jueves, 29 de abril de 2010

INICIACIÓN: ¿Qué es y qué no es?


"En primer lugar debe quedar claramente entendido que nosotros consideramos reprensible o censurable formular críticas de una u otra sociedad, sean las que sean sus prácticas. Puede ser perfectamente sincera y honesta de acuerdo con sus ideas. No creemos que podamos crecer en la opinión de personas sensatas por el hecho de hablar de otros en términos disparatados, ni nosotros trabajamos bajo la ilusión de que nosotros conocemos toda la verdad y las otras sociedades están sumidas en las tinieblas del Egipto. Nos reiteramos en lo dicho anteriormente en que todas las religiones han sido dadas a la raza humana por los Ángeles Guardianes quienes conocen las experiencias espirituales de cada clase, nación y raza, y tienen inteligencia de dar a cada uno forma de adoración perfectamente aplicada a su necesidad particular...."
"Las Escuelas de Misterios de cada religión proporcionan a los miembros más avanzados de la raza o nación que la practica, una más alta enseñanza que, si es vivida, les lleva a una más alta esfera de espiritualidad que sus hermanos en religión. Pero al igual que la religión de las razas atrasadas es de un orden inferior a la religión de las razas atrasadas es de un orden inferior a la religión de las avanzadas, las naciones cristianas, así también las enseñanzas de los Misterios de Este es más elemental que la del Oeste, y el iniciado indio o chino está en su correspondiente peldaño inferior en la escala del Progreso, que el de los místicos occidentales. Hay que ponderar mucho y bien esta afirmación a fin de no caer en el error de gente extraviada que trata de persuadir a los demás de que la religión cristiana es cruda y grosera comparada con los cultos orientales".
"Durante la involución el espíritu triple se ha incrustado gradualmente en el triple cuerpo. En la época Atlántida el hombre estaba en el nadir de la materialidad. Ahora estamos nada más que en el punto más bajo del arco de la involución, e iniciamos la salida al arco de evolución. En este punto la raza humana queda emparedada en esta prisión terrenal hasta el punto que las vibraciones espirituales quedan casi muertas. Esto es, naturalmente, muy cierto para las razas atrasadas y las clases bajas del mundo occidental. Los átomos en los cuerpos de tales razas atrasadas vibran con intensidad excesivamente baja y cuando en el transcurso del tiempo uno de estos pueblos se desarrolla hasta el punto donde es posible adelantarlo por el camino del progreso, es necesario elevar la nota vibratoria de este átomo, a fin de que el cuerpo vital, que no es más que el agente para el desarrollo oculto, pueda hasta cierta extensión ser libertado de las fuerzas aniquiladoras del átomo físico. Este resultado se obtiene por medio de los ejercicios de respiración los cuales, oportunamente, aceleran las vibraciones de los átomos y permiten llevar a cabo el desarrollo espiritual necesario a cada individuo".
"Estos ejercicios pueden ser usados igualmente por un buen número de seres del mundo occidental, especialmente aquellos que no están dirigidos deliberadamente en un sendero espiritual. Pero aún entre aquellos que anhelan el desarrollo de su alma hay muchos que no han llegado al punto en que los átomos de sus cuerpos han evolucionado a tal fuerza de vibración que la aceleración fuera de medida les perjudicaría. En estos casos los ejercicios respiratorios no causarían daño; pero ordenados a personas que están realmente al punto que pueden penetrar en el camino del progreso ordinariamente fuera del alcance de los indios (sic., léase como hindúes), es decir, para sus precoces hermanos de acá del oeste en otras palabras cuando está casi terminada su preparación para la iniciación, en cuyo momento debe hacer uso de los ejercicios espirituales, entonces el caso es bien distinto. Durante las épocas incontables que hemos empleado en nuestra evolución desde los tiempos en que estábamos en cuerpos de indios (hindúes), nuestros átomos han acelerado su grado de vibración enormemente y como queda dicho en el caso de uno que está realmente cercano a su iniciación, el grado vibratorio es más alto que el de término medio de hombres y mujeres. En consecuencia, no necesita ejercicios de respiración para acelerar este grado, sino ciertos ejercicios espirituales para adelantarle en el buen camino".
"Si un individuo en este crítico período se encuentra con alguien que ignorantemente o, sin escrúpulos, le recomienda ejercicios de respiración y sigue sus consejos deliberadamente con la esperanza de obtener rápidos resultados, los obtendrá, sí, rápidamente, pero de una manera que no esperaba, puesto que el tipo vibratorio de los átomos en su cuerpo llegarán acelerados hasta un grado que le parecerá que camina por los aires; entonces, también tendrá lugar en su cuerpo vital alguna división impropia, lo que le acarreará, o bien la consunción, o bien alguna enfermedad. Por lo tanto, grabad profundamente en vuestra consciencia, con caracteres de fuego, lo siguiente: La iniciación es un proceso espiritual, y los procesos espirituales no se pueden realizar por medios físicos, sino únicamente por medio de ejercicios espirituales".
"Hay muchas órdenes en el Occidente que proclaman iniciar a cualquiera que pague por ello. Algunas de estas órdenes tienen nombres muy parecidos al de la nuestra y se nos pregunta constantemente por nuestros estudiantes afiliados a nosotros. A fin de dejar esto bien sentado y para siempre, debemos decir que la Fraternidad Rosa-Cruz ha enseñado constantemente que ningún beneficio espiritual puede ser ajustado por dinero (lo mismo con la Fraternitas Rosicruciana Antiqua –Serval). Si se recuerda esto se comprenderá que no podemos tener concomitancia alguna con cualquier orden que pida dinero para la transmisión de poderes espirituales. El que posea algo de naturaleza espiritual y lo pueda dar a los otros no lo mercantilizará. A este efecto recibí un mandato especial de los Hermanos Mayores en el Templo Rosa-Cruz al encargarse que fuera al mundo de habla inglesa como su mensajero, indicación esta que yo no pretendo que se me crea salvo en el caso que se vea justificada por sus frutos". 
"Una vez dicho esto volvamos a la Iniciación. ¿Qué es? ¿Es una ceremonia como la anuncian estas otras órdenes? Si es así, cualquier orden puede ciertamente inventar ceremonias de clase más o menos fastuosas. Pueden apelar a la emoción por medio de vestidos vaporosos o por el fragor de espadas; pueden apelar al sentido de admiración o del miedo arrastrando cadenas o haciendo sonar gongos de profundas voces, produciendo así en sus miembros una sensación oculta. Muchos se divierten con las aventuras y experiencias del héroe del "Hermano de tercer grado", creyendo que esto es la Iniciación, pero yo aseguro que dista mucho de ser así. Ninguna ceremonia puede ofrecer a ningún individuo aquella experiencia interna, que constituye la Iniciación, a pesar de lo que por ella se haga pagar o la solemnidad de los juramentos, importando poco también cuan hermosa o terrible sea la ceremonia, ni lo sugestivo de las vestiduras, de la misma manera que pasar por una ceremonia no puede convertir a un pecador y hacer de él un santo, pues las conversiones para los religiosos esotéricos exactamente lo que la Iniciación es para el misticismo elevado. Considérese este punto profundamente y se tendrá la clave del problema".
"¿Puede creerse que alguien podría ir a un sujeto de carácter depravado y comprometerse a convertirle por una suma cualquiera y cumplir su compromiso? Seguramente es de suponer que ninguna cantidad de dinero podría lograr aquel cambio en el carácter de un hombre. Pregúntese a un converso dónde encontró su religión y cómo la obtuvo. Uno diría que la recibió en plena calle y deambulando; otro que la luz y el cambio le vinieron en la soledad de su cuarto; otro que la luz penetró en él como le penetró a Pablo en el camino de Damasco, forzándole a cambiar. Cada uno tiene una experiencia diferente, pero es siempre y en cada caso una experiencia interna, y la sola manifestación exterior de aquella sensación interna es la de que cambia toda la vida del hombre desde el más insignificante al importante de los aspectos".
"Lo mismo ocurre con la Iniciación: es una experiencia interna, de todo ajena y aparte de cualquier ceremonia, sea la que fuere, y por consecuencia es de total imposibilidad que uno pudiera venderla a cualquier otro. La Iniciación cambia toda la vida de un hombre, le da una confianza que nunca había poseído. Le cubre con un manto de autoridad que nunca le podrá ser arrebatado. Sean las que fueren las circunstancias de la vida, derrama una luz sobre todo su ser, que es simplemente encantadora. Pero ninguna ceremonia puede efectuar este cambio. Por lo tanto, tenemos como bueno que aquel que ofrece la Iniciación en cualquier orden ocultista por medio de ceremonias y a todo aquel que pueda pagarlas, se califica a sí mismo de impostor, pues el verdadero maestro, si se le aproximara un aspirante con ofertas de dinero para alcance espiritual, le contestaría indignado con las palabras que Pedro dijo a Simón el Mago, al ofrecerle dinero para obtener poderes espirituales: -Tu dinero perecerá contigo-". 
"Para la mejor comprensión de lo que constituye la Iniciación y cuales son sus requisitos preliminares, fije el lector primeramente y con toda firmeza en su mente el hecho de que la humanidad, en su totalidad, progresa lentamente en el camino de evolución, logrando lenta, casi imperceptiblemente, más altos estados de consciencia. El camino de evolución es una espiral, mirando solamente bajo su aspecto físico, pero es de forma roscada doble si se observan sus fases físicas y espirituales".
"En el caduceo químico hay dos círculos que convergen a un punto central los cuales pueden ser tomados para simbolizar el espíritu inmortal, el ego evolucionante; uno de los círculos significa su vida en el mundo físico desde el nacimiento hasta la muerte. Durante este lapso de tiempo cada uno de sus actos es una semilla sembrada de la cual cosechará en cambio cierta cantidad de experiencia. Pero de la misma manera que se pueden sembrar semillas en pleno campo sin cosecha alguna de las que hayan sido arrojadas en terrenos pedregosos o entre espinas, etc., así también la semilla de la oportunidad puede ser perdida por negligencia en el cultivo del terreno y la vida entonces sería estéril y sin fruto. Recíprocamente, así como la diligencia y cuidado en el cultivo aumentan enormemente el poder reproductor en las semillas, una aplicación cuidadosa en el negocio de la vida (mejora de oportunidades para aprender las lecciones de la vida y extraer de nuestro alrededor la experiencia que contiene) nos aporta más oportunidades; y al término de una vida el ego se encuentra a las puertas de la muerte cargando con los más ricos frutos de la vida".
"Una vez el trabajo objetivo de la existencia física ya cumplido, la carrera de la vida terminada, el ego emprende el trabajo subjetivo de asimilación cumplido durante su permanencia en los mundos invisibles, que atraviesa durante el período de la muerte al nacimiento, simbolizado por el otro arco del caduceo o enroscado. Como el método de llevar a cabo esta asimilación ha sido más minuciosamente descrito en nuestra literatura, no es necesario repetirlo aquí. Baste con decir que al tiempo de llegar un ego al punto central del caduceo que divide los trabajos físicos de los psíquicos y que llamamos la puerta del nacimiento o de la muerte, según que el ego entre o abandone el reino en que nosotros mismos estemos en aquellos momentos, posee una agregación de facultades o talentos adquiridos en sus vidas precedentes y los cuales puede entonces poner a usura o enterrar durante su existencia venidera, según sea conveniente; pero del uso que haga de lo que tiene depende la importancia del desarrollo de su alma".
"Si durante muchas vidas satisface principalmente a la baja naturaleza, que vive para comer, beber y divertirse, o si las deja que se esfumen en sueños y especulaciones metafísicas acerca de la naturaleza de Dios, absteniéndose negligentemente de toda acción necesaria, se verá gradualmente dejado atrás por los más activos y progresivos. Grandes agrupaciones de estos perezosos forman lo que nosotros llamamos razas atrasadas, mientras que los activos, despejados y despiertos que se preocupan de adquirir un mayor porcentaje de oportunidades, son los precursores. Contrariamente a la idea generalmente aceptada, esto se aplica igualmente a aquellos que están empeñados en trabajos industriales. Su manera de procurarse el dinero, es solamente un incidente, un incentivo, y enteramente aparte de esta fase su trabajo es tan espiritual o quizás más que aquellos que pasan el tiempo en plegarias en perjuicio de un trabajo útil".
"De lo que dejamos dicho se infiere que el método de desarrollo del alma, tal como se cumple por el proceso de evolución, requiere acción en la vida física seguida en el estado post mortem por un proceso de reflexión, durante la cual las lecciones de la vida son extraídas y completamente incorporadas a la consciencia del ego, aunque las sensaciones o experiencias en sí mismas sean olvidadas, de la misma manera que nuestro trabajo al aprender las tablas de multiplicar ha sido olvidado cuando la facultad de utilizarlas permanece en nosotros".
"Este proceso excesivamente lento y tedioso se acomoda perfectamente a las necesidades de las masas; pero hay algunas que habitualmente agotan las experiencias comúnmente dadas y así requieren un campo más extensos para sus energías. La diferencia de temperamento es la causa de su división en dos clases".
"Una de ellas, conducidas por su devoción por Cristo, sigue simplemente los dictados del corazón en su tarea de amor por sus compañeros; bellos de caracteres, faros de amor en el mundo sufriente, siempre dispuestos a olvidar su propia conveniencia para ayudar a los demás. Estos fueron los santos; trabajaban sin dejar de rogar; nunca titubearon ni a diestra ni a siniestra. Tampoco están muertos hoy. La tierra sería un erial agreste a pesar de toda la civilización si ellos no vagaran por el mundo, y la existencia de los desventurados que sufren no sería alumbrada por la luz de la esperanza que irradia de sus semblantes. Si ellos hubiesen poseído solamente el entendimiento de la otra clase, hubiesen dejado muy atrás en su carrera hacia la divinidad".
"La mente es la cualidad predominante en la otra clase. A fin de ayudarla en sus esfuerzos hacia el alcance, las Escuelas de Misterios fueron establecidas prematuramente, en las que el drama del mundo fue establecido, para dar a las almas aspirantes, mientras se hallaban en trance, contestación a las preguntas acerca del origen y el destino de la humanidad. Al despertar eran instruidas en la ciencia sagrada de remontarse por medio del método de la naturaleza -que es Dios manifestado-, sembrando la semilla de acción, meditando acerca de la experiencia; incorporándose, finalmente, la moral esencial para desarrollar mesuradamente el alma. Desde entonces produce también este rasgo especial e importante, que mientras que en el curso ordinario, de las cosas una vida entera dedicada a la siembra y toda una existencia post-mortem a la reflexión y a incorporarse la substancia anímica, este ciclo de mil años, más o menos, puede ser reducido a un día como lo proclama la máxima mística: "Un día es igual a mil años y mil años son iguales a un día". Para ser explícito, sea el que sea el trabajo llevado a cabo durante un simple días, si sobre él se reflexiona por las noches antes de cruzar el punto neutro entre el estado de vigilia y el sueño, puede ser incorporado de esta manera a la consciencia del espíritu como poder anímico útil. Cuando este ejercicio se ejecuta devotamente, los pecados del día al ser así revisados quedan inmediatamente tachados y el hombre comienza cada día una nueva vida, con la adición del poder anímico obtenido en todos los anteriores días de su período probacionista".
"¡Pero...! sí, existe un gran pero; "la naturaleza no puede ser burlada"; Dios no puede ser engañado, "que sea lo que un hombre siembre, así será lo que él coseche". Que nadie crea que una revisión superficial de los acontecimientos del día, quizás con la ligera declaración de "quisiera no haberlo hecho" al revivir una escena en que se condujo palpablemente mal, le preservará del mal que pueda acontecerle. Al abandonar el cuerpo al morir e ir al purgatorio, la visión de nuestro pasado se desarrolla en orden inverso para mostrarnos antes los efectos y después las causas que los produjeron y así sentimos de manera intensa el dolor que ocasionamos a los demás; y a menos que nosotros ejecutemos nuestros ejercicios de manera similar, y en consecuencia suframos cada noche el infierno que hayamos merecido durante el día sintiendo agudamente todos los pesares que hayamos infringido, no nos servirá de nada. Hemos de esforzarnos también en sentir con la misma intensidad, la gratitud por las atenciones recibidas de los otros y aprobación del bien que hayamos proporcionado".
"Solamente así vivimos realmente la existencia "post-mortem", y avanzamos científicamente hacia la meta de la Iniciación. El más grande peligro del aspirante en este punto, es caer víctima del lazo que tiende el egotismo, y su única salvaguardia es cultivar las facultades de la fe, de la devoción y una simpatía universal. Es difícil, pero puede ser logrado y cuando así se hace, el hombre y mujer se transforman en un maravilloso poder para bien en el mundo".
"Ahora, si el discípulo ha pensado bien el argumento precedente, habrá sido la analogía existente entre el largo ciclo de la evolución y los cortos ciclos, o escalones utilizados en el sendero de la preparación. Quedará del todo claro que nadie puede llevar a cabo este trabajo de "post-mortem" y transmitir a otro el desarrollo del alma resultante, de la misma manera que nadie puede comer el alimento físico de otro y transmitirle su substancia y su desarrollo. Nosotros pensamos que es absurdo que un sacerdocio ofrezca acortar la permanencia de nuestra alma en el purgatorio. ¿Cómo, pues, podremos creer que cualquiera otro -no importa desde el punto que se considere- pueda hacernos prescindir de la necesidad de un número de existencias purgatorias en provecho nuestro, transmitiéndonos el poder anímico útil que habíamos adquirido al seguir el curso ordinario de la vida hasta el día en que estuviésemos preparados para la Iniciación? Esto es, pues lo que significa la oferta de iniciar a una personas antes de estar en el umbral. Débese tener el poder del alma requerido para la Iniciación, o nadie podrá iniciarnos. Si lo poseemos estamos en el umbral por nuestros propios esfuerzos, que a nadie debemos y podemos pedir la Iniciación como un derecho que nadie podría disputarnos ni retenernos..." 

martes, 27 de abril de 2010

LA FRATERNIDAD ROSACRUZ, UNA ESCUELA INICIÁTICA (IV)

BIOGRAFÍA DE MAX HEINDEL

Max Heindel nació el 23 de julio de 1865 en Aarhus (Dinamarca) en el seno de una familia real, Von Grasshofs, que estaban ligados a la Casa Real de Alemania durante la vida del Príncipe Bismark.

Su padre, François L. Von Grasshoff emigró siendo joven a Copenhague, Dinamarca, donde se casa con una mujer perteneciente a la nobleza de Dinamarca. Tuvieron dos hijos y una hija; el mayor de ellos, Carl Louis Von Grasshoff, pasaría tiempo después a llamarse Max Heindel cuando emigró hacia los Estados Unidos.

Su padre fallece cuando él tenía seis años, dejando a su madre con tres niños pequeños y en circunstancias muy difíciles. Su infancia fue vivida con suma pobreza; su madre hizo un gran sacrificio para que el poco dinero que tenía le llegase para proporcionar profesores particulares a sus hijos. Era su intención darles una educación apropiada para qué pudiesen, algún día, ocupar el lugar que les correspondía por derechos de nacimiento como miembros de la nobleza.

A los dieciséis años, rechazando un futuro que le preparaba para estar dentro de la clase de la nobleza, dejó la casa materna para ingresar en los astilleros navales de Glasgow, Escocia. Allí aprendió la profesión de ingeniero, y pronto fue nombrado Ingeniero Jefe de un mercante comercial; esto le permitiría realizar largos viajes transoceánicos y así adquirir un gran conocimiento sobre las culturas y los pueblos de todo el mundo. Posteriormente, continuó siendo Ingeniero Jefe durante algunos años más en uno de los mayores barcos a vapor de pasajeros que existían entonces, el Cunard Line, que realizaba el trayecto entre Europa y América. De 1895 a 1901 ascendió a Ingeniero Consultor en el navío Nova aunque sin tener demasiado éxito, y durante este tiempo tuvo un matrimonio casual que terminaría con la muerte de su esposa en 1905, y del que nacieron un niño y dos niñas.

Max Heindel se trasladó a Los Ángeles, California, en 1903 para encontrar trabajo. Mientras tanto, y debido al sufrimiento que padeció en su infancia, comenzó a tener problemas de salud. Nunca consiguió restablecerla, y los últimos acontecimientos y vicisitudes, como la muerte de su mujer y la situación financiera, minaron poco a poco su organismo. Es entonces cuando comienza a interesarse por el sufrimiento de las personas enfermas y de la humanidad en general, y se pregunta por las causas de dichos padecimientos. Esto le lleva a estudiar metafísica, y presenciando unas conferencias del teósofo C. W. Leadbeater, pronto se adhiere a la Sociedad Teosófica de Los Ángeles, donde es nombrado vicepresidente durante los años 1904 y 1905. Se convierte en vegetariano e inicia también estudios de Astrología, con los que tiene acceso a la clave para desvelar los misterios de la naturaleza interna del Ser Humano. En ese momento conoce a Augusta Foss, que se interesaba por líneas similares en la búsqueda de los misterios a través de la Astrología; más tarde se convertiría en su segunda esposa.

No obstante, una sobrecarga de trabajo y algunas privaciones por las que atravesaba le provocaron un problema cardíaco severo que lo tuvo entre la vida y la muerte durante meses. Cuando se recuperó de ello, se dio cuenta que se encontraba más sensible que nunca a las necesidades de la humanidad. Se dice que mientras estuvo tan enfermo y se encontraba hospitalizado, pasaba la mayor parte del tiempo “fuera del cuerpo”, trabajando conscientemente en los llamados “planos invisibles”.

En 1906 y 1907 llevó a cabo por iniciativa propia una serie de conferencias con el fin de divulgar sus conocimientos de los mundos ocultos. Las primeras de ellas tuvieron lugar en San Francisco y Seattle, en Estados Unidos. Al terminar las últimas, se vio nuevamente forzado a ingresar en un hospital con otro problema cardíaco; pero tras su recuperación continuó trabajando y dando más conferencias en el noroeste del país.

En el otoño de 1907, durante un período de conferencias muy ajetreado, viajó a Berlín, Alemania, con su amiga Alma Von Brandis, que durante meses le intentó persuadir para que asistiera a un ciclo de conferencias de un profesor ocultista llamado Rudolf Steiner. Durante su estancia en
Alemania, Heindel experimenta una gran admiración por la personalidad de este conferenciante, como más tarde expresaría en su obra magna, pero sin embargo a la vez comprende que este profesor tiene poco que ofrecer. Decide volver a América para continuar el trabajo que había dejado pendiente, desilusionado por haberlo interrumpido. En ese momento, es visitado por un Ser Espiritual, según él mismo explica, que estaba envuelto en un “cuerpo vital”. Este supuesto Ser se identifica posteriormente como un “Hermano Mayor” de la Orden Rosacruz. Tal y como Max Heindel menciona más tarde, este Hermano Mayor le instruye de forma lógica y concisa sobre cierta información para la que estaba preparado y que habría de escribir. Más adelante, llegaría a saber que durante la visita anterior fue puesto a prueba con el fin de determinar si era apto para poder ser mensajero de las “ENSEÑANZAS DE LA SABIDURÍA OCCIDENTAL”.

Cuenta que una vez superada esta prueba le serán dadas instrucciones de cómo alcanzar el Templo Etérico de la Rosacruz, situado en Baviera, Alemania, y cerca de la frontera con Bohemia. Una vez allí, Max Heindel se encuentra en comunicación directa y bajo la instrucción personal de los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz. Esta Orden está compuesta por doce Hermanos Mayores, reunidos en torno a un decimotercero que es el Jefe Invisible de la Orden. Estos Hermanos Mayores son grandes Adeptos, pertenecientes a la evolución humana y que han avanzado mucho y han sobrepasado la necesidad de renacer en este mundo. Gracias a este exaltado estado en que se encuentran, están en condiciones de guiar la evolución de la presente humanidad, y son descritos como los Seres Compasivos.

Su Obra magna

Heindel regresó a América en el verano de 1908 e inició inmediatamente la formulación de las Enseñanzas Rosacruces que, según él, había recibido de los Hermanos Mayores. Estas enseñanzas fueron publicadas en un libro titulado “CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS”. Es una obra de referencia práctica del CRISTIANISMO MÍSTICO dentro de la literatura de ocultismo, y es considerado como la base del Cristianismo Esotérico, es decir, bajo la perspectiva Rosacruz. Este libro contiene un esbozo detallado de los procesos de evolución del Ser Humano y el Universo, relacionando la Ciencia con la Religión. De 1909 a 1919, sufriendo un grave problema de corazón y con una situación financiera adversa, Max Heindel consigue realizar una gran Obra para los Hermanos de la Rosacruz. Con el apoyo y la inspiración de Augusta Foss, con quien se había casado en 1910, dio muestras de gran sabiduría sobre las enseñanzas rosacruces, envió lecciones de correspondencia para los estudiantes que lo solicitaban, y que entre tanto habían formado grupos de estudio en las grandes ciudades.

Escribió también otros libros que se encuentran traducidos a muchos idiomas, y por supuesto, fundó la FRATERNIDAD ROSACRUZ entre 1909 y 1911 en Mount Ecclesia, Oceanside, California. Más adelante publicó la revista de cristianismo esotérico “Rayos de la Rosacruz” en 1913, y creó el Servicio de Curación Espiritual de la Fraternidad Rosacruz. Es digno de mención que el trabajo iniciado y desarrollado por Max Heindel desde entonces, ha sido continuado por los estudiantes de las ENSEÑANZAS DE LA SABIDURÍA OCCIDENTAL que, en calidad de Auxiliares Invisibles de la Humanidad, ayudan y asisten a los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz en su trabajo de Curación Espiritual por todo el mundo. Este es denominado como un “trabajo especial” al cual la Orden Rosacruz está especialmente dedicada, siguiendo los Mandamientos de Cristo, que dicen “Predicad el Evangelio y curad a los enfermos”.

Fallece en Oceanside, California, el 16 de enero de 1919, dejando un tremendo legado espiritual, una gran Escuela Internacional de Esoterismo Cristiano y la base de la Sabiduría Occidental Esotérica que es difundida a una humanidad, en una forma completamente nueva, entendible para todos, cuando la mayor parte de occidente está apta para poder recibir esta enseñanza, que por otra parte existe desde siempre, pero nunca antes hasta ahora había sido así revelada.


MEMORIAS DE MAX HEINDEL SEGÚN SU ESPOSA

Fue al comienzo del año 1901 cuando Max Heindel se inscribió como miembro de la Sociedad Teosófica de Los Ángeles y resultó uno de los más entusiastas admiradores de Madame Blavatsky y su Doctrina Secreta. Aunque no estaba enteramente satisfecho con las Enseñanzas del Este y buscaba una doctrina filosófica Cristiana, en un corto tiempo fue elegido vice-presidente de la sociedad. Durante los tres años que duró su cargo como vice-presidente de la sociedad, un grupo de miembros se interesó por el estudio de la Astrología y Max Heindel fue uno de ellos; en un corto tiempo Max Heindel se volvió muy adelantado, su mente aguda busco el lado matemático de esta ciencia muy rápido.

En el verano de 1.905 se enfermó gravemente y por varios meses estuvo al borde de la muerte, con problemas cardíacos. Luego de esta enfermedad se retiró de la Sociedad Teosófica y en Abril de 1.906, partió hacia el norte del Estado. Llegó a San Francisco en la mañana del 17 de Abril, pero no contento consigo mismo, algo lo empujaba a partir inmediatamente hacia Seattle, lo cual hizo el 18 de Abril de 1.906. San Francisco fue escenario de un terremoto y fuegos desbastadores. Al llegar a Seattle, comenzó a enseñar Astrología, reencarnación, etc., pero su salud nuevamente se deterioró. Su pobre corazón continuaba con problemas; otra vez, pasó algún tiempo en el hospital, pero su voluntad inquebrantable le salvaba continuamente de tornarse un inválido crónico. Contra los consejos médicos, nuevamente comenzó sus conferencias y enseñanzas. Enseñó en Portland, Oregón, Seattle y Yakima, Washington y Duluth, Minesota; ciudades en las que tuvo gran aceptación.Hacia esta época, una amiga, que estaba viajando por Alemania, se había contactado con el Dr. Rudolph Steiner y se volvió una gran entusiasta en las enseñanzas de este Doctor. En sus cartas sugería a Max Heindel que fuera a Alemania a ver a este hombre, pero Heindel estaba muy contento con su trabajo en el norte, además no tenía medios económicos paraemprender tal viaje. Pero esta amiga era tan persistente que volvió a América para persuadirlo en persona a que la acompañara de vuelta en Alemania, a ver a su Maestro. Su oferta de pagar al Sr.Heindel el viaje de ida y vuelta lo convenció al fin de dejar sus clases e ir a Alemania.Este viaje lo realizó en el otoño de 1.907. Luego de asistir algunas de las clases del Dr. Steiner, se descorazonó, quedando desilusionado, pues sus conocimientos eran similares a los que ya poseía. Cuando le mencionó esto a su amiga, esta quedó muy resentida, lo que motivó la ruptura de su amistad con Heindel. El retornó a su habitación abatido y desilusionado, sintiendo que había abandonado un campo fértil de trabajo en América yendo a Europa, sólo para saber que no había encontrado lo que esperaba. Así comenzó los preparativos para retornar a América.

Fue entonces cuando un Maestro, un Hermano Mayor de la Orden Rosacruz, uno de los Hierofantes de los Misterios, vino a él y le ofreció impartir las enseñanzas que tanto deseaba,a condición que las mantuviera en secreto. Max Heindel había buscado por años y rezado con fin de encontrar algo con que aplicar la sed del alma del mundo. Habiendo sufrido y vivido las ansias de su corazón por estas verdades, no pudo prometer esto al Hermano Mayor y se rehusó a aceptar nada que no pudiera ser transmitido a sus hermanos deseosos de conocimientos y verdades. El Maestro entonces lo dejó. ¿Puede alguien imaginar el sentimiento que sobrevendría a un hombre moribundo, privado de alimentos por algún tiempo y luego de ofrecerle un pedazo de pan, antes de poder probarlo, se le quitara? Su última condición sin duda fue más desdichada que la primera. Así ocurrió con Max Heindel, su desilusión, al recorrer una distancia tan grande para reunirse con alguien que le había dado a entender que era un gran amigo, tenía una nueva enseñanza oculta (mucho más profunda) que darle, más encontrando que estaba equivocada, lo que hacía a sus sentimientos más intensos aún.Se sentó durante horas quedando ciertamente aturdido luego de haber partido el Maestro. En su desilusión, teniendo que volver a América y comenzar en donde había dejado, sintiendo que había perdido tiempo y dinero yendo a Alemania, pasó varios días de infelicidad. Luego el Maestro volvió a su habitación otra vez y le comunicó que había pasado la prueba. Le dijo que si hubiera aceptado la propuesta o condición específicamente, la de mantener las enseñanzas en secreto al mundo, él, el Hermano Mayor, no hubiera vuelto. Se le comunicó también que el candidato en principio elegido, el que estuvo bajo instrucción durante algunos años y quién de hecho había resultado ser el mismo que fue usado como atracción a propósito que Max Heindel fuera a Berlín, utilizando a una amiga con fin de inducirlo a ir -había fracasado en pasar la prueba en 1.905 y también, que él, Max Heindel, había estado bajo observación de los Hermanos Mayores por un número de años como el mejor sustituto en caso de fallar el primero. Por último le fue comunicado que sus enseñanzas debían ser difundidas al público antes de concluir la primera década del siglo, lo que sería hacia el fin de Diciembre de 1.910.En esta última entrevista con el Maestro, le fueron dadas instrucciones de cómo llegar al Templo de la Rosa Cruz. En el Templo Max Heindel pasó algo más de un mes en directa comunicación con y bajo instrucción personal de los Hermanos Mayores, quienes le impartieron gran parte de las enseñanzas del Concepto Rosacruz del Cosmos. Fue su sueño el de afiliarse y trabajar con una orden humanitaria, pero nunca aspiró al liderazgo. Pero si creemos en el lenguaje de los planetas y observamos el horóscopo del Sr. Heindel notando que el sexto grado de Leo en el Ascendente con el Sol, la Luna, Mercurio y la Parte de la Fortuna, todos posicionados en la primera casa, encontramos su condición de líder, uno que no puede ser seguidor, pues su mentalidad y personalidad le traerían gran ilustración y elocuencia.

Por naturaleza, Max Heindel no era dominador, tampoco de los que buscan estar siempre aventajando a los demás, era una persona a quién se consideraba ilustrada, alguien en quién se podía confiar. Naturalmente tal persona sería impulsada a posiciones de responsabilidad y autoridad. El Sol y la Luna unidos en el Ascendente impelen a este nativo al frente. También Max Heindel tenía un muy bien aspectado Venus en la casa de los amigos. Esto siempre le trajo amigos fieles y confiables que fueron responsables para cooperar en la obra. Venus indica especialmente amigas mujeres y un ejemplo es esta señora por quien él viajó a Alemania, allí, de la manera más inesperada, toma contacto con los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz.

La mayor desventaja de Max Heindel era su cuerpo enfermo, tan inestable y problemático. Así, al llegar a edad madura, luego de vivir una vida de gran actividad y trabajo duro, su corazón no soportó tanto esfuerzo y una pérdida en una válvula fue el resultado. Por supuesto que sufrió intensamente y en unos pocos meses su cuerpo se rebeló, compeliéndole a estar en la cama. Consecuentemente, mucho de ese tiempo, luego de repasar la gran cantidad de trabajos para corregir de la Fraternidad, estando él en cama apoyado en almohadas, con los papeles sobre una pieza de cartón, con su pluma continuaba afanosamente escribiendo las cartas mensuales y las lecciones tan esperadas por tantos estudiantes y probacionistas en el mundo entero.

Cuando llegó al Templo de la Hermandad Rosacruz, tal como le fue indicado, él estaba extrañamente sorprendido pues previamente se había figurado este edificio como una hermosa y gran estructura, resultando ser bastante diferente. El fue hospedado en lo que aparentemente era una modesta pero espaciosa casa de un gentil hombre de campo, un edificio que nadie hubiera imaginado que podía ser la sede de un tan antiguo y poderoso grupo de místicos. Cientos de curiosos, hombres y mujeres, habían indagado en Alemania en sus ansias de encontrar este edificio, pero ellos, como Max Heindel, se lo habían imaginado siempre como un noble y gran templo. Y así lo encontró él, cuando sus ojos fueron abiertos para percibir el Templo espiritual compenetrando y atravesando la estructura física.

Allí, como ya se dijo, los Hermanos Mayores le impartieron las enseñanzas de ese maravilloso libro, el Concepto Rosacruz del Cosmos, que debía ser el principal texto de estudio de la Asociación que Max Heindel quería formar -La Fraternidad Rosacruz-. Ellos también le habían dicho que las 350 o más páginas de sus manuscritos deberían ser ampliadas y reescritas cuando llegara a la atmósfera tan eléctrica de América. Max Heindel dudaba de esto, pues estaba tan convencido y exaltado por las enseñanzas que había recibido de los Hermanos Mayores que no se imaginaba reescribiéndolas, pero este era el caso. El llegó a Nueva York con muy poco dinero pero con el espíritu en alto y alquiló una pequeña habitación en el primer piso de una casa. Aquí trabajó durante los calurosos días del verano, desde muy temprano en la mañana hasta muy tarde en la noche, sin siquiera tomarse el tiempo necesario para una correcta alimentación y mantenerse sano. Después de algunas semanas de intenso calor, él dejó Nueva York con rumbo a Búfalo, donde intentó dar lecciones para solventar sus gastos, pues su dinero comenzaba a acabarse. Pero no fue recibido con mucho interés aquí, por lo que continuó viaje a Columbus, Ohio, donde encontró gran interés por sus enseñanzas y el apoyo necesario para continuar con su libro.

El dio su primera lección en esta ciudad en la tarde del 14 de noviembre de 1.908. Una artista, la señora Mary Rath Merrill, y su hija, le ofrecieron amablemente dibujar los diagramas necesarios para explicar ciertos temas que él había escrito. Esto fue en Columbus, Ohio, donde Max Heindel compró una máquina mimeográfica de segunda mano y comenzó la reproducir las veinte lecciones de Cristianismo Rosacruz.

Así pasó horas trabajando hasta muy tarde en la noche, para hacer copias mimeográficas de cada lección, las que daba al concluir las clases a cada asistente. Formó aquí un pequeño grupo que continuó difundiendo sus lecciones una vez que partió a Seattle.

Su único ruego era con objeto de lograr que el "Concepto Rosacruz del Cosmos" fuera impreso, pero las pequeñas contribuciones que recibía por sus enseñanzas apenas le alcanzaban para su simple comida y el alquiler de una pequeña habitación. Al fin, juntó lo suficiente para pagarse el pasaje de tren, viajando el día entero en última clase, pues no podía pagarse camarote.Tenía una querida amiga en Portland, la señora Mildred Kyle, a la que había estado enviando el manuscrito del libro que estaba escribiendo. Estaba alborozada por este trabajo tan maravilloso y comenzó a usar estas lecciones en sus clases. También se procuró dos experimentados lectores de confianza para ayudarla a leer y hacer las correcciones necesarias a medida que recibía el manuscrito. Ella fue la que lo alentó a volver a la costa oeste. También le había prometido a Max Heindel que una vez terminado su libro, ella interesaría a diez de sus amigas para donar cien dólares con vistas a imprimir un trabajo tan valioso.

Otro amigo de Max Heindel era William Patterson, de Seattle, cuando leyó el manuscrito su primera impresión fue que los conocimientos que contenía eran muy avanzados para el mundo de entonces. Aconsejó esperar veinte años hasta que el mundo estuviera más preparado, pero cuando conoció los planes de la gente de Portland, en el acto se ofreció a pagar la impresión y también llevó a Max Heindel a Chicago. Esto fue hecho, y así estos dos hombres pasaron algún tiempo mientras M.A. Donohue & Co. imprimió las dos mil copias de la primera edición.
Antes que la copia de su libro fuera dada a la editorial, fue necesario que Max Heindel retipeara el libro entero, pues lápices de cuatro colores distintos habían sido usados por quienes lo habían ayudado tan gentilmente a preparar el manuscrito. Un trabajo muy valioso fue hecho por Tessie Brewster y Kingsmill Commander en la cuidadosa edición. Max Heindel reescribió entonces las 536 páginas de su maravilloso manuscrito. Luego se le agregaron los índices y algún que otro material, la lista de palabras y el índice por temas fue escrito por él para facilitar a los lectores un estudio sistemático de cada tema. Tanto la primera como la segunda copia de este gran libro fueron hechas por Max Heindel en una pequeña y anticuada máquina de escribir Blickensderfer.

Con vistas a tener una estación central de distribución, cuando la primera edición de dos mil copias del Concepto Rosacruz del Cosmos fue terminada en Noviembre de 1.909, una mujer que manejaba una editorial Teosófica en Chicago se ofreció para clasificar todos los pedidos que debían ser enviados. Ambas, la primera y la segunda ediciones de este maravilloso libro fueron vendidas en la pequeña suma de tan sólo un dólar. Editoriales del este comenzaron a interesarse en él y los pedidos eran cada vez más frecuentes. Max Heindel, en su gran y honesto corazón nunca desconfió de esta mujer, para él cada hombre o mujer eran honestos hasta que se probara lo contrario. La infeliz sorpresa vino cuando Max Heindel, luego de unos seis meses, se enteró que la primera edición se había agotado, a pesar de que él había recibido tan sólo quinientas copias, según le habían dicho.Desafortunadamente, la verdad finalmente aprendida fue que esta mujer con quien él tenía depositadas sus quinientas copias estaba endeudada con todos los editores que le habían confiado sus libros. Cuando fue presionada a pagar esas numerosas cuentas, ofreció en pago de cada deuda la correspondiente cantidad de libros Concepto Rosacruz del Cosmos, lo que rápidamente agotó la primera edición. Así, cuando Max Heindel requería libros para satisfacer los pedidos de la zona noroeste de América, esta señora era incapaz de enviarlos.Se hizo necesario entonces colocar una orden urgente para una nueva reimpresión, y financiarla era el verdadero problema. La que escribe, pudo aportar una pequeña suma con el fin de posibilitar los primeros pagos de esta segunda edición. Esta pérdida que al comienzo pareció una calamidad, resultó luego ser una verdadera bendición, pues la editorial que había aceptado los primeros libros en pago, se había interesado en venderlos. Esta fue la manera de ampliar magníficamente el horizonte, de lograr un campo de trabajo más amplio y de llevar los libros ante el público de una manera mucho más rápida de la que había pensado Max Heindel que podía lograrse a través del pequeño grupo de miembros. Así, lo que en principio parecía una desgracia se tornó al fin en una bendición. Luego de haber concluido Max Heindel su parte en el trabajo con su editor de Chicago, dictó cursos y clases en Seatle y North Yakima, Washington, y en Portland, Oregón, en donde encontró un campo fértil, y en el que atrajo a muchos miembros.

Luego reescribió la primera edición de Astrología Científica Simplificada (1.910), la que era un escrito de 40 páginas. Pero su corazón siempre le impelió a regresar a la parte sur de California, adonde había tenido su primer contacto con el ocultismo. En sus primeros tiempos en Los Ángeles, durante los tres primeros días en los que había estado trabajando en Teosofía, había hecho muy buenos amigos y su compañera de estudios más cercana fue a la que más estimaba. Regresó a Los Ángeles al comienzo de Noviembre, 1.909, y sus pasos lo guiaron directo a la casa de su amiga Augusta Foss y su hermosa y anciana madre, a la que había aprendido a amar como a su propia madre. Había estado lejos de sus amigos por dos años y a pesar de no haberse comunicado con ellos, estos conocían bien los importantísimos contactos que había logrado y el trabajo literario que había hecho.

Durante estos dos años, Augusta Foss, había sido también sometida a varias pruebas, una de ellas fue una muy severa enfermedad que pareció ser una neumonía doble, la que la acerco a las mismas puertas de la muerte y la dejó en un muy débil estado de salud con problemas de pulmón. Dio entonces de baja su afiliación a la Sociedad Teosófica y fue incapaz de salir al aire libre en la noche. A pesar de esto, cuando su amigo Max Heindel le manifestó la propuesta de su intención de dar una serie de lecciones en Los Ángeles, ella desafió los deseos de su madre y ofreció su ayuda a Max Heindel en esas lecciones.

Así comenzó un intenso período de escrituras y enseñanzas. Max Heindel enseñaba en salones, agrupando 800 o más personas, tres noches por semana. El resto de las noches formaba grupos y enseñaba tanto astrología como filosofía. Su primera clase de Astrología consistía de 125 alumnos. Se formó entonces en el Centro de la Fraternidad un grupo muy entusiasta, y los profesores estaban preparados para llevar adelante el trabajo si Max Heindel debía partir, por lo que prometió a sus amigos en Seatle que regresaría a ellos una vez que su trabajo hubiera terminado en Los Ángeles.Con el fin de bajar y ahorrar costos de publicidad y lograr la máxima posible, Max Heindel envió ordenar cientos de carteles en cartones de ocho pies por diez, e imprimió en ellos las direcciones de los lugares de conferencia, así como los días y temas de las mismas. Luego con sus carteles en mano, clavos y martillo, recorría kilómetros caminando y a la vez clavando los mismos en lugares que fueran visibles al público. Parecían dar buen resultado, pues jamás dio conferencia en la que los salones no estuvieran llenos. Especialmente luego de su primera conferencia, los amigos traían a su vez a sus amigos hasta llenar completamente los salones, lo que obligó a entregar o repartir entradas, que se daban al ingresar. Estas entradas eran la admisión a la próxima conferencia con asiento asegurado.

No puedo resistir el hecho de compartir con mis lectores, el maravilloso cambio que este hombre experimentó luego de haber contactado a los Hermanos Mayores de la Rosa Cruz durante los dos años que pasó fuera de Los Ángeles. Había sido una estudiante de astrología por 4 años cuando convencí a Max Heindel a creer en esta antigua ciencia y un día cuando pasaba una tarde en su casa preguntó si su horóscopo indicaba que él sería un conferencista.

En estas tempranas épocas, habló con un decidido acento danés y pensé que esto sería un obstáculo y respondí a su pregunta que sería un eximio escritor pero que quizás conferenciar no era su fuerte. Al observar en él los cambios que se produjeron luego de dos años de viajar y enseñar y escuchando dar las clases más motivadoras, era sin duda una sorpresa. Y lo más maravilloso y fascinante era que, luego de cada lección con mucha facilidad contestaba las más complejas y técnicas preguntas, con total elocuencia y exactitud. La que escribe le preguntó una tarde, luego de una conferencia en la que había respondido a preguntas realmente difíciles, de donde había obtenido los conocimientos que desplegaba en sus charlas. Luego de sonreír dijo: "Bien, sólo contesté lo que mi Yo Superior me dictó".

PUBLICADO POR: FRANCISCO NIETO VIDAL

viernes, 23 de abril de 2010

La Edad de Acuario

Se han hecho muchas declaraciones en los medios de comunicación sobre la Era o Edad de Acuario. Frecuentemente se afirma que ya ha llegado, que durará un determinado período de tiempo, que es el resultado de uno u otro fenómeno astrológico o astronómico, que tiene ciertas características o que, bajo su influencia, los hombres tendrán más capacidad para desarrollar mejor unas actividades que otras.

En un intento por aclarar la confusión que existe sobre este tema, se exponen a continuación las enseñanzas de la Fraternidad Rosacruz sobre la Edad de Acuario.

La Edad de Acuario aún no ha llegado, aunque ha empezado a sentirse ya su influencia, y no estará completamente entre nosotros hasta dentro de más de seiscientos años; aproximadamente, hacia el año 2.600.

Precesión de los Equinoccios
El hecho de que, no obstante, algunos expertos aseguren que ya estamos en la Edad de Acuario puede explicarse por la diferencia entre las constelaciones del zodíaco y el así llamado “zodíaco intelectual”. A un determinado grupo de estrellas fijas en el cielo se lo llama Aries; a otro grupo, situado muy cerca, Tauro; a un tercero, Géminis, etc. Estas doce constelaciones o grupos de estrellas, tal como se las ve en el cielo, permanecen siempre en el mismo grupo y aproximadamente a la misma distancia relativa entre ellas. El sol gira, año tras año, a lo largo de estas constelaciones, con una precisión invariable, pero, a causa de que el eje de la Tierra está inclinado hacia el sol y tiene un movimiento de balanceo parecido al de un trompo que ha perdido casi su fuerza, el movimiento del sol parece irregular. Cada año, al entrar en la constelación de Aries cruzando el ecuador de la Tierra, lo hace un poco antes que el año anterior. O sea que, “precede”, por lo que los astrónomos hablan de la “precesión de los equinoccios”. En otras palabras, que el sol da la impresión de cruzar el ecuador, en el equinoccio vernal o comienzo de la primavera, cada año un poco antes de llegar al punto en que lo cruzó el año precedente. Así, si un año lo cruza por el primer grado de Aries, el siguiente lo hará ligeramente dentro de Piscis. El siguiente, por un punto de Piscis más alejado aún del primero, etc. Este movimiento retrógrado, sin embargo, es tan lento que necesita unos setenta años para recorrer un solo grado, veintiún siglos para recorrer un solo signo y, aproximadamente veintiséis mil años, para pasar, en sentido inverso, sobre los doce signos. A este último período se le denomina un Gran Año Sideral.

Dos zodíacos
Los astrónomos hablan usualmente de “grados de ascensión recta”, con los cuales dividen el círculo celeste en los conocidos trescientos sesenta, empezando en el punto por donde el sol cruzará, por precesión, el ecuador en el siguiente equinoccio vernal. Y también llaman Aries a los primeros treinta grados, contados desde ese punto; Tauro a los siguientes treinta grados, etc., como hacen los astrólogos. Por tanto, hay un zodíaco natural, compuesto de estrellas en los cielos que cambian tan poco que ese cambio resulta imperceptible en una vida o incluso en varios siglos, y un zodíaco intelectual, que empieza en el punto del equinoccio vernal de cada año.
Viendo que el sol, por precesión, viaja a través de los doce signos del zodíaco, se comprende que ha de llegar un momento en el que el equinoccio vernal se produzca en el primer punto de Aries, con lo cual, ese año, coincidirán el zodíaco natural y el intelectual. Esto se dio, por última vez, hacia el año 500 antes de Cristo y, como el sol ha continuado viajando hacia atrás a su acostumbrada velocidad de un grado cada setenta años, es evidente que, hoy día, el equinoccio vernal se produce sobre los nueve grados de Piscis y será alrededor del año 2.600 cuando entre en la constelación de Acuario. Se puede decir, pues, que entonces comenzará la Edad de Acuario, que durará aproximadamente, 2.100 años y durante los que el sol viajará por los treinta grados del signo de Acuario. Sin embargo, no existe un instante exacto para esto, como cuando decimos que entramos en el año 1.969 a la medianoche del 31 de diciembre de 1.968, o que 1.969 duró hasta la medianoche del 31 de diciembre del mismo año. Esto es una división matemática del tiempo. Pero las distintas épocas de la existencia humana dependen de influencias vitales y son más bien condiciones mentales que divisiones del tiempo, aunque las dos cosas estén relacionadas.

Orbe de influencia
Por eso los astrólogos reconocen lo que se llama un “orbe de influencia”. Para comprender esto hemos de darnos cuenta de que un ser humano es algo más de lo que vemos; que tiene a su alrededor un aura, una atmósfera invisible, un “algo” que irradia desde él y que participa de su naturaleza distinta y personal. El hombre posee, en otras palabras, ciertos vehículos, imperceptibles por la visión ordinaria, que se extienden más allá del cuerpo físico. Por eso, cuando estamos cerca de otra persona, nuestros cuerpos invisibles se mezclan y, en momentos de quietud y pasividad, esas influencias sutiles se perciben más fácilmente que en otros instantes, ya que constituyen siempre factores poderosos en nuestras vidas.
Imaginemos que alguien tiene la mente concentrada en su trabajo, de modo que ni ve ni oye lo que ocurre en su entorno pero que, gradualmente, se va percatando de que alguien ha entrado en la habitación y está, en pie, a su espalda. Se vuelve y ve a un amigo. No lo ha oído entrar, porque estaba absorto en lo que hacía, pero lo ha SENTIDO, porque el aura del amigo se mezcló con la suya y, sin contacto físico alguno, pudo saber que alguien estaba a su lado.
“Como arriba es abajo”, y viceversa. Ésta es la Ley de Analogía, la llave maestra para los misterios. El hombre es el microcosmos y las estrellas son el macrocosmos. Las constelaciones son grupos de grandes espíritus que se han encerrado en sus cuerpos estelares para ayudar a inteligencias menos avanzadas a conseguir experiencias evolutivas. Hemos de admitir que esos grandes espíritus han de tener vehículos sutiles como el aura atmosférica de la Tierra. Por eso, la proximidad del sol a la constelación de Acuario en el momento del equinoccio vernal, transmite esas influencias a la Tierra junto con los rayos solares y, como la primavera es el tiempo en que todo en este planeta queda especialmente impregnado de vida, hemos de concluir que el Rayo de Acuario, así transmitido, se ha de hacer sentir por la gente de la Tierra.

La Edad de Piscis
Se reconoce sin dificultad la influencia de Piscis durante los últimos dos mil años: la superstición, la esclavitud intelectual y la fe ciega, a través de las que ha pasado la civilización, son bien conocidas por los historiadores. Por otra parte, sin embargo, esas influencias de la Edad de Piscis eran necesarias en el proceso de la evolución. Las enseñanzas del amor y el altruismo que Cristo trajo a la Tierra eran tan extrañas a la religión de la Ley y del miedo, que las precedieron, que no podían producir efecto en la mayoría de la Humanidad sin la presión de la fe, incluída una fe ciega que defendiera la doctrina de la “expiación o reparación vicaria”. Durante la Edad de Piscis, que quizás será recordada como la Edad de la Fe, en claro contraste con la de Acuario o Edad de la Razón, los dogmas de la nueva Cristiandad (amor y altruismo) se impartieron a un creciente círculo de creyentes: se practicó la abstinencia de carne en determinados días; se reverenció a una virgen inmaculada; y, gradualmente, se enseñó, y se sigue enseñando a combatir los placeres de la carne y los anhelos de sensualidad. En los seiscientos años que quedan hasta que la Edad de Acuario se haya establecido, probablemente haremos grandes progresos en ambas áreas de la conciencia. No estará de más recordar que Júpiter, el planeta de la benevolencia y la filantropía, corregente de Piscis, ha sido un factor prominente en la introducción del altruismo durante los dos mil últimos años.
Si pudiéramos descubrir cuáles son las influencias del sigo de Acuario, aprenderíamos mucho sobre la Edad de Acuario.

Edad de innovaciones
Las informaciones acerca de las influencias de Acuario nos llegan a través de la astrología. Acuario ejerce una influencia intelectual, que es original, inventiva, mística, científica, altruista y religiosa. Si aplicáramos la norma bíblica “por sus frutos los conoceréis”, habríamos de esperar que la Edad de Acuario se estableciera con progresos originales en todo lo relacionado con la ciencia, la religión, el misticismo y el altruismo. Y, realmente, así parece ser. Podemos, en efecto, mirar atrás, a los últimos cien años, durante los que el sol ha viajado poco más de un grado en dirección a Acuario. En ese tiempo, ha habido grandes cambios en todas las líneas del pensamiento y el esfuerzo, en comparación con la historia de los dos últimos milenios. Consideremos sólo los inventos del siglo pasado, desde el teléfono, el telégrafo y el radar hasta la nueva y complejísima maquinaria de los viajes espaciales. Éstos, y miles más, están caracterizando el progreso de Acuario en el mundo físico. Percibimos igualmente la velocidad a la que todos los movimientos del pensamiento liberal en materia religiosa están sobreponiéndose a las antiguas creencias, y el creciente número de los que desarrollan la visión espiritual y están investigando la tendencia de la evolución en los planos superiores. El estudio de la astrología ha alcanzado una inusitada popularidad durante los últimos años, y una visita a cualquier librería nos muestra el increíble número de publicaciones recientes sobre materias ocultas y sobre todo “lo sobrenatural”.
La Edad de Acuario verá la fusión entre la ciencia y la religión en un grado tal que aparecerán una ciencia religiosa y una religión científica, cada una de ellas, respetando los hallazgos de la otra, y que producirán la salud, la felicidad y la alegría de vivir.

La Hermandad Universal
La Edad de Acuario traerá consigo una era de hermandad universal, para cuya preparación vemos ya derrumbándose por doquier las barreras de los prejuicios raciales. Cierto que, de momento, se está llevando a cabo en medio de matanzas y rebeliones. Sin embargo, podemos estar seguros de que, a pesar de la espada, que reinó durante la Edad de Piscis y aún es poderosa, la CIENCIA y el ALTRUISMO dominarán durante la Edad de Acuario.
Como Acuario es un signo de aire, científico e intelectual, es inevitable que la religión de tal Edad esté basada en la razón y sea capaz de descorrer la cortina de la vida y la muerte de modo que satisfaga, tanto a la mente como al instinto religioso. En ese sentido, las Enseñanzas de la sabiduría Occidental, promulgadas por la Fraternidad Rosacruz, están también preparando el camino para la Edad de Acuario al disolver el miedo a la muerte engendrado por las incertidumbres que rodean la existencia post mortem. Esas enseñanzas muestran que la vida y la conciencia continúan bajo leyes, tan inmutables como Dios, que tienden a elevar incesantemente al hombre a más altos, más nobles y más sublimes niveles de espiritualidad.
Como signo de aire que es, Acuario ostenta una regencia especial sobre los éteres. Cuando el sol, por precesión, entre en Acuario, quedará gradualmente eliminada la humedad en la Tierra y las vibraciones visuales, que se transmiten mucho mejor a través de una atmósfera etérica seca, se harán más intensas. En esas condiciones, la visión etérica se desarrollará en la inmensa mayoría de la Humanidad y podremos ver a los habitantes de la región etérica, incluidos nuestros propios amigos y seres queridos que hayan muerto. Así nos será posible conservar nuestro contacto con ellos durante un tiempo tras la “muerte”, y tendremos tiempo de acostumbrarnos al hecho de que continúan hacia regiones más elevadas.
Cuando alcancemos ese punto de la evolución, la Humanidad estará tan iluminada que podrá evitar muchas de las caídas que actualmente nos causan tantos problemas, y disfrutaremos una existencia mucho más feliz de lo que ha sido normal hasta el presente. Podremos resolver los problemas sociales de un modo equitativo para todos y el empleo de maquinaria avanzada liberará a la Humanidad de la mayor parte del trabajo físico, dándole más oportunidades para el desarrollo intelectual y espiritual. Aunque las bendiciones de la Edad de Acuario serán nuestras a su tiempo, es posible para aquellos que aspiran a una vida “mejor” o más espiritual, armonizarse cada vez más con el espíritu de la nueva Edad y hacerse sensibles a las influencias de Acuario antes y más completamente que sus contemporáneos. Quienes se esfuercen al máximo por vivir una vida de servicio a la Humanidad y por ejercitar sus poderes de compasión, altruismo y beneficencia, se harán más sensibles a las influencias de Acuario y su evolución en el sendero se acelerará proporcionalmente.

jueves, 22 de abril de 2010

Las Ultimas Horas de un Espía

Por Max Heindel

"Hay más cosas en el Cielo y en la Tierra de los que son soñados en su filosofía."

El estaba sentado en el jardín devastado de un viejo monasterio mirando el desorden de flores y maleza, frutos del cuidado y del descuido; lo último parecía imponerse porque la guerra había alejado a los dueÑos originales, ya que los soldados que acamparon ahora ahí no tenían tiempo para flores.
El no era uno de ellos, él era un cautivo, un espía. Capturado con papeles importantes, él había sido sentenciado a ser fusilado, y estaba ahora esperando por el pelotón de fusilamiento que pondría fin a todo.
¿Pero pondría esto fin a todo? Qué pregunta tan descabellada. El fue educado en creer en un más allá, pero poco después de haber entrado a la Universidad se unió a la actitud mental general, la mentalidad científica de esa institución. La critica superior había comprobado el engaÑo de la Biblia. En la sala de disección se hizo evidente la maquinaria mecánica del cuerpo, la química podía explicar la acción y reacción del organismo. La psicología ofrecía una amplia y suficiente solución de las maravillas de la mente; en pocas palabras, se demostró que el hombre era una máquina que se movía y pensaba, aun capaz de perpetuarse a sí mismo por medio de descendencia, que prosigue con el trabajo cuando la máquina progenitora está gastada y lista para la chatarra del cementerio. Soberano o súbdito, amo u hombre, santo o pecador, todos son nada más que sombras en la pantalla del Tiempo.
Pero sea de una manera u otra, él no estaba del todo seguro desde que la guerra le había puesto cara a cara con el asesinato en masa. El había visto morir a centenares en el campo, en las trincheras y hospitales, y la absoluta convicción de ellos de la vida después de la muerte estaba pegándosele; por lo menos era perturbador. ¿Podía haber alguna verdad en sus afirmaciones de que habían visto "Angeles" tanto en el campo de batalla como en sus lechos de muerte? ¡Qué va!, eso era una alucinación debido a la tirantez de la situación. Sin embargo, tantos que vieron esas cosas, compaÑeros como el Teniente K y el Capitán Y, sensatos y serenos, y el capitán nunca más volvió a blasfemiar después de ese día en el Marne; aun más que eso, llevaba un libro de oraciones y predicó un buen sermón a un sargento, notorio por su lengua mordaz. Y habían otros más.
Bueno, pronto lo sabrá; a las cinco estaba destinado a encararse con el pelotón de fusilamiento.
Entró al cuarto donde había dormido anoche. El guardia que había estado parado en la puerta mientras él estaba afuera le siguió, fusíl en mano, y le observaba mientras él se dejó caer sobre el catre ordinario. Miró para arriba y vio una copia del famoso cuadro de Leonardo da Vinci "La Ultima Cena". El nunca había sido especialmente amante del arte, pero parecía que algo le atraía al Cristo en esa hora. No cabe duda que El había sido un personaje noble. Fue martirizado por una causa, y este retrato de Su última cena le hizo entender la analogía, porque él también había participado de la generosidad de la tierra por última vez.
Entonces le vino a la memoria la historia de como Leonardo da Vinci pidió a un amigo que apreciara el cuadro una vez que estaba terminado, y el amigo reparó en la incongruencia de las costosas copas de las cuales los apóstoles bebían. Da Vinci frotó su brocha encima de ellas y suspiró; él había puesto toda su alma y corazón en la cara del Salvador y esperaba que esa gloriosa cara iba a atraer la atención del espectador, borrando todo lo demás; en su lugar, uno de los detalles más insignificantes y de la menor importancia llamaron la atención de su amigo, excluyendo completamente al SeÑor de la Gloria.
"¿Será ese también el caso mío?" pensó él que estaba tirado sobre el catre. "¿Habré yo también fijado mis ojos sobre las cosas sin importancia en la vida? He visto la muerte con demasiada frecuencia para temerla ahora que mi turno ha llegado, no obstante, hay tanto que hacer en este mundo que a uno no le gusta pensar en la nada."
"Cristo dijo, 'Solamente una cosa se necesita', y si El tenía razón, entonces yo he sido como el amigo de da Vinci, mi atención ha estado fijada en cosas no esenciales. En vez de buscar cosas eternas, yo he dedicado todo mi tiempo en asuntos temporales."
"¡Ay! ¿Para qué andar como alma en pena? Si sigo así, pueda que mis rodillas comiencen a temblar a la vista del pelotón de fusilamiento."
Se levantó y, seguido por el vigilante guardia, regresó al jardín donde le llamó la atención un viejo reloj de sol. Leyó la inscripción: "Oros non numero nisi serenas" (Yo cuento sólo las horas de sol).
"¡Qué máxima tan bella, como para olvidar todas las cosas sórdidas y las pequeÑeces de la vida, y reconocer solamente lo bueno, lo verdadero, lo hermoso!" Revisando su vida, que ahora estaba para terminar, ¿cuán apegado había vivido él a ese lema? Su consciencia le obligó a confesar que había fallado.
Y ahora ya era muy tarde. Perdido en la contemplación, sus hojos estaban pegados en la sombra del cuadrante. Había algo extraÑo en su deslizarse silenciosamente hacia el fatídico cinco, cuando el pelotón de fusilamiento debía aparecer.
El no estaba preocupado por la muerte, pero había comenzado a querer comprender el problema de la Vida, y entonces le sobrevino un abrumador deseo de una solución. Pero ahí estaba la sombra del cuadrante, "ese intangible nada" deslizarse más y más con fuerza lenta y fatal. ¡Cómo no quisiera tener la oportunidad de buscar la luz en cuanto al problema de la Vida!
Era costumbre de ejecutar a la salida del sol a aquellos que eran condenados bajo la ley marcial, pero cortésmente le informaron que una repentina órden de movimiento para la división que lo mantenía prisionero, hacia la demora inconveniente y que tendrá que encarar el pelotón de fusilamiento a la puesta del sol. Contestó con una inclinación y un encogimiento de hombros. ¿Qué importaba? Sea más pronto o más tarde, él iba a estar listo. Ahora estaba comenzando a anhelar esas horas para poder razonar sobre esto.
Al volver de la sombra de la muerte del cuadrante, su progreso silencioso parecía más elocuente que cualquier sermón sobre la fugacidad de la vida y la inexorable certidumbre de la muerte.
Una vez más se estiró sobre el catre pensando sobre su problema de la existencia. En menos de media hora él sabrá todo o nada; o será aniquilado tan pronto como la luz de vida sea extinguida por la bala que inevitablemente va a dar en su corazón, o va a ser un Espíritu libre. Todo dependía de cuál de las dos teorías era cierta, y la sensación de suspenso estaba haciéndose más intensa cada momento, el anhelo por la vida estaba haciéndose tan vehemente que realmente dolía. De toda la gente que profesaba su fe en la inmortalidad del alma, nunca nadie parecía saber; todos creían - o sea, todos menos uno.
Entonces cruzó por su memoria el recuerdo de un encuentro con un hombre de extraña y fascinante personalidad en un famoso balneario, donde fue por descanso y quietud, cuando sus nervios habían estado agotados por el viguroso estudio de un tema científico. Este hombre, quieto, refinado y modesto, le atrajo desde un comienzo, y en una ocasión cuando su conversación se dirigía hacia las teorías sobre la vida, él había elegido el punto de vista materialista, y el desconocido le había confrontado con una cantidad de razonamientos aparentemente incontestables. Sin embargo, no era la fuerza de sus razonamientos lo que le impresionaba ahora, sino el recuerdo de su voz de autoridad, la manera y la conducta de uno que sabía lo que estaba diciendo, lo que le impresionaba y lo llenaba ahora con una quemante intensidad inquisidora.
"¿Sabría el desconocido realmente?"
El había hablado de personas que "dejaban sus cuerpos a voluntad tal como nosotros dejamos nuestra ropa cuando entramos al agua para nadar." "Así mismo," había dicho, "hacen aquellos quienes entran a ciertos mundos invisibles."
El lo había llamado "La Tierra de los Muertos que Viven," y había afirmado que los así llamados muertos funcionan ahí en un cuerpo más sutil, en posesión de todas sus facultades y con completo conocimiento y memoria de las condiciones que existían alrededor de ellos mientras vivían en esta vida. Qué no diera que ese desconocido estuviera aquí ahora, que pudiera hablar con él y averiguar más sobre este asunto que ahora había tomado tanta importancia en su mente.
¿Pero qué era eso que apareció en la esquina? ¿Era ése el desconocido, esa forma nublada, vaga, en aquella esquina oscura? Y ahora le parecía oír una voz diciendo, "le voy a encontrar cuando salga de su cuerpo." Entonces la figura desapareció.
¡Bah! pensó, esto tiene que haber sido un producto de su imaginación, una alucinación de su mente desordenada. El anhelo le había hecho ver cosas que no son; ya no iba a especular más. Nuevamente fue al jardín para ver el cuadrante cuya sombra avanzaba lentamente hacia el cinco fatal.
Ahí lo encontraron, con una radiante sonrisa en sus labios, mientras saludaba al oficial del pelotón de fusilamiento. Le rogó que fuera dispensado del ignominoso proceso de vendarle los ojos. Juntos caminaron hacia la pared del otro extremo del jardín, donde se volvió y encaró el pelotón de fusilamiento, mientras el oficial dio un paso a un lado y rápidamente dio la orden que disparó la bala que encontró su corazón.
Oyó la detonación de los fusiles y sintió un pinchazo de dolor como si un hierro candente le hubiera quemado su alma. Luego un fuerte dolor, e involuntariamente su mano buscó su corazón - ¡pero que raro! Antes de haber llegado al pecho, el dolor se había ido, y rápidamente volvió a colocar su mano en la posición colgante a su lado - no debía dejar que los enemigos de su país le creyeran un cobarde.
Una vez más volvió su atención hacia el pelotón de fusilamiento, esperando en cada momento sentir el impacto de las balas que había sentido anticipadamente, ya que de ninguna otra manera podía explicar el choque y el dolor en su corazón.
¿Pero qué significaba todo esto? Los del pelotón de fusilamiento estaban en posición de firmes y el oficial estaba alejándose de él y acercándose a ellos.
"¿Habrán disparado salvas?" No, eso era inconcebible. Examinó su ropa y encontró tres huecos en el saco, justamente sobre el corazón. Metió su dedo en uno de ellos, tan hondo como pudo y lo sacó de nuevo, desconcertado por la ausencia de dolor y sangre. Evidentemente le habían pegado tres balas, y de acuerdo con todas las reglas de la experiencia él debía haber caído en un montón, muerto en el instante, sin embargo aquí estaba sintiéndose más lleno de vida que nunca. ¿Cómo pudo ser esto?
Impulsivamente corrió detrás del oficial que se alejaba, lo cogió del brazo pidiéndole una explicación. El oficial, pero, parecía hacer caso omiso tanto de la mano que trataba de sujetarlo, como de sus agitadas preguntas, encaminándose hacia sus hombres como si no hubiera ni sentido ni oído.
"¿Estoy soÑando, estoy loco, o qué"?
"Ninguno de los dos, amigo mío," contestó una voz a su lado y cuando se volvió, ahí estaba el hombre extraño -"Rosacruz" se había identificado. Con una intensa sensación de alivio, el espía se volvió hacia él. Tal vez él pudiera aclarar esta experiencia tan confusa.
"¿Pero cómo llegó Ud. aquí? Yo no lo ví entrar con el pelotón de fusilamiento."
"Sus ojos no estaban entonces todavía adaptados a la vibración del Espíritu; Ud. estaba todavía cegado por el velo de la carne," vino la respuesta, pero esto no le proporcionaba ninguna información al espía, y él comenzó a dudar de la cordura de su compaÑero.
"Yo veo que Ud. no comprende y que mi contestación sólo aumenta su confusión," continuó el desconocido; "Usted no se da cuenta de que está muerto."
"¡Muerto! Seguramente que Ud. está loco. ¿Cómo puedo estar muerto si estoy parado aquí hablando con usted?" contestó el espía más confuso que nunca.
"Yo no me expresé debidamente; yo debía haber dicho, 'Su cuerpo está muerto'," replicó el Rosacruz.
Pero el espía lo miró en total desamparo y desesperación; esto se estaba haciendo más y más desconcertante; o él o ese hombre estaba loco, o ambos lo estaban.
"¡Mi cuerpo está muerto! ¿Pero cómo puede Ud. decir una cosa así? ¿Acaso no estoy parado aquí moviendo mis labios y hablando con usted? Puedo mover mis miembros y caminar tan bien como usted, aunque debo confesar que estoy sin entender como estoy vivo con tres balas en mi corazón."
"Veo su confusión, mi amigo, y se lo voy a explicar en seguida, pero primero venga conmigo al lugar donde Ud. estaba parado encarando el pelotón de fusilamiento; allá hay algo que le va interesar"
Juntos caminaron al lugar.
"Mire entre las flores, mi amigo,"dijo el Rosacruz.
Siguiendo la dirección de la mirada del otro, el espía vio, parcialmente escondido entre la maleza y las flores que crecían por el jardín, lo que parecía ser él mismo tirado boca abajo. Se inclinó pensando en dar vuelta a la forma caída para resolver este dilema imposible, pero la confusión parecía aumentar más y más sin fin. Al agarrar la forma inerte por los hombros para levantarla, su mano la atravesó como si hubiera sido hecha de aire en vez de carne y sangre.
Volvió a enderezarse y se volteó hacia su compaÑero.
"¡Por el amor de Dios, resuélvame este embrollo, porque si no estoy loco ya, lo voy a estar en un momento!"
"Paciencia, mi amigo" contestó el Rosacruz, "todo está bien, le voy a tranquilizar en un momento; lo que pasó es esto:
"Cuando el pelotón de fusilamiento disparó los disparos fatales, tres de las balas penetraron su corazón con efectos tan fatales que Ud. sintió el dolor por una fracción de segundo antes de que el cuerpo etéreo que Ud. ahora usa, fuera arrancado del cuerpo físico, el cual luego cayó hacia adelante boca abajo. De ahora en adelante, este cuerpo etérico le servirá tan bien, o mejor, que el cuerpo denso que Ud. ha descartado con la muerte."
"Cuerpo etérico," balbuceó el espía, todavía incapaz de comperenderle.
"Si, mi amigo. ¿Es tan raro que el hombre tenga un cuerpo etérico?" La ciencia expone la hipótesis que todas las cosas, desde el mineral más denso hasta el gas más enrarecido, están penetrados por éter; y en verdad es así. El cuerpo humano no es una excepción a esta regla; también está interpenetrado por éter. Cuando ese escapa, la muerte ocurre, tal como fue demostrado por el Dr. McDougall en el Hospital General de Boston, hace una década, cuando él puso en una balanza a varias personas en vía de morir. Todas ellas revelaron una pérdida de peso en el momento de expirar.
"Lo que los doctores y científicos no saben es que este éter continúa reteniendo la forma y similitud del cuerpo denso muerto y continúa siendo 'la casa del eterno Espíritu', aunque invisible para aquellos que todavía están en el cuerpo físico".
Una gran luz y un aspecto de intenso alivio se extendió sobre la cara del espía. "¿Pero cómo salió el éter de mi ropa, porque estoy vestido con la misma ropa que el cuerpo muerto, y cómo se reprodujeron los huecos de las balas en mi ropa presente?"
"Ese es un truco de la mente subconsciente, mi amigo," contestó el Rosacruz. "Aunque Ud. no se haya dado cuenta del daÑo hecho a su cuerpo, las circunstancias exactas fueron registradas sobre un pequeÑo átomo localizado en su corazón cuando inhaló el último suspiro, porque cada respiración inhalada en los pulmones contiene éter que lleva una imagen de todas las cosas de su medio ambiente, usando el mismo principio como cuando lleva la imagen a una placa sensibilizada en una cámara fotográfica. El éter entra al torrente de sangre que lo lleva al corazón. Ahí el átomo-simiente corresponde a la película fotográfica, cada inhalación sucesiva produce un nuevo cuadro, de esta manera se imprime sobre este pequeÑo átomo-simiente una serie de cuadros de la vida desde la cuna hasta la tumba. Esto modela nuestro destino después de la muerte, y es la base oculta del dicho, "Como el hombre piensa en su corazón, así él es." Cuando los así llamados 'muertos' salen de sus cuerpos, el éter forma su ropa; éste reproduce las peculiaridades físicas con absoluta fidelidad de acuerdo con el modelo del último cuadro sobre el átomo-simiente, o sea el alma que el hombre lleva consigo como el árbitro de su vida en el futuro."
El espía permaneció en silencio y pensativo por algún momento, examinando la explicación del Rosacruz desde todos los ángulos. Parecía perfectamente bien fundada y lógica, y en armonía con los descubrimientos científicos conocidos; ni era una dificultad insuperable aceptar que el átomo-simiente, del que hablaba el Rosacruz, tuviera que ser extremadamente menudo. ¿Acaso el ojo de una mosca no tiene numerosas facetas de las cuales cada una hace una imagen de sus alrededores, y acaso el microscopio no abrió el mundo a cosas minúsculas? ¿Quién osara poner un límite?
"¿Pero, tengo entonces que seguir andando con huecos en mi ropa y heridas en mi pecho, o van a sanar y puedo conseguir otra ropa?"
"Nada más fácil, mi amigo; como ya le dije, aquí en la Tierra de los Muertos que Viven es una ley que tal como el hombre piensa en su corazón, así es él. Los pobres camaradas que cayeron por miles en los campos de batalla, horriblemente mutilados al comienzo de la guerra, estaban terriblemente angustiados por su condición hasta que les enseÑamos a que pensaran de si mismos como eran antes de haber ido a la guerra; sanos y buenos. Era toda una faena el hacerles creer que esto era todo lo que era necesario para restaurar su salud. Era un trabajo lento porque habían muchos a los que había que ayudar y nosotros éramos pocos. Pero poco a poco fueron convencidos y adiestrados para ayudar a las victimas más recientes de la guerra; así que ahora somos miles de ayudantes listos para atender y ayudar a los miles que son matados."
"¡Ah! usted es un alumno muy aplicado; veo que ya ha remendado su ropa y sanado sus heridas."
"Si," contestó el espía, "y muchas gracias. Nunca podré repagarle por la ayuda que me ha dado. Pero tengo una duda más. ¿Cómo fue que mi cuerpo parecía hecho de aire y mis manos lo atravesaron? Yo sé que era sólido."
"¡Oh si! Esto es divertido; la gente en el mundo físico piensa del así llamado fantasma como algo compuesto de material intangible, diáfano como una espiral de humo, si es que siquiera toman en cuenta su existencia. Consideran a sus propios cuerpos tan sólidos como una piedra. Pero una vez que han pasado más allá del velo, hacia la Tierra de los Muertos que Viven, se asustan al darse cuenta que la gente que todavía están en la carne son tan inmateriales para nosotros, como lo somos nosotros para ellos; y que es tan fácil para nosotros meter un brazo a través de ellos, como lo es para ellos caminar a través de nosotros. En realidad, ellos son tan fantasmales para nosotros como lo somos nosotros para ellos.
"Usted es ahora un ciudadano de la Tierra de los Muertos que Viven. Venga, vámonos de aquí a visitar los alrededores. Pero primero, ¿hay alguien con quien Ud. quisiera hablar, porque durante unas cuantas horas su cuerpo espiritual será más denso que en cualquier otro período durante su estadía post-mortem, y por lo tanto le será más fácil manifestarse a sus amigos ahora que en cualquier otro momento después."
"Tengo una hermana, está a 5 o 6 mil millas de aquí. Por acá no hay nadie que supiera o le importara."
"La distancia no es una barrera para el Espíritu," dijo el Rosacruz. Imagínese Ud. allá, y estaremos en la casa de su hermana dentro de dos minutos," y juntos se fueron flotando; sin embargo la velocidad no le parecía extraordinaria al espía mientras pasaban sobre un pueblo tras otro. Parecía que tenía suficiente tiempo para notar los varios detalles del país, la arquitectura de las casas, los vestidos de la gente, etc. Mientras pasaba sobre una gran extensión de agua, notó una cantidad de buques con la tripulación y los pasajeros, ocupados todos en sus faenas o prosiguiendo sus pasatiempos. En realidad, el tiempo no parecía ni largo ni corto; el tiempo parecía que no existiera en su consciencia, y se maravillaba en su mente que todo lo estaba tomando en forma tan natural, como si toda la vida hubiera estado flotando por el aire y viendo las cosas que estaba observando ahora.
No obstante una cosa era extraÑa y le molestaba un poco al principio; el aire parecía estar poblado de formas espirituales que flotaban a través de éste, igual que él y el Rosacruz. Al principio él trataba de evitarlos, pero se dio cuenta de que era imposible. Se preparaba para un choque cuando, por su sorpresa, observaba que esa gente flotaba a través de él y de su compaÑero como si no existieran. Esto le llenaba momentáneamente de consternación y perplejidad hasta que el Rosacruz, observando su dilema, le pidió con risa tranquilizadora que no se preocupara, explicándole que esta era la costumbre en la Tierra de los Muertos que Viven, porque ahí todas las formas son tan plásticas que fácilmente pueden interpenetrar el uno al otro en todo momento, y que no hay peligro de que uno pueda perder su identidad.
Llegando a la casa de su hermana, la encontraron sentada en una cómoda sala. El espía impulsivamente corrió hacia ella para abrazarla, encontrándose con la sorpresa de que ella estaba completamente inconsciente de su presencia, y que sus manos, en vez de asir sus formas, la atravesaron.
Nuevamente se dirigió hacia el Rosacruz y le preguntó qué debía hacer para hacerse sentir. "Párese en esta esquina de aquí donde la luz es tenue, porque las vibraciones etéricas de la luz son más fuertes que las vibraciones que Ud. puede producir. Entonces fije en su mente el mensaje que le quire mandar a ella y piénselo con toda la intensidad que es capaz. Fue la intensidad de su pensamiento antes de encarar el pelotón de fusilamiento que llegó a mi casa y que causó que dejara mi cuerpo físico por un rato para venir donde Ud. a echarle una mano en su hora de transición. Si Ud. puede pensar, con una intensidad similar, en el mensaje que quiere que reciba su hermana, ella lo recibirá y sus ojos se dirigirán hacia usted."
Con esta instrucción, el espía formuló el mensaje: "Estoy en la Tierra de los Muertos que Viven; he pasado más allá del velo." Fijando su mirada sobre su hermana, estuvo parado ahí inmóvil, reiterando el mensaje por varios minutos. Repentinamente los ojos de su hermana buscaron la esquina donde él estaba parado, y percibiendo que su hermano estaba ahí, ella comenzó a temblar y cayo desmayada sobre el suelo. De inmediato el espía se apresuró hacia ella para levantarla, cuando con un grito de alegría se echó en sus brazos.
"Oh, ¿cómo llegaste, Roberto? Sólo hace unos pocos días que recibí carta que decía que tú ibas a salir en una misión peligrosa, y aquí estás. ¿Cómo pasó esto?"
Una vez más la sorpresa se propagó sobre la cara del espía; ¡ él había visto a su hermana caer, y aquí estaba parada! ¿Estaba muerta ella también?
"No," explicó el Rosacruz, mientras fue presentado como amigo de Roberto. "No, ella no está muerta; símplemente se desmayó y tendrá que volver a su cuerpo. Ahí está, tendido sobre el piso tal como sucedió con el cuerpo de Ud. después de que hubieron disparado las balas fatales. Probablemente ella no tendrá ningún recuerdo de haber hablado con Ud. ahora, ni sabrá que Ud. está en la Tierra de los Muertos que Viven, pero tendrá solamente la impresión de que vio su fantasma y de que algo ha sucedido con usted; a menos que Ud. haya podido impresionarla suficientemente con su mensaje haciéndole saber que ha pasado más allá del velo y que está ahora en la Tierra de los Muertos que Viven. No obstante, cada noche, cuando ella se duerme, Ud. tendrá la misma oportunidad que tiene ahora para hablar con ella, porque cuando dormimos estamos realmente en el mismo lugar de aquellos que el mundo llama 'muertos'."
En este momento la hermana del espía parecía que estaba quedándose dormida, sintiéndose atraída hacia el cuerpo que estaba tendido en el suelo. Gradualmente el espía la vio desvanecerse, desapareciendo dentro de esa forma que entonces comenzó a gemir y moverse.
"Venga, vámonos," dijo el Rosacruz. "Mientras Ud. estaba hablando con ella, yo trabajé sobre su cuerpo e hice todo lo que se puede hacer para facilitarle el regreso a la consciencia. Nada más podemos hacer por ella, así que venga, vámonos de aquí."

viernes, 16 de abril de 2010

Comprendiendo a los animales

Por qué los animales parecen pensar

Piensan los animales? Sabemos que algunos parecen hacerlo, pero son sólo los más elevados entre los domésticos, los que, durante generaciones, han mantenido un más estrecho contacto con el hombre y han desarrollado así una facultad, no poseída por los demás, que no han contado con aquella ventaja. Ello se basa en el mismo principio que hace que un conductor cargado de electricidad induzca una débil corriente en otro conductor próximo, descargado; o que un hombre de fuerte moral, haga brotar idénticas tendencias en otro de naturaleza más débil. Todo lo que hacemos, decimos o somos, se refleja en nuestro entorno. Por eso los animales domésticos parecen pensar. Son los avanzados de su clase, casi en el nivel de la individualización, porque las vibraciones del pensamiento humano han inducido en ellos una actividad similar, aún que orden inferior.
Sólo el hombre posee la cadena completa de vehículos y está correlacionado, por ello, con todas las divisiones de cada uno de los tres mundos. Al animal, en cambio, le falta un eslabón en esa cadena: el de la mente.

El Espíritu Grupo

El Espíritu del animal, en su descenso, sólo ha alcanzado hasta el mundo del deseo. Y aún no ha llegado al punto en que le sea posible penetrar en el cuerpo denso. Por eso el animal no posee Espíritu Interno como el hombre, sino un Espíritu Grupo que lo dirige desde fuera. Posee un cuerpo denso, un cuerpo vital y un cuerpo de deseos. En el ser humano existe un punto entre las cejas y a media pulgada de profundidad debajo de la piel, que coincide exactamente con otro punto del cuerpo vital. Esos dos puntos están tan alejados ahora en los animales actuales como lo estaban en el hombre y la mujer de principios de la Era Atlante. El animal que más próximos los tiene es el elefante y, después, el perro. Los cuerpos de deseos y vital de los animales no están completamente dentro del cuerpo denso, especialmente la cabeza. Por ejemplo, la cabeza etérica del caballo se proyecta bastante hacia delante y por encima de la cabeza física. Cuando, como sucede en raros casos, la cabeza etérica penetra en la cabeza física, esos caballos pueden aprender a leer, a contar y a realizar operaciones de aritmética elemental. Entre los animales de tales características, que atrajeron la atención de propios y extraños se encuentran los cuatro caballos de Elberfeld, en el oeste de Prusia y por los que los científicos se interesaron inmediatamente antes de la primera guerra mundial. Los cuatro murieron durante la misma, antes de que se pudiese dar una explicación plausible al fenómeno. También hubo una asustadiza yegüita en Estados Unidos, llamada Lady Wonder. Su dueña hizo construir para ella una máquina de escribir especial, en la que mecanografiaba las respuestas a las preguntas de sus muchos visitantes.

Clarividencia animal

Por esa falta de coincidencia entre esos dos puntos de los cuerpos físico y vital, los caballos, perros, gatos y demás animales domésticos perciben el Mundo del Deseo, aunque no siempre saben distinguirlo del Mundo Físico. Y así, un caballo se espantará a la vista de una figura imperceptible para su jinete; o un gato irá a restregarse en unas piernas invisibles. El gato ve el fantasma (el cuerpo de deseos), pero sin caer en la cuenta de que no posee un cuerpo físico que permita tal clase de contactos. El perro, más inteligente que el gato y el caballo, frecuentemente se da cuenta de que sucede algo que no entiende, cuando ve la aparición de su amo muerto y, al no serle posible lamer sus manos, se retira a un rincón con el rabo entre piernas.

Una analogía

La siguiente ilustración puede servir para mostrar la diferencia entre el hombre, con su Espíritu Interno, y el animal, con su Espíritu Grupo.
Imaginemos una habitación dividida en dos por una cortina. Una de las partes representa el Mundo del Deseo y la otra el Mundo Físico. Hay dos hombres en la habitación, uno en cada lado de la cortina. No pueden verse uno a otro ni estar ambos en el mismo sector. Hay, sin embargo, diez agujeros en la cortina y el hombre que se encuentra en la parte que representa el Mundo del Deseo puede introducir sus dedos en la otra parte, que representa el Mundo Físico, metiéndolos en los agujeros. En esa situación, representa perfectamente al Espíritu Grupo, que está en el Mundo del Deseo. Los dedos representan los animales pertenecientes a una especie. Puede moverlos como quiera, pero no puede usarlos con la misma libertad ni tan inteligentemente como el otro hombre, que está en la parte que represente el Mundo Físico, maneja su cuerpo. Éste ve los dedos que atraviesan la cortina y observa que se mueven, pero no ve la conexión existente entre ellos. Para él son todos independientes y distintos unos de otros. No puede saber que se trata de los dedos del hombre situado tras el velo ni que es su inteligencia la que los mueve. Si se hiere uno de los dedos, no será éste el que resultará herido, sino el hombre situado al otro lado de la cortina. Si se hiere a un animal, sufre, pero no en el grado en que lo hace el Espíritu Grupo. El dedo no tiene conciencia individual, hace lo que le ordena el hombre, y lo mismo hacen los animales ante los dictados del espíritu Grupo.

La sabiduría del instinto

Se habla del “instinto animal” y del “instinto ciego”. Pero no hay nada de ceguera en la forma como el Espíritu Grupo guía a sus miembros; hay sabiduría en el Mundo del Deseo, sabiduría en letras mayúsculas. El clarividente entrenado, que funciona en el Mundo del Deseo, se puede comunicar con los espíritus de las especies animales y los encontrará mucho más inteligentes que a la mayor parte de los humanos. Puede observar la gran inteligencia que manifiestan para dirigir a los animales, que no son más que sus cuerpos físicos. Los espíritus animales individuales aún no son autoconscientes y por eso actúan sin vacilación siguiendo las sugerencias del Espíritu Grupo. Éste es un ser perteneciente a una evolución distinta y funciona en los mundos invisibles, donde las cosas son más aparentes que aquí. De ello se sigue que, lo que llamamos instinto son, realmente, las sugerencias del Espíritu Grupo, en el mundo invisible, guiando a sus animales.
El Espíritu Grupo reúne sus bandadas de pájaros en otoño y les compele a emigrar hacia el sur, ni demasiado pronto ni demasiado tarde, para escapar a las heladas ráfagas del invierno. Y dirige su retorno en primavera, haciéndoles volar a la altura apropiada, que es distinta según las especies.
El Espíritu Grupo del castor le enseña a construir sus diques, a lo largo de la corriente, exactamente con el ángulo apropiado. Tiene en cuenta la rapidez de la corriente y todas las demás circunstancias, tal y como lo haría un experto ingeniero, demostrando con ello que está tan al día en cada detalle de su arte como el colega, hombre o mujer, técnicamente preparado. La sabiduría del Espíritu Grupo dirige la construcción de la celda hexagonal de la abeja, con su geométrica exactitud; enseña al caracol a formar su casa en una perfecta y hermosa espiral; inspira al molusco del océano el arte de decorar su concha iridiscente. ¡Sabiduría, sabiduría por doquier! Tan grande, tan inmensa que el que sabe observar se llena de admiración y de respeto.
Debido al sendero en espiral de la evolución, los animales domésticos superiores, especialmente el perro, el caballo y el elefante, ven los objetos de modo parecido al hombre, con contornos claros y definidos.

Espina dorsal horizontal

La cruz representa simbólicamente la relación de las plantas, los animales y el hombre con las corrientes de vida de la atmósfera terrestre. Y el animal, representado por el madero horizontal de la cruz, está entre la planta y el hombre. Su espina dorsal adopta la posición horizontal y a su través circulan las corrientes del Espíritu Grupo, guardián de los espíritus animales. Ningún animal puede permanecer constantemente erguido, pues las corrientes del Espíritu Grupo no podrían guiarlo y, si no estuviese lo suficientemente individualizado para soportar las corrientes espirituales por la espina dorsal vertical, moriría.
Los animales tienen sólo veintiocho pares de nervios espinales, armonizados con los veintiocho días del ciclo lunar, a diferencia del hombre, con treinta y un pares de nervios, que lo armonizan con el mes solar. Por ello, los primeros necesitan que el Espíritu Grupo les infunda los rayos estelares necesarios para dar lugar a la conciencia. Son, por tanto, incapaces de absorber directamente los rayos del sol.
Los animales son nuestros “hermanos menores” y, aunque ahora aún no están tan delicadamente organizados como nosotros, alcanzarán un día un estado tan elevado como el nuestro. Para entonces, nosotros habremos ascendido aún más. Hay razones ocultas, claramente expuestas por Max Heindel en el Concepto Rosacruz del Cosmos, según las cuales, la crianza de animales debería estar cuidadosamente supervisada, para el bienestar y adelanto de todo el reino animal. Éstos, en su estado salvaje, están libres de enfermedades y dolor porque su reproducción se produce, vigilada y dirigida por el sabio Espíritu Grupo, sólo en las épocas del año propicias para tal propósito.
La persona avanzada sabe que los animales son sus “hermanos menores” y los ayudará, lo mismo que nosotros estamos siendo ayudados, a lo largo del sendero. Para un aspirante espiritual, matar, tanto animales como personas, está fuera de lugar.

Matando animales

En el presente estadio de nuestro desarrollo evolutivo, todo el mundo sabe, de un modo innato, que matar es un error; y todo hombre amará y protegerá a los animales, siempre que su voracidad y sus intereses egoístas no le cieguen hasta el punto de no reconocer sus derechos. La ley protege al gato o al perro frente a la crueldad inexcusable. Excepto en los “deportes”, la más inexcusable de todas nuestras crueldades contra el reino animal, se les mata o se les cría para sacrificarlos, con el fin de ganar dinero. En el deporte, se dispara contra las indefensas criaturas, sin más objeto que producir en los cazadores una falsa sensación de poder. Es difícil comprender que gente que, en otros aspectos, es sana y amable, pueda conculcar sus instintos civilizados y regresar al salvajismo para matar por pura sed de sangre y por el placer de destruir. Es realmente una regresión hacia los más burdos instintos animales y jamás puede dignificarse ni tiene semejanza alguna con cualquier conducta “humana”.
Tras la muerte, los animales permanecen un tiempo, más o menos largo, según su nivel evolutivo, en el cuerpo de deseos hecho de materia del Mundo del Deseo. Incluso al escarabajo que pisamos en la calle se le puede ver, clarividentemente, seguir caminando unos pasos más, hasta que se va diluyendo en la nada. Permanece, pues, unos momentos en su cubierta, hasta que su espíritu retorna al manantial central que es su Espíritu Grupo. En caso de muerte de los caballos, las vacas o cualesquiera de los animales más avanzados, crece proporcionalmente el tiempo de permanencia consciente en el Mundo del Deseo.
El espíritu animal, enviado, repetidamente, por el Espíritu Grupo para su encarnación en los cuerpos animales de su especie, un espíritu en cada cuerpo, regresa a él al morir, tras haber obtenido un grado de conciencia más elevado que el que poseía cuando renació. Esto ayuda a evolucionar al Espíritu Grupo que, a cambio, gobierna los espíritus de los individuos de la especie a su cargo.

Evolución animal

Tras la muerte del cuerpo físico, el espíritu del animal, se libera de éste y retorna al Espíritu Grupo. El cuidado y el cariño que nosotros le hayamos proporcionado, le ayudarán mucho en su evolución. Mientras los animales salvajes actúan sólo bajo los dictados del espíritu Grupo, que nosotros llamamos instinto, los animales domésticos muestran una capacidad de pensamiento mucho más allá de su evolución normal para el momento actual. Si sabemos que los animales domésticos aprenden de nosotros y que cada acto amoroso que por ellos hacemos les ayuda en su progreso, podemos fácilmente inferir que esos animales domésticos serán un día los maestros de sus hermanos más atrasados.
El servicio prestado por el inferior al superior, escalonadamente, sólo puede pagarse con SERVICIO. El superior contrae una deuda de gratitud con el inferior. Cristo reconoció que sin discípulos no sería posible el maestro y, en agradecimiento por haberle permitido el privilegio de enseñar y traer al mundo la maravillosa religión cristiana, les lavó los pies a los suyos. En épocas futuras, alejadas eones de nosotros, los reinos inferiores que ahora actúan como escalones y como instrumentos para nuestro crecimiento y experiencia, necesitarán ayuda y servicios, que deberán ser prestados entonces por nosotros. Por tanto, la raza humana que ahora abusa de los animales, deberá actuar entonces como su servidora, ayudándoles a obtener la máxima evolución que en esa época proceda.

Lo perverso de la vivisección

Los espíritus animales cuyos, cuerpos son torturados sin objeto en los infiernos de la vivisección o son asesinados para comérnoslos, serán ese día nuestros alumnos y será obligación nuestra, como guardianes, el ayudarles a crecer y propagar la vida de la que ahora los privamos. La vivisección se considera por todos los estudiantes de lo oculto como una abominación y uno de los más negros crímenes. Si le fuera posible al vivisector ver lo que le está reservado tras la muerte, la vivisección sería abolida y las cámaras de tortura se quedarían vacías. Como cristianos pensamos que es nuestra obligación evitar el sacrificio de vidas animales por cualquier motivo que sea. Consideramos la vivisección como diabólica e inhumana.

Alimentación carnívora

Es evidente que el progreso evolutivo consiste en elevar tanto a los reinos inferiores como a la humanidad. Los animales, especialmente las especies domesticadas, están próximos a la individualización y ha comenzado ya su retirada de la manifestación. Como consecuencia de ello, con el tiempo resultará imposible obtener carne como alimento. Entonces el toque de difuntos del “Rey Alcohol” habrá sonado, pues sólo a los devoradores de carne les apetece el licor.
En la terminología rosacruz, los nombres de los siete períodos de nuestra Tierra son los siguientes: 1) de Saturno; 2) Solar; 3) Lunar; 4) Terrestre; 5) de Júpiter (los animales alcanzarán un desarrollo similar al nuestro actual, pero bajo condiciones diferentes); 6) de Venus (las plantas serán la humanidad de entonces, en condiciones distintas); 7) de Vulcano (los minerales alcanzarán el estadio humano, en las condiciones de esa época).
Estos períodos son encarnaciones pasadas, presente y futuras de nuestra Tierra; las condiciones por las que ha pasado, está pasando y pasará en el futuro.
Desde el momento en que los adelantados de nuestra oleada de vida ocupaban cuerpos semejantes a los de los simios, han progresado hasta su actual estado de desarrollo, mientras que los “eslabones perdidos”, que los científicos andan buscando desde hace muchos años, han degenerado y están ahora siendo animados por los rezagados del Período de Saturno.

Los animales, ¿antepasados o descendientes del hombre?

Los monos inferiores, en vez de ser los progenitores de las especies superiores, son rezagados, que ocupan los especímenes más degenerados de lo que en su día fue la forma humana. En lugar de haber el hombre ascendido desde los antropoides, la realidad es lo contrario: los antropoides han degenerado del hombre. La ciencia material, que se ocupa sólo de la forma, se ha extraviado y ha llegado sobre esta materia a conclusiones equivocadas.
Sin embargo, cada oleada de vida permanece definitivamente confinada dentro de sus fronteras. Los antropoides pueden alcanzarnos y convertirse en seres humanos, pero ningún otro animal puede alcanzar nuestro particular nivel de desarrollo. Alcanzarán un estadio similar, pero en condiciones diferentes, en el Período de Júpiter.
La ciencia ha descubierto que la hemolisis, resultado de inocular sangre de un individuo en las venas de otro de especie diferente, produce la muerte del inferior de los dos. Por tanto, cualquier animal inoculado con sangre humana, muere. La sangre de un perro transfundida a las venas de un pájaro, lo mata, pero no hará daño al perro que se le inocule sangre de pájaro.
Cuando la sangre de un animal superior se inocula en las venas de otro de especie inferior, el espíritu de la sangre del animal superior, como es lógico, es más fuerte que el espíritu menos desarrollado; por tanto, cuando intenta asentarse, mata la forma que le aprisiona y se libera. Sin embargo, cuando se inocula la sangre de una especie inferior en las venas de un animal superior, el espíritu elevado es capaz de desalojar al espíritu inferior de su sangre y de utilizarla en beneficio propio, por lo que no se produce ninguna catástrofe visible.

Híbridos

El Espíritu Grupo intenta siempre el total dominio sobre la sangre de la especie a su cargo. Por eso se resiste a la unión de animales que produzca híbridos. Cuando un caballo y una burra producen una mula, por ejemplo, la mezcla de sangres extrañas destruye la capacidad reproductora, con el fin de no perpetuar el híbrido, que es una abominación, desde el punto de vista del Espíritu Grupo. La mula no está definidamente bajo el dominio total del Espíritu Grupo de los caballos ni del de los asnos, como ocurre en los apareamientos normales, aunque no está tan lejos de ninguno de los dos como para ser ajeno a sus influencias.
Así que, mientras el Espíritu Grupo de los animales envía a los espíritus separados de los mismos al renacimiento en los casos de apareamiento normal, rechaza el átomo simiente fertilizador cuando se aparean animales de especies muy diferentes. Permite a alguno de sus pupilos aprovechar la oportunidad de reencarnar cuando dos animales de parecida naturaleza se aparean, pero se niega a la reproducción de los híbridos. Vemos, pues, que la inoculación de sangre extraña debilita el agarre del Espíritu Grupo y, por tanto, destruye, bien la forma o bien la facultad reproductora, donde radica su poder.
Ella Wheeler Wilcox expone en estas hermosas palabras la justa reclamación de todo el reino animal:
“Soy la voz de los sin voz; por mi medio hablará el mudo hasta que su sordo oído del mundo sea capaz de escuchar las injusticias con los débiles que no hablan.”
“La misma fuerza formó al gorrión e hizo al hombre rey. El Dios del todo dio una chispa de alma a los seres con pelo y a los seres con pluma.”
“Y yo soy el guardián de mi hermano. Y quiero luchar esta guerra y hablar la palabra por las bestias y los pájaros hasta que el mundo haga las cosas bien.”