los que nunca pisan una iglesia.


Se ha convertido en costumbre que, tanto las gentes de los distritos rurales como las de las ciudades, elijan una colina para colocar allí una cruz y, en el alegre día de Pascua, se reúnan fraternalmente y adoren en comunidad, sin discriminaciones por razón de raza, credo o color; y, en nombre del más grande Espíritu que jamás haya habitado un cuerpo físico, adoren al Espíritu Universal, ofreciendo alabanzas y agradeciendo la vida y la luz que fueron su tarea en el gran esquema de Dios. Este espíritu universal de la alegría se expresa, precisamente, un día que nos trae a la memoria un hombre clavado en una cruz, que muestra a la Humanidad un rostro contraído por el dolor, y un cuerpo humano experimentando la agonía de la muerte. ¿Por qué se ha de regocijar la Humanidad en un día conectado en la memoria con un acto tal de brutalidad sucedido hace dos mil años?


Cristo Jesús


El hombre, en su ausencia de conocimiento, y en su vaga comprensión de la justicia de un Padre amoroso, ha convertido la tumba en un sepulcro sombrío, algo que produce temor, y en un final para todas sus aspiraciones y ambiciones. Durante edades, ha temido este final de la existencia física y ha hecho de ello un tiempo de intenso duelo, un período repleto de lágrimas. Pero, ese gran Espíritu que tenía poder sobre la vida y la muerte, permitió ser crucificado. Vino a la Tierra con ese fin. Puede, por tanto, surgir la siguiente pregunta: si afirmamos que Jesús el Cristo tenía poder sobre Su vida, ¿por qué permitió que se perpetraran contra él aquellas grandes indignidades y crueldades y por qué no se libró a sí mismo de aquella muerte indigna y cruel?


En la parábola del redil, en Juan 10, Jesús dijo a sus oyentes: “ Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas… Por eso mi Padre me ama, porque yo me desprendo de mi vida para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita. Yo la doy voluntariamente. Está en mi mano desprenderme de ella y está en mi mano recobrarla. Éste es el encargo que me ha dado el Padre”. Hay otra afirmación hecha por Cristo, después de la crucifixión, tras haber experimentado la muerte en la cruz, cuando regresó de los mundos espirituales para reunirse con sus discípulos. En el capítulo 28 de Mateo, versículo 18 , de nuevo proclama tener ese poder: “Y Jesús llegó y les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la Tierra”.



Vida después de la vida


Cristo vino a la Tierra a impartir a los hombres una lección especial y, estando destinado a ser el Salvador de la Humanidad, la lección más importante que podía enseñar era la de la fe. Fe en Su Dios y la fe en una vida tras la muerte. Con su misma muerte debía traer al hombre la fe y la creencia en una vida después de ella. Predicó la inmortalidad y, para imprimir ese hecho en la Humanidad, debió pasar por los dolores de la muerte para volver a la vida y traer al hombre la prueba de una existencia post mortem. Y, para completarlo, se apareció a sus amados discípulos en su cuerpo espiritual. En I corintios, dice Pablo: ”Después se apareció a más de quinientos hermanos juntos; de los cuales, muchos viven aún y otros han muerto”. Anduvo y conversó con ellos para que creyeran que lo que les había predicado, la inmortalidad del alma, era un hecho y que, cuando el hombre abandona su cuerpo físico, sigue viviendo en un cuerpo más sutil y etéreo.


Pablo trae también al hombre mucha esperanza en una vida tras la muerte en el quinto capítulo de II Corintios, versículos 1 y 2: “Es que sabemos que, si nuestro albergue terrestre, esta tienda de campaña, se derrumba, tenemos un edificio que viene de Dios, un albergue eterno en el cielo, no construido por hombres; y, de hecho, por eso suspiramos, por el anhelo de vestirnos encima la morada que viene del cielo.


En el capítulo quince de I Corintios, de nuevo predica a los que no creen en la vida después de la muerte. Este maravilloso capítulo se emplea por la mayor parte de los sacerdotes para proporcionar fe y consuelo a quienes se sienten despojados por la pérdida de un ser querido.: “Se siembra un cuerpo animal; resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo animal, lo hay también espiritual.”


Durante la Antigua Dispensación, y a través de todo el Antiguo Testamento, el hombre tenía muy poca esperanza en una vida tras la muerte. Para él, la tumba ponía fin a todo. Se comprueba esa desesperanza cuando se lee el noveno capítulo del Eclesiastés, versículo quinto, donde se afirma: “Los vivos saben … que han de morir; los muertos no saben nada, no reciben un salario cuando se olvida su nombre”.


Hecho a imagen de Dios


Las enseñanzas rosacruces proclaman que el hombre es un espíritu inmortal hecho a imagen de Dios. Porque, ¿no se nos ha dicho, en el versículo 26 del capítulo primero del Génesis, que Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen?” Por tanto, si Dios es espíritu y el hombre está hecho a su imagen, ¿podemos seguir negando que el hombre no puede morir o que si muriese moriría una parte de Dios? ¿Puede alguien imaginar a un Gran espíritu que crease un ser como el hombre, a su propia imagen, y luego le permitiese morir? ¿Podría tal hombre llegar a ser él mismo un creador, como Dios lo destinó a ser, si una vida terrestre constituyese toda su existencia y si, cuando hubiera vivido sus setenta años saliese de la misma sin ninguna posibilidad de llegar a ser perfecto como su Padre celestial? Si uno se detiene a reflexionar sobre esta materia, se convence de que el hombre también ha de seguir evolucionando, aprendiendo, con el fin de llegar a ser omnisciente como su Padre en el cielo lo es, y de que eso no puede lograrse en una cota vida de unos cuantos años. Para aprender esas lecciones en la Tierra, sobre la que Dios le dio poder, el hombre ha de volver una y otra vez y, en cada encarnación, ha de cargar con su cruz de materia, su cuerpo físico.


El hombre ha de aprender, mediante su cuerpo físico, a convertirse en un creador como su Padre en el cielo. Ésa es la herramienta que utiliza en sus esfuerzos por aprender las numerosas lecciones de vida, con el fin de ser reconocido como hijo por su Padre celestial. Pero esa herramienta, el cuerpo físico, se cansa y se agota; y es necesario darle al espíritu un tiempo para poder digerir y asimilar toda la experiencia adquirida en la Tierra. Por eso Dios ha dispuesto que el espíritu salga de su vieja vestimenta desgastada y funcione en su cuerpo espiritual.


Cuando eso ocurre, el hombre, con su limitada visión, se aflige por el cambio; y le parece la despedida final el hecho de que se desintegre el viejo y desgastado vestido de un ser querido, y pueda funcionar en un traje o cuerpo más etérico, en el que no esté limitado por la distancia, ni sea la materia física una barrera infranqueable para su desplazamiento. Éste es el cuerpo espiritual del que habla Pablo en II Corintios, un edificio no hecho por las manos de los hombres, eterno en los cielos. En ese vehículo, nuestros seres queridos pueden visitarnos y, aunque, en nuestra ceguera, no disponemos de la vista espiritual para percibirlos, no por eso están menos cerca de nosotros. Ellos siguen interesados en nuestro bienestar y, cuando los necesitamos, no nos fallan; nos animan y ayudan mucho más de lo que creemos, aunque con nuestra aflicción podamos obstaculizar su progreso en esa nueva vida a la que se les ha llamado.


Cuando un hombre cae en profundo sueño y su cuerpo físico queda inerte sobre el lecho, está despierto y activo en el reino del espíritu. El cuerpo físico ya no es un obstáculo. Sin embargo, está unido a él mediante el Cordón de Plata, que lo conduce de vuelta a su cuerpo al despertar. Durante la inconsciencia del sueño, está en el país de los muertos que viven y, si lo desea, puede comunicarse con sus seres queridos, que están siempre cerca.


El estudiante de la Fraternidad Rosacruz tiene la certeza de la cercanía de los que han pasado al mundo invisible en lo que, comúnmente, se denomina muerte, y no se aflige como los que no tienen esperanza. Sabe que sus seres queridos no se han alejado, sino que, como dice John McCreery en su poema “No hay muertos”: “No están muertos. No han hecho sino pasar más allá de las nieblas que aquí nos ciegan, a una nueva y mayor vida en una esfera más serena”


Vida inmortal


El conocimiento adquirido por los estudiantes de estas enseñanzas avanzadas ha hecho desaparecer el aguijón de la muerte, pues ellos saben que quienes han abandonado sus cuerpos mortales no están muertos, sino que están disfrutando la libertad de la vida en los mundos espirituales. Están convencidos de que Dios no hizo el hogar del alma humana ni inspiró al espíritu humano con la fe y el amor, para precipitarlo en la muerte, para destruir la obra de sus propias manos. El hombre es la obra maestra de Dios y, como tal, esta chispa de la divinidad, hecha a Su imagen, no puede morir. De otro modo sería destruída una parte de Dios.


Cristo vino voluntariamente a la Tierra para encerrarse en un cuerpo físico, sabiendo que el resultado seria proporcionar esperanza y fe a la Humanidad. Debió morir y resucitar para demostrar al hombre que la muerte es sólo una manifestación física, una liberación de un espíritu divino. Vino a una Humanidad cegada por el miedo a la tumba y para la que ésta era un abismo que engullía y hacía desaparecer al espíritu. Se encontró con la muerte como el rey de los temores y supo que sólo Él podría devolver al hombre la fe en una vida inmortal y proporcionarle la certeza de que es un espíritu glorificado. Dejo estas palabras confortadoras, que traen solaz y fe a quienes creen en Él:


“No estéis agitados; fiaos de Dios y fiaos de mi. La casa de mi padre tiene muchos aposentos. Si así no fuera, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os lo prepare, volveré para llevaros conmigo; así, donde esté yo, estaréis también vosotros.”(Juan 14: 1-3).

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miércoles, 20 de julio de 2011

Retraso Mental

El retardo o retraso mental es uno de los más trágicos y el menos comprendido de los problemas sociales. Años pasados, a los retardados mentales se los consideraba fuera de toda ayuda, siendo observados simplemente como una horrible y deplorable condición y se los dejaba vegetar fuera de la vista de la gente 'Respetable", recientemente con el progreso se ha hecho más caridad con el trato de estos infortunados individuos, y la actitud pública general les está permitiendo convivir como miembros reconocidos por la sociedad, a menudo actuando provechosamente dentro de su limitado campo de posibilidades.


De cualquier manera el progreso no suprime el dolor experimentado por los padres y familiares de estos tristemente afectados individuos. Si la causa del retardo mental fuera conocida, los conflictos y torturas experimentados por estas personas podrían suprimirse mejor y la humanidad comenzaría a actuar para dar una eventual solución al problema.


El retardo mental es considerado como una enfermedad, como cualquier otra sufrida por el individuo, engendrada solamente por su comportamiento durante la presente, o anteriores encarnaciones. Bajo la ley de consecuencia, debemos cosechar aquello que precisamente sembramos, y si nuestra conducta fue depravada o nuestro comportamiento incorrecto en cualquier sentido, debemos pagar esa deuda en nuestra encarnación física para así poder luego evolucionar.


Las aflicciones que afectan a la humanidad se pueden dividir en dos categorías: Mentales y Físicas. Las perturbaciones mentales son particularmente atribuibles al abuso de la función creadora. Así como el Espíritu Santo es la energía creadora en la naturaleza, la energía sexual es su reflexión en el hombre y el abuso de esta fuerza es la transgresión que debemos pagar en detrimento de nuestros vehículos hasta que comprendamos la parte Santa de la fuerza creadora. Las enseñanzas ocultas nos dicen que esta fuerza no debe ser usada para la gratificación sensual sino solamente para la propagación. El despilfarro de esta energía creadora podría ser transmutada en energía espiritual y usada en los planos superiores como agente de la Epigénesis (la habilidad de crear cosas nuevas).



La ciencia oculta también enseña que el cerebro y la laringe fueron construidos por los Angeles con la mitad de la fuerza creadora del hombre, quien antes de la adquisición de estos órganos, era bisexual y capaz de crear por sí mismo sin la cooperación de otro; pero dicha facultad se perdió cuando estos órganos fueron creados, y ahora es necesario la cooperación de otro ser del sexo opuesto para la generación de nuevos cuerpos para los espíritus que desean renacer. Hay todavía una interna conexión entre la actividad mental y sexual y el poder de la palabra. La evidencia de este afirmacion está en el caso de los maniáticos del sexo, quienes terminan idiotas incapaces de pensar correctamente porque están continuamente ocupados en enviar al exterior no solamente la parte de la fuerza sexual que es normalmente usada para la propagación, sino que también gran parte de la fuerza que podría ser usada para la construcción del cerebro, haciéndolo así capaz de producir pensamiento.


La visión espiritual revela que cuando el hombre estaba todavía en formación había una corriente de deseos donde quiera que ahora hay un nervio; la mente y la laringe mismas fueron hechos primero de sustancia de deseos. El deseo enviaba primero un impulso a través de la mente y creaba estas corrientes nerviosas, que hacían posible el movimiento del cuerpo y obtenía la gratificación indicada por el deseo. La palabra también es usada con el propósito de obtener un objeto deseado o un fin; a través de estas facultades el hombre ha obtenido cierto dominio sobre el mundo.


No obstante bajo la ley de consecuencia, él toma para sí un nuevo cuerpo, órganos y facultades que son similares a los que abandonó en la anterior oportunidad. Cuando la pasión ha arruinado el cuerpo en una vida, ésta se estampa en el átomo simiente. En el próximo descenso al renacimiento le es imposible al Ego tomar buen material con el cual pueda construir una sólida mentalidad.


El nace usualmente bajo uno de los signos comunes del Zodíaco, y por lo general los cuatro signos comunes están colocados en los ángulos para que los deseos pasionales encuentren dificultad de expresarse. Vemos pues que el poderoso impulso que antes regía en su mente, el cual debería ser usado para el propósito de la regeneración, está ausente; a él le falta la iniciativa en la vida y por ende viene imposibilitado y a menudo demente.

Como quiera que sea el espíritu no es demente, el ve conoce y tiene un vehemente deseo de usar el cuerpo, aunque sea un imposible, pero a menudo no puede enviar siquiera un simple impulso a través de los nervios, y los músculos del rostro y del cuerpo por consiguiente no están bajo el control de su voluntad. Este fenómeno de la falta de coordinación es el que hace del afligido un hecho lastimoso a la vista. De este modo es como el Espíritu aprende una de las mas duras lecciones de la vida: que es peor que la muerte el estar atado a vivir en un cuerpo inhábil sin encontrar expresión a través de él, porque la fuerza necesaria de deseos que acompaña al pensamiento, palabra y movimiento, ha sido consumida por un vivir incorrecto en las vidas anteriores y regresa el Espíritu sin la energía necesaria para manifestarse en su instrumento carnal.


Hay una notable excepción a la regla general de que los mentalmente retardados sean por el abuso de la función creadora en una vida pasada. Cuando un Ego desciende para el renacimiento, ve enteramente el panorama de su próxima vida y si a él le parece particularmente dura, procura salir fuera de la "escuela de la vida". Para esta época la conexión entre el cuerpo vital y los centros sensoriales del cerebro en el feto ya ha sido realizada, por consiguiente el esfuerzo del Espíritu por escapar del útero materno es frustrado. El tirón dado por el Ego desarregla las conexiones de los centros sensitivos entre el cuerpo físico y el etérico en tal forma que el cuerpo vital no queda concéntrico con respecto al cuerpo físico, causando que la cabeza etérica se extienda por fuera del cráneo físico, por esto es imposible para el espíritu usar el vehículo denso, está atado a un cuerpo sin mentalidad y la encarnación es prácticamente perdida.


Hay también casos más tarde en la vida que debido a un fuerte susto el Espíritu intenta salir del cuerpo físico con sus vehículos invisibles. Como resultado un tirón similar es dado por los centros sensoriales del cerebro, y el susto desarregla la expresión mental. Todos luego de haber estado asustados, probablemente hayan sentido una sensación similar, una agitación, como si alguna cosa estuviera intentando salir fuera del cuerpo denso. Esta sensación es causada por el cuerpo vital y de deseos, los cuales actúan velozmente, tanto que un tren expreso es lento en comparación. Ellos sienten el peligro, y se impactan antes que el susto haya sido transmitido al inerte y lento cuerpo físico, en el cual ellos están anclados, y el que evita su escape bajo tensiones ordinarias. Algunas veces, siempre que el estímulo sea demasiado fuerte se produce una desconexión sobre los centros etéricos sensoriales, exactamente como cuando se ha estirado un elástico y que puede recuperar su elasticidad, también en estos casos, es más fácil recuperar las facultades mentales que en los casos en los cuales es una demencia congénita traída de vidas pasadas, y que es causa de la inadecuada conexión. De tal manera vemos que el retardo mental no es el resultado de una injusticia de parte de Dios, no es un infortunado accidente; es el resultado de la propia conducta del Ego, así como en el caso de todas las dolencias, la aflicción individual ha sido traída por sí mismo.

Por supuesto que los mentalmente retardados no deben ser observados de ninguna otra forma que con profunda simpatía y atención. Todos los esfuerzos deben ser hechos para continuar expandiendo los bellos programas de educación y auto ayuda que ahora se ha comenzado a administrar para muchos de estos individuos. Ciertamente es por medio de la compasión y el amor que ellos pueden recibir orientación para trabajar, dentro de sus limitadas condiciones físicas, instándolos al esfuerzo de manera de que esta encarnación no sea perdida, sino por el contrario la misma constituya la más severa lección que tienen que aprender.


El retardo mental está siendo atendido, pero la humanidad debería de ir mucho más allá. A esta altura de la evolución y desarrollo humano y tecnológico de nuestra época es motivo de esta aflicción y el impropio uso de la fuerza creadora, viene a ser universalmente reconocido; la actitud moderna general que perdona una moral laxa y el estímulo de la indulgencia sexual, para la obtención del placer, no puede ayudar, pero las consecuencias serán desastrosas en un futuro para muchos miembros de la raza humana. Tal conducta deberá ser expiada, y la indulgencia de su pasión en la vida presente, segará las consecuencias en esta vida o en otra.


Nosotros hemos pasado a través de estados parecidos al mineral, vegetal, y animal antes de estar en estado humano, como somos actualmente, y más allá hay evoluciones superiores las cuales nos aproximan más y más a la Divinidad. Es nuestra pasión animal la que nos limita en el sendero del logro y de la pureza.


Es obvio también que muy poco progreso material puede ser hecho por un inhabilitado mental.


En el presente estado de evolución toda nuestra fuerza vital excepto la insignificante cantidad requerida para la propagación de la raza puede ser transmutada por sublimación de la mente y emociones en fuerza del alma.


Hasta que estos factores no sean reconocidos y aceptados por la generalidad, la raza no se librará de las limitaciones tanto físicas como mentales, las cuales ahora nos están causando mucho sufrimiento y nos impiden evolucionar.


FIN 

Extraido de: : http://www.rosicrucian.com/foreign/framespa00.html



miércoles, 15 de junio de 2011

Mediumnidad

Para comprender la mediumnidad es necesario saber algo de los varios cuerpos del hombre. Además del cuerpo denso, instrumento que el ego usa para propósitos materiales, el hombre posee un cuerpo vital compuesto de éter, un cuerpo de deseos o emocional, y una mente. El espíritu individualizado o ego, vive dentro de estos vehículos que se interpenetran y los usa para adquirir experiencia en la escuela de la vida.

En el estado de vigilia el cuerpo denso y el cuerpo vital, (este último interpenetrando y sobresaliendo como pulgada y media del primero) quedan dentro de una nube en forma de ovoide. Esta nube ovoide está compuesta por el cuerpo de deseos y la mente. Todos estos vehículos son concéntricos y es la interpelación del uno dentro del otro, quedando los centros de percepción de unos propiamente alineados con los centros de los otros, lo que facilita al ego manipular el complejo organismo y ejecutar en forma metódica los procesos de vida llamados razonamiento, habla y acción.

Cuando el cuerpo denso duerme, hay una separación de los vehículos. El ego y la mente revestidos del cuerpo de deseos se retiran de los cuerpos vital y denso, estos últimos permaneciendo en la cama mientras los cuerpos más sutiles flotan sobre el cuerpo que duerme, conectados a él por el cordón plateado. El proceso de restauración comienza poco después. En casos normales el cuerpo de deseos que ha sido armonizado en el Mundo del Deseo imparte energía rítmica al cuerpo vital, y éste, a su vez, comienza a trabajar sobre el cuerpo denso, eliminando los productos de descomposición principalmente por medio del sistema nervioso simpático. El resultado es que el cuerpo denso queda restaurado y repleto de vida cuando por la mañana el cuerpo de deseos, la mente y el ego entran nuevamente en él despertándolo.

Al morir, la separación entre los cuerpos es la misma que durante el sueño. Los llamados muertos tienen ego, mente y cuerpo de deseos. Algunas veces, por algún tiempo, permanecen conscientes del mundo material que han abandonado. Algunos se apegan a la vida terrestre y no se deciden a aprender sus nuevas lecciones. Estos son los llamados espíritus apegados a la Tierra. No pueden, sin embargo, funcionar en los mundos visibles sin un cuerpo y hacen uso de aquellos seres vivos, cuyos cuerpos densos y vitales están flojamente conectados ' El grado de laxitud entre los vehículos denso y vital no es el mismo en todos los egos. Hay personas cuyos cuerpos denso y vital están más estrechamente entrelazados. Estos son los materialistas. Las personas cuyos cuerpos no están tan fuertemente entrelazados pueden en cierta forma percibir y responder a las vibraciones espirituales y se desarrollan por su propia voluntad convirtiéndose en ocultistas o clarividentes entrenados. Aquellos de voluntad débil desarrollan solamente con ayuda de otros y en forma negativa. Estos seres son víctimas propicias para los espíritus apegados a la Tierra que simulando ser guías espirituales desarrollan sus víctimas como médiums de trance o como médiums de materialización, si la conexión entre los vehículos denso y vital de la víctima es especialmente floja.

Un médium es un clarividente involuntario o negativo que tiene los cuerpos denso y vital flojamente conectados y bajo el control de un espíritu del mundo del deseo. Es el mismo caso de un hipnotista y su víctima en el mundo físico. En el caso de un médium de trance, todas sus experiencias espirituales tienen lugar mientras su cuerpo físico permanece inconsciente o en trance. El ego revestido de los cuerpos mental y de deseos abandona el cuerpo físico. El espíritu-guía o control lo ocupa. Esta misma separación ocurre en el estado de sueño con la diferencia de que en el ensueño el cuerpo permanece inhabitado. El espíritu control se apodera de¡ cuerpo físico de¡ medium y lo usa para sus propios fines, a veces con gran perjuicio para éste. Por ejemplo, cuando tal espíritu-control ha sido en vida un adicto a drogas o un libertino, usará ese vehículo para satisfacer su sed de licor o sus bajas pasiones. Nunca recalcaremos suficiente- mente la importancia de¡ cuerpo físico como nuestro más valioso instrumento, y el grave error que se comete cuando lo entregamos a un espíritu-control o un hipnotista.

Un espíritu errante es una réplica exacta de un hipnotizador excepto que el espíritu errante es invisible y tiene más poder sobre su víctima. Este espíritu es considerado como un ser elevado o ángel incapaz de hacer daño, y deseoso de ayudar a diseminar la verdad. De hecho no hay poder transformador en la muerte. El pecador no se convierte en santo ni el ignorante en sabio al morir, y es una realidad triste para el clarividente entrenado ver como los espíritus-guías o controles se imponen a sus incautas víctimas quienes no pueden distinguir ni comprender el verdadero carácter de estos impostores, aceptando sus frases melosas y huecas como sabiduría divina. Aunque estos espíritus han hecho algún bien al probar fuera de toda duda la continuidad de la vida después de la muerte, han hecho también mucho daño a los médiums.

Es de esperarse que espíritus de alta naturaleza ética o gran desarrollo espiritual no traten de controlar al médium total- mente. Los espíritus errantes o de baja categoría lo hacen para tener un vehículo con el cual satisfacer sus ansias de bebidas y sexo. En esta forma causan estragos en el cuerpo del médium.

En el caso de médiums materializadores el espíritu guía pone la víctima en trance y extrae el éter de su cuerpo vital a través del bazo. Este éter lo usa para las materializaciones. Como hemos dicho anteriormente, la única diferencia entre un médium y una persona ordinaria es la laxitud entre sus cuerpos denso y vital. Esta laxitud permite al espiritu-control o guía extraer el éter casi por completo. El cuerpo vital es el vehículo que especializa la energía solar que nos da vitalidad. Privado de su principio vitalizante, el cuerpo del médium en el momento de la materialización se encoge aproximada- mente a la mitad de su tamaño. La carne se torna blanda y la chispa de la vida apenas arde. Cuando termina la sesión y el cuerpo vital le es devuelto al médium, éste despierta. Se siente muy extenuado y algunas veces recurre a la bebida para reponer sus fuerzas, En estos casos la salud se quebranta y el médium se con- vierte en una ruina humana, Desgraciada- mente, la gran mayoría de los médiums no están conscientes de estos peligros, especial- mente de los peligros que le amenazan al morir. Entonces su guía puede apoderarse del cuerpo de deseos. Aún en vida, si el médium trata de evitar que él use su cuerpo impunemente, hallará que no tiene poder para impedirlo. Al morir el médium y hallarse los dos espíritus frente a frente, los peligros son aún mayores. Se sabe de casos donde el médium ha repudiado y tratado de escapar del agarre de su guía, pero sin poder lograrlo. Estaba indefenso. Algunos médiums han confesado como han sido empujados irresistiblemente al crimen o suicidio por estos guías o espíritus-control. Han rogado que los dejen en paz, pero en vano. Muy raras veces se oye decir que estos guías han mostrado piedad. Una vez que la persona se convierte en médium no tiene escapatoria.

No puede impedir que el guía entre en su cuerpo. Mientras el médium es dócil y obedece al guía, todo marcha bien, pero si protesta y desobedece, encontrará que el guía tiene dominio y espuelas y las usa sin misericordia.

El guía saca los cuerpos superiores y espíritu del médium que no ofrece resistencia y toma posesión completa. Al retirarse se lleva parte del cuerpo vital del médium, lo que le sirve para dominarlo permanente- mente. En algunos casos no se conforma con tomar prestados los vehículos, sino que se apodera de ellos y deja fuera al dueño para siempre. El cuerpo es el mismo, pero el ego es extraño y sus hábitos cambian. Esto es obsesión.

Puede comprobarse fácilmente, pues el iris de sus ojos no responde a la luz ni a la distancia. No contrae ni expande. Solamente el dueño de un cuerpo puede manipular los ojos. En el médium estos están cerrados o tienen una mirada fija y vidriosa.

La lección por aprender de estos cono- cimientos es que debemos mantener completo dominio sobre nuestros vehículos y bajo ningún concepto permitir que se nos hipno- tice o controle desde afuera. Tampoco debemos asistir a sesiones espiritistas o demostraciones hipnóticas porque la actitud negativa que se observa en esas reuniones hace a uno vulnerable a la obsesión.

NUESTRO LEMA DEBE SER DOMINIO PROPIO
Y NO DOMINIO SOBRE LOS DEMAS.

Extraido de: : http://www.rosicrucian.com/foreign/framespa00.html

martes, 24 de mayo de 2011

Vida Más Abundante

El gran cambio denominado, generalmente, muerte, no respeta a nadie. Llega, indistintamente, a los jóvenes, a los maduros y a los ancianos. Todos, sin excepción, son forzados a abandonar algún día su vestidura física y a encaminarse a una nueva residencia, más allá de nuestra presente esfera de percepción.



Sabiendo que este cambio es inevitable, se hace necesario aprender lo más posible sobre esa gran transición. Para los ignorantes, este fenómeno es algo que trasciende la razón y, por consiguiente, en el momento de tenerlo que enfrentar, sin víctimas de un miedo rayano en el pánico. Sin embargo, ese terror no ha existido siempre. En el lejano pasado, cuando la conciencia del hombre estaba más enfocada en los reinos espirituales que en el físico, la pérdida del cuerpo apenas era percibida. Él se sabía un espíritu y era, por tanto, consciente de que su cuerpo físico era algo que había adquirido, que conservaría durante un tiempo determinado y luego lo desecharía, como el árbol desecha la hoja, y lo reemplazaría por otro cuando fuese necesario.



De modo que, hasta que no perdió la visión de su morada celestial y la certeza de ser un espíritu inmortal que, de vez en cuando, ocupaba un cuerpo físico, no comenzó a identificarse con éste y a considerarlo como su yo real y, consecuentemente, a temer una hipotética existencia sin él. Así pues, la mayor parte de los humanos han enfocado hasta tal punto sus conciencias en lo material, que están convencidos de ser sus cuerpos físicos y de que, en el momento en que éstos sean aniquilados por la muerte, su existencia dejará de ser posible.



Al hombre o la mujer espiritualmente iluminados les parece casi imposible que tal condición pueda ser posible pero, desgraciadamente, lo confirma permanentemente nuestro entorno que entierra, sin esperanza, a sus ya llamados muertos, sin caer en la cuenta de que sus espíritus están regresando a su hogar en el mundo celestial para enlazar allí con una ininterrumpida existencia.



Para traer consuelo, pues, a aquéllos que no conocen los hechos relativos a la así llamada muerte, vamos a estudiar la verdad sobre este fenómeno.



El hombre, el YO real, es un espíritu puro diferenciado EN el cuerpo de Dios, constituído por el sistema solar entero, tanto lo visible como lo invisible de él. Su destino es llegar a ser un dios creador, como nos dice el iniciado Pablo. Para desarrollar sus potenciales poderes divinos, pasa por distintas fases evolutivas, desde la más etérea hasta la más densa, adquiriendo experiencias que, lenta pero indefectiblemente, permiten ese desarrollo. Durante un período de esa evolución reside en este plano terrestre y ocupa, de vez en cuando, un cuerpo físico. El tiempo que pasa aquí, sin embargo, es sólo una mínima parte de su existencia. El resto de ésta transcurre en esferas más elevadas, en las que recibe otras instrucciones y desarrolla otras tareas, siempre con la finalidad de transformar sus fuerzas latentes en energía dinámica, lista para ser empleada en cualquier momento bajo el control directo del propio espíritu, que es el verdadero YO.



Cada vez que un individuo desciende al plano terrestre, queda enclaustrado en un cuerpo físico, dependiendo la duración de su vida terrena del número de lecciones que ha venido a aprender. Hay egos que vienen para aprender lecciones sobre la construcción prenatal de cuerpos y que descartan su vehículo físico tan pronto como han cumplido ese objetivo, unos a los pocos días, otros tras unos meses y otros, pasados unos años. Los hay que emplean su cuerpo físico hasta la adolescencia o hasta la edad adulta o hasta la vejez. Pero siempre, la duración de la vida dependerá del aprendizaje de ciertas lecciones que son necesarias para avanzar en su evolución y nunca del azar.



Debido al erróneo empleo de su libre albedrío, hay quienes, al fallecer sus allegados, mediante sus lamentaciones y confusión subsiguientes, hacen fracasar temporalmente los planes de la naturaleza al impedirles realizar en sus vehículos superiores la grabación del panorama de la vida que ha concluído, elemento esencial para su subsiguiente progreso en el mundo celestial. En tales casos, ese espíritu regresa junto a los responsables de tal pérdida, renace en su hogar y muere de niño a la vida terrena, para ir directamente al Primer Cielo, donde se le imparten las lecciones que se contenían en la grabación frustrada.



Al tiempo de fallecer, tanto los niños como los adultos son recibidos por parientes y amigos cariñoso y, a veces, por ángeles, que les ayudan a adaptarse a la existencia en el más allá.



La vida de los niños en el mundo celestial excede en hermosura a todo lo imaginable. Cuando los padres conozcan la deliciosa existencia que sus pequeños disfrutan y comprendan los grandes beneficios que para sus hijos supone esa limitada permanencia allí, su pena quedará considerablemente mitigada y las heridas de sus corazones sanarán más rápidamente.



Los que abandonan sus cuerpos físicos en condiciones normales quedan completamente liberados de ellos apenas se concluye la grabación en el cuerpo de deseos del panorama de la vida recién vivida. Debería proporcionarse al espíritu tres días y medio de quietud y silencio tras la muerte, para permitir la correcta grabación del panorama de la vida terrena, conservado en el éter reflector del cuerpo vital, en el átomo simiente del cuerpo de deseos, vehículo éste en que el Espíritu funcionará en los mundos superiores. Las imágenes transferidas al cuerpo de deseos, vehículo de los sentimientos y las emociones, serán la base de los sufrimientos que experimentará el espíritu en el Purgatorio por las malas acciones cometidas, y del disfrute por las buenas, en el Primer Cielo.



El tiempo de permanencia en el Purgatorio puede acortarse si el Espíritu reconoce el mal causado y los errores cometidos cuando las correspondientes imágenes aparecen en el panorama de su vida, y no trata de excusarse o de justificarse o se deja llevar de nuevo por la ira o el odio del pasado. Esta cooperación voluntaria por parte del Espíritu reduce considerablemente el dolor derivado de la purgación que sigue a la muerte.



En cuanto el cuerpo físico es abandonado, se abren las puertas al reino elemental; las fuerzas que compenetran la tierra, el agua, el aire y el fuego se retiran de la forma inanimada, y los componentes del cuerpo son restituidos a sus respectivos reinos. La extraña sensación que produce una cámara mortuoria y el miedo que la mayoría de la gente tiene a los muertos son debidos al estrecho contacto que en esos momentos existe entre esos seres elementales y los humanos que rodean el cuerpo inanimado. Esas fuerzas están siempre presentes y son extremadamente activas cuando se desintegra cualquier clase de materia orgánica y sus partículas componentes se reintegran a las respectivas esferas.



El sufrimiento, las lamentaciones, los pensamientos de desesperación y la añoranza y deseos de que regrese el difunto, no hacen más que mantener al Espíritu pegado a la tierra, impidiéndole tomar parte en las actividades propias de su nueva vida.



En cambio, los pensamientos de amor, de ánimo, de esperanza, de alegría y buena voluntad, son todos beneficiosos y de valor realmente inestimable.



En vez, pues, de abandonarnos a prácticas dañinas que, en realidad, impiden el progreso del Espíritu que se ha ido, debemos orar cada noche, pidiendo que se nos permita, al dormirnos, ir junto al ser querido. El deseo nos transportará inmediatamente allí y podremos pasar horas en su compañía, lo que resultará más provechoso para ambos y, con el tiempo, hará posible traer, al regresar a la conciencia de vigilia, muchas de las experiencias vividas en los planos invisibles. Del mismo modo y con el mismo método, podemos encontrar en la región purgatorial a amigos difuntos y acortar considerablemente su permanencia en ella.



El tiempo que se permanece en el Purgatorio es comparativamente corto: más o menos, un tercio del vivido en el Mundo Físico. En cambio, la vida en el Primer Cielo dura cientos de años. Es una región de alegría, sin un solo momento de amargura. Allí la enfermedad, la tristeza y el dolor son desconocidos, y se desarrollan todas las actividades ennoblecedoras a cuya realización ha aspirado el espíritu sin lograr llevarlas a cabo. Hermosas casas, flores, árboles, etc. están hechos de la sutil sustancia del Mundo del Deseo que, no obstante, para los habitantes del mundo celeste, resulta tan tangible como nuestras posesiones materiales lo son aquí para nosotros.



Esa gloriosa región del Cielo es, pues, un lugar de progreso y contiene todo lo bueno y deseable a las aspiraciones humanas. Allí el estudiante y el filósofo tienen acceso instantáneo a todas las bibliotecas del mundo; el artista, con el poder de su imaginación, puede crear formas en vivos colores de centelleante vida y hermosura inconcebible aquí; el escultor puede moldear con facilidad los materiales plásticos de ese mundo en estatuas cuya delicada belleza nunca había imaginado durante su vida terrena; el músico se beneficia también grandemente y escucha el eco de melodías celestiales mucho más dulces y más permanentes que nunca oyera en la tierra, y su Espíritu se deleita con su exquisita armonía. El poeta encuentra una inusitada inspiración en cuadros, música y colores, que podrá usar en su próxima encarnación; y el filántropo elabora planes altruistas para desarrollarlos en sus futuras vidas.



En esa región vemos la razón de los fracasos del pasado y aprendemos cómo vencer los obstáculos y evitar los errores que nos impidieron realizar nuestros planes.



Así que, tras una corta estancia purificadora en el Purgatorio, ésta es la región en la que pueden ser localizados nuestros seres queridos, preparándose para una próxima vida más eficiente y más amplia en los años por venir.



Concluyendo, recordemos que el Espíritu, el hombre o la mujer reales, es inmortal y, por tanto, no puede morir. De modo que la palabra muerte, aplicada al corte de la conexión del Espíritu con su cuerpo físico, es inadecuada porque, precisamente, su liberación de ese vehículo lento, pesado e imperfecto, significa vida, libertad, evolución y una vida más abundante en un hogar en el que proliferan la alegría, la felicidad, la paz, la comprensión y el progreso.



miércoles, 30 de marzo de 2011

EL SIGNIFICADO REAL DE LA MEDITACIÓN

Esta mañana vamos a hablar del verdadero significado de la meditación. Hay muchas quejas en el mundo del ocultismo respecto a la meditación. Muchos aspirantes dicen que parece que no logran meditar, o que no saben como, o que no saben si están meditando realmente o no, o que no pueden sostener la mente enfocada, etc. Para empezar, necesitamos aprender qué es meditar, para poder desarrollar una mayor claridad mental al respecto y aprender a hacer un mejor uso de este principio, para que nos ayude en el Sendero del Retorno.

La corriente oriental de pensamiento nos dice que uno ha de llevar a cabo muchos ejercicios de concentración. Una forma de hacerlo es dar al aspirante un objeto sobre el que ha de concentrarse. Esto rara vez funciona. La mente occidental no suele fascinarse lo suficiente con un objeto singular como para que la atención distraída de la mente no tenga que volver una y otra vez al objeto. Las mismas fuentes Orientales nos dicen que la meditación no sucede hasta que el aspirante ha desarrollado un alto grado de concentración. En nuestro trabajo, el desarrollo de la concentración y la meditación del aspirante siguen una ruta diferente. Por eso hay tantos símbolos en este trabajo. Los Adeptos del pasado conocieron los principios de la consciencia y los usaron para ayudar a los aspirantes a tratar con su propia consciencia.


En la Tradición Occidental usamos cierto tipo de símbolos, grifos sintéticos e imágenes pictóricas para educar al aspirante en el arte de la concentración y la meditación, pero el adiestramiento es diferente al realizado por otras escuelas en el pasado e incluso quizá en el presente. Carl Jung se aproximó a la idea del empleo de lo símbolos de forma maravillosa y ayudó a que muchas personas emprendiesen el sendero espiritual al descubrirles el poder del uso de los símbolos.


No debiera sorprendernos que los símbolos tuviesen tal poder, usados con propiedad. Soñamos con imágenes pictóricas, que son símbolos. El habla es un símbolo de segundo orden. Primero tenemos una idea sin forma, luego la consciencia le da una forma. Este es su símbolo básico o raíz. El pensamiento le da su forma, y después usamos unas pocas palabras para comunicar la forma o la imagen pictórica que estamos sosteniendo. El habla es bastante indirecta en cuanto a su capacidad de decirnos lo que es la mente y la consciencia, lo que ésta puede hacer y, ciertamente, en cuanto a su habilidad para ayudarnos a concentrarnos y meditar. Al fin y al cabo, nuestra consciencia permanece aún en un estado en el que merodea indisciplinada, bastante parecido al animal. Normalmente, la mente deambula pensando sobre qué pasó ayer y qué puede pasar mañana. Salta de un lado a otro, porque asocia ideas. Raramente permanece en un solo rail. Pero cuando un científico está llevando a cabo un experimento, su consciencia permanece bastante enfocada: ¿por qué? Tomad nota: ¡ESTÁ INTERESADO!


Este es uno de los secretos principales sobre como usar la consciencia en la meditación. Es vital respecto de nuestro logro espiritual. El científico está interesado y puede trabajar y trabajar con una idea porque está enfocado. Lo mismo con un artista. Se llega a perder dentro de una idea. Esto es concentración. ¿Por qué se concentran tan intensamente el artista y el científico? A causa de su profundo interés. El tratar de ver a Dios desde un área que no atrae naturalmente nuestra atención es ir en contra de los principios de la consciencia. No “usas lo que tienes” para ayudarte. Ninguno de nosotros tenemos que aprender a concentrarnos o meditar. No estaríamos aquí si no supiéramos hacerlo. Hizo falta una gran cantidad de meditación y concentración para que cada uno de nosotros construyese su cuerpo en todos los estados por los que ha pasado. Fue un esfuerzo de una gran concentración, que puede explicar por qué estamos tan encantados con nosotros mismos. La cosa que más nos interesa es nosotros mismos ¿Por qué? Bueno ¿Por qué no? Solo a través de nosotros mismos encontramos un punto focal que realmente nos va a permitir saber quién y qué somos. En tanto en cuanto cada uno de nosotros es un centro de consciencia para Dios, cuando nos concentramos, con bastante naturalidad, en nosotros mismos, nos estamos concentrando en Dios. Estamos encantados e interesados en todo lo concierne al yo.


Por supuesto, el inmaduro expresa este principio de forma inmadura e incluso maligna, lo reconocemos. No obstante, las repercusiones de tal inmadurez proporcionan una percepción superior un aprendizaje paulatino. El principio de estar vitalmente interesado en uno mismo está bien, y no hay que pensar que es indicativo de algo terrible. No se puede hacer nada al respecto. Hemos de tener ese interés en nosotros mismos o seríamos incapaces de aspirar. Ser capaces de expresarnos en el plano externo, capaces de usar nuestro vehículo, son pruebas de que tenemos una tremenda habilidad para concentrarnos. Este es solo un ejemplo; Un niño jugando muestra un alto nivel de concentración. Nació sabiendo cómo hacerlo. Todo lo que ha tenido que hacer es ir volviéndose lo suficientemente mayor como para dejar que su consciencia empezase a trabajar con ciertas ideas. Su cerebro hizo crecer un vehículo hasta el punto en que era capaz de concentrarse en cosas tales como el juego, el habla, el tacto, etc. Incluso en la niñez no hemos tenido que aprender a concentrarnos. Ya sabíamos.


Tampoco hemos tenido que aprender a enamorarnos ¿no? ¿Hay algo más concentrado que estar enamorado? La consciencia está tan enfocada y tan enfilada como nunca. Despertarse, dormirse, comer, trabajar, todo se resuelve alrededor de un pensamiento. Es un acto natural de concentración y meditación, porque cuando amamos realmente, hay una tremenda energía tras el foco total de la vida. Se convierte en una especie de meditación, especialmente para quienes tienen capacidades emocionales maduras. No tuvimos que aprender a enamorarnos, a jugar o a construir nuestros cuerpos en esta encarnación. En un momento dado, cuando comenzamos nuestro viaje, mayormente inconsciente, desde Dios, y de vuelta a Dios con percepción consciente, “aprendimos” a juntar los materiales de sustancia cósmica para construir nuestros cuerpos en actos de concentración. Aprendimos cómo hacerlo más y más como seres auto-conscientes, y lo hemos estado haciendo durante milenios, para llegar a nuestro actual nivel evolutivo. Somos seres antiguos, cada uno de nosotros, mucho más de lo que podemos empezar a comprender, aunque aún somos manzanitas verdes en el Árbol de la Vida. Y algunas de ellas, tremendamente ácidas. No obstante, como sabéis, las manzanas ácidas maduran.

Meditación y Concentración son poderes y habilidades. Como son algo que ya tenemos, lo que necesitamos es comprenderlo para poder operar con las leyes de nuestra propia consciencia. Así podemos dirigir nuestra concentración y nuestra meditación sobre las áreas que necesitemos, para alcanzar una vida más bella, más espiritual, y la verdadera unidad con el Creador. Entonces ¿cómo lo hacemos? Primero, hemos de tener interés. Si no, no llegaremos muy lejos por mucho que trabajemos. Nos llevará a algún sito, porque toda pequeña parte de energía empleada hace algo, no se gasta. Pero hemos de desarrollar interés para intensificar nuestras emociones concernientes a la aspiración, si queremos aprender a meditar en el sentido más importante. Esta habilidad de tener interés es importante en todos los niveles. Cuando necesitamos resolver un problema ¿nos tiene que decir alguien cómo concentrarnos? Si estamos en un lío, nuestra mente se vuelca sobre el problema, le da vueltas y vueltas, y eso lo hacemos muy bien. Examinamos el problema desde todas direcciones hasta decir: “bueno, si hago esto o lo otro, puedo resolver el problema.” Pero ¿qué estamos haciendo? No solo nos estamos concentrando, estamos alcanzando con nuestra mente una emoción hacia una solución. Esto es meditación ¿No es sencillo? Estás llegando a una solución. El científico en busca de una solución, está meditando. Por eso tenemos la expresión “meditar sobre un problema.” Puede tratarse de algo impersonal. Si te gusta la astronomía y necesitas saber lo que pasa con cierta estrella, puedes dedicar horas y horas mirando por el telescopio, permaneciendo en el séptimo cielo, porque lo que está pasando es importante para ti. Buscar y encontrar: eso es meditación.


Así que ya ves que has estado meditando toda tu vida, y no tienes que aprender cómo meditar. Lo que tienes que aprender es a sentirte lo suficientemente interesado, que te importe tanto, como para que tu meditación se vuelque sobre las áreas relativas al auto-descubrimiento de tu verdadero parentesco con el Señor de la Vida y Su creación. ¿No es sencillo? El principio es bastante sencillo, pero la práctica no lo es, a causa de nuestros modelos de conducta. Nuestras mentes sufren el empuje de la mente racial (Ann Davies se refiere a la raza humana, no a un grupo en especial), de la mente de la masa, hacia los problemas de las necesidades materiales. Nuestras mentes han de estar enfocadas en lo externo durante ciertos períodos de la vida, o no seríamos capaces de vivir en este plano.


Pero cuando permitimos que se nos empuje, suele ser el poder de la inercia el que vuelve nuestra atención hacia la esfera mundana. No obstante, nunca debemos despreciar los niveles mundanos, porque si lo hacemos, nunca llegaremos a empezar a lograr lo que aspiramos. Hemos de contemplar las áreas mundanas de la vida como expresiones del Poder de Vida que nos proporcionan la oportunidad de hacernos perceptivos en niveles de consciencia superiores.


Hacer el esfuerzo de lograr la capacidad de concentrarse y meditar en niveles que proporcionan una percepción sensorial y unos contactos superiores requiere que formemos nuevos canales, para que el agua de la consciencia no refluya por los antiguos canales de los problemas mundanos. Entonces, el agua empezará a alimentar una nueva corriente. Es como habilitar nuevos canales de riego, para que el agua fluya hacia otro campo. Esto se puede lograr trabajando con regularidad con cosas como el Tarot, y reuniéndose con un grupo con un espíritu común de mutua aspiración, como hacemos aquí. Cuando nos reunimos, hacemos una meditación mutua. Os sentáis aquí, con la mente despierta e inquisitiva, y yo hago lo mismo. Mi mente y mi consciencia también están preguntando y encontrando respuestas. En el nivel subconsciente estamos juntos, llegando a un área común. Nos damos unos a otros el poder de atraer ciertas respuestas. Esto es lo que debe hacer una clase de temas espirituales o un Servicio Dominical. El uso de esta búsqueda, de esta meditación, no debiera limitarse a un breve período en la mañana.


Lo que hemos de tratar es de llevar este espíritu de meditación a muchas más áreas de nuestra vida. Hemos de llegar a un punto en el que estemos en lo que llamaríamos casi “meditación constante.” ¿Os parece difícil? No lo es, de veras que no. No después de que hayáis aprendido a quitar las compuertas de riego. En el Tarot, se asigna a la Meditación a la Clave 17, La Estrella, y el significado de su letra hebrea es ‘anzuelo de pesca.’ Hemos hablado de encontrar respuestas. Eso es la meditación. Es pescar, pescar en las aguas de la consciencia, ideas, inspiraciones, soluciones, etc. Somos todos pescadores natos de la consciencia. Es decir, estamos buscando y encontrando. El problema es que la mayor parte del tiempo estamos buscando en los niveles subconscientes sin discriminación, así que pescamos el pez de otro. Y alguno de estos que pescamos no es comestible, por lo que conseguimos una indigestión emocional, que causa problemas y agobio. Entonces, aprendemos a pescar cuando el agua está clara y usamos el tipo de cebo adecuado para el tipo de pez que queremos. Queremos pescar en los más elevados niveles de consciencia que podamos, la percepción de que somos uno con el Yo Superior. En el futuro descubriréis qué fácil es alcanzar ese estado superior de meditación, incluso en medio de vuestra jornada laboral.


Cuando me familiaricé con esta enseñanza oculta, lo primero que decidí fue encontrar si existía una cosa tal como Dios. Era muy joven, y los jóvenes tienen mucho temperamenteo. Me senté, determinada a permanecer en ese estado de meditación inquisitiva hasta que obtuviese una respuesta. Lo que hice fue lanzar y mantener el anzuelo pescando en mi consciencia con la pregunta “¿hay Dios?” Lo hice durante una hora larga y conseguí mi respuesta. Una vibración que empezó en mis pies ascendió por mi cuerpo, y cuando alcanzó mi corazón y mi cabeza sentí un amor universal y cósmico más allá de toda expresión. Comprendí entonces que había algo en mí que nunca había nacido y que nunca iba a morir. Sin principio ni fin, como el espacio. ¿Por qué conseguí esta respuesta y por qué funcionó mi meditación? La cuestión me importaba sobremanera. Me resultaba vital tener una respuesta, era lo más importante del mundo, del universo. Por eso me interesé tanto y tenía que saberlo desesperadamente.


Toda la fuerza de la mente y de la emoción ascendió con la pregunta. Cuando trabajéis con las claves del Tarot en casa, recordad que cada una de ellas está estimulando vuestra capacidad de tener más interés. Esto es lo que finalmente os llevará a la experiencia de conoceros a vosotros mismos como siendo unos con la gloria eterna que es el Propio Dios. Cuando salgáis del Templo esta mañana, recordad que tenéis que elevar vuestra intención con una pregunta. Haced la pregunta a un árbol, a un pájaro, o a una persona, en el plano de cuestión emocional. “¿Qué eres?” “¿Qué eres?” “¿Cuál es tu relación con Dios y conmigo”? Preguntádselo a todo lo que veáis. Eventualmente, encontraréis que la meditación es una parte de vosotros mismos en todos los momentos de la vida, y lograréis algo mucho más sorprendente de lo que nunca imaginarais.


Por Ann Davis.