Martines de Pasqually (1710?-1774) fue y sigue siendo todo un enigma,
a pesar de las indagaciones de historiadores como René Le Forestier
(1858-1951), Gérad Van Rijnberk (1875-1953) o Robert Amadou (1924-2006).
Este hombre misterioso se presentó en las Logias masónicas del sur de
Francia hacia 1754, época en la que proliferaban todo tipo de altos
grados masónicos en medio de una singular anarquía, dando a conocer así
su misión: “Sólo soy un simple instrumento del que Dios ha querido,
indigno como soy, servirse, para recordar a los hombres, mis semejantes,
su primer estado de masón, a fin de hacerles ver con certeza que ellos
son realmente hombres-Dios, creados a imagen y semejanza de este ser
todo-poderoso”.
Martines se dice depositario de
una doctrina y de un sistema teúrgico con los que pretende restaurar la
masonería de su época a la que consideraba como apócrifa y de una
autenticidad dudosa. Esta misión se plasmaría en su obra que no es otra
que la fundación de la Orden de los Caballeros Masones Élus Cohens del
Universo, constituyendo una sociedad iniciática mística, estructurada
según un sistema teosófico muy particular, pues la mística de Martines
no es una mera especulación, sino que conduce a una práctica.
Esta práctica se apoya en una magia divina, una teúrgia (del griego
theos, Dios, y ergon, obra: la obra de Dios), que se propone conducir al
hombre, por purificaciones sucesivas, a entrar en comunicación con el
mundo de los espíritus. En primer lugar con el ángel personal del
iniciado, su “compañero fiel”, después con los espíritus de los mundos
superiores (“agentes intermediarios” o ángeles fieles a Dios), para
conducirle finalmente a tener la experiencia de lo que él nombra
misteriosamente como “la Cosa”, el Innombrable, procurando la unión
mística del operador con Dios a través del Cristo glorioso. Esta
ascesis espiritual es acompañada en todo momento por una doctrina
precisa, la de la “Reintegración de los seres en sus primeras
propiedades, virtudes y potencias espirituales divinas”, título de su
Tratado que constituía una instrucción reservada a sus discípulos más
avanzados.
A pesar del tiempo transcurrido y de los grandes obstáculos de
continuidad, Martines de Pasqually y su obra, la Orden de los Élus
Cohens, siguen siendo actualidad y suscitan el mayor interés en el
ámbito iniciático. Prueba de ello es el Coloquio celebrado recientemente
(18 y 19 de Septiembre de 2010) en Marsella por Serge Caillet con
motivo de la celebración del tricentenario de Martines de Pasqually al
que asistieron más de doscientas personas de varios países y una decena
de ponentes especialistas en la materia.
Martines se ha convertido en una
figura fundamental del iluminismo, marcando para siempre el siglo XVIII y
proyectando su influencia hasta nuestros días. Maestro espiritual de
Louis-Claude de Saint-Martin y de Jean-Baptiste Willermoz, entre otros,
su doctrina ha fecundado corrientes diversas dentro del mundo iniciático
como el Régimen Escocés Rectificado y las diversas ramas de las Órdenes
Martinistas modernas a través de la obra de Saint-Martin. A partir de
1.943, resurge también un movimiento neo-Cohen que intenta despertar el
cuerpo, el alma y el espíritu de la obra del Maestro y que se mantiene
muy activo.
Desde el Grupo de Estudios Martinistas & Martinezistas de
España (G.E.I.M.M.E.), hemos venido presentando en los Boletines
Informativos diversos artículos sobre la historia de la Obra de Martines
y su doctrina. En la presente obra hemos reunido lo publicado hasta la
fecha, añadiendo otros documentos de interés, para facilitar al buscador
(hombre de Deseo) un volumen que le abra la puerta al estudio y
comprensión de este misterio vivo. Dada la escasa o nula bibliografía
existente en idioma castellano, creemos que este esfuerzo será
agradecido por todos los hispanohablantes, y esperamos en un futuro
seguir ampliando nuestro fondo documental.
Extraido de: http://geimme.blogspot.com.es/
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